España avisó de la orden dada por el narco detenido en Madrid sin recibir respuesta.
Madrid.- España alertó el pasado marzo a las autoridades mexicanas de la orden dada en Madrid por Juan Manuel Muñoz, alias Mono Muñoz, el presunto enlace de Los Zetas en Europa, de asesinar a una funcionaria del Ministerio Público del Estado de Coahuila, pero la respuesta ha sido el silencio, según fuentes de la Fiscalía Anticorrupción que destapó el complot. México no ha requerido a los fiscales españoles ninguna información adicional, ni enviado una comisión rogatoria de auxilio judicial para investigar esta amenaza. Una circunstancia que ha provocado el estupor y la sorpresa de las autoridades españolas por la gravedad del caso. Para España, el caso fue tan relevante, que la Policía levantó el secreto de las diligencias judiciales sobre Juan Manuel Muñoz para intentar salvar la vida de la funcionaria. Los fiscales españoles ignoran cuál fue la suerte de esta mujer.
El comisario jefe de la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la UDEF -una unidad policial española- envió un escrito el pasado 17 de marzo a la División de Cooperación Internacional en el que relataba los hechos. El documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, informó de que, en el marco de las diligencias secretas que instruía la Audiencia Nacional sobre Muñoz, “se ha tenido conocimiento de unos hechos consistentes en la comisión de una conspiración para el homicidio cuya víctima sería una funcionaria del Ministerio Público de México”.
“Los hechos que motivarían la orden de acabar con su vida están vinculados a que (la funcionaria) es conocedora de una orden de detención / presentación contra el identificado como Salomón Ayup Muñoz, alias Monchi, la cual traería causa de la identificación, por varios testigos, de este último como autor de un secuestro / desaparición de un miembro de la familia Burciaga acaecido en el Estado Cohauila. Según se ha tenido conocimiento, esta funcionaria debería haber comunicado a Salomón Ayup Muñoz la existencia de dicha orden contra su persona, y en represalia a dicha incomunicación es por lo que desde la organización a la que pertenece Salomón se ordena acabar con su vida”.
El jefe policial español asegura en su escrito que se desconoce la identidad de la posible víctima, pero para lograr su identificación y localización informa de que la persona que pone en conocimiento de la organización criminal de Muñoz la existencia de la orden de detención “es un tal Erik de la Rosa, que podría tratarse de un funcionario que desarrolla su trabajo en el Departamento de Desaparecidos”.
El oficio policial de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal destaca que es “por la gravedad de los hechos de los que se tienen conocimiento y que el bien jurídico que se trata de proteger es de mayor relevancia que el propio secreto de la investigación” por lo que se informa y levanta el velo de las diligencias secretas.
La conversación en la que Juan Manuel Muñoz ordenó asesinar a la funcionaria se produjo el 4 de marzo de este año a las 19.18 horas y fue grabada por la policía pese a que el Mono y sus principales hombres en Madrid tenían un sistema de encriptación para proteger sus comunicaciones. Muñoz llamó a un teléfono de la empresa Cargo Gas, una de sus sociedades en México. El primer interlocutor es un tal Carnal, uno de sus hombres allí, que posteriormente le pasa el teléfono a su sobrino Salomón. Hablan de que el soplo de la orden la ha dado un tal Erik de la Rosa y sigue así:
– Sobrino: Ahh, es agente ¿no? (el funcionario que trae la orden)
– Muñoz: Sí, él trae el papelito (la orden de arresto)
– Sobrino: Pero, la chequeamos con la MP. Es amiga de mi compadre. La hemos ayudado mucho.
– Muñoz: Sí, sí, sí, pero eso no tiene nada que ver, él trae la orden, y si se la dio él es porque se la dio la MP. Si es su amiga ¿por qué no le han avisado? Usted siempre…. sí, sí, sí, no le haga la confianza. Entonces sí… ¿no más pregúntele a su compadre? Y si no, pues para que vaya usted y la mata ahí.
– Sobrino: ¿que la declaren y todo para que la maten?
– Muñoz: Sí, sí, sí, sí. Esa es la más correcta mi hijo.
La orden de detención contra el sobrino de Muñoz era por el supuesto secuestro y desaparición de uno de un miembro de la familia Burciaga. El clan de los Burciaga, según informes de la policía española, está relacionada con el narcotráfico en Matamoros. Un miembro de esta familia que trabajaba para el narcotraficante del Cartel de Sinaloa, Sergio Villareal, alias El Grande, fue secuestrado, torturado y descuartizado. Tras este suceso fue secuestrado (levantón) Claro Burciaga del que se desconoce su paradero, según los informes de la UDEF.
El mismo día 4 de marzo, Muñoz recibió desde México una llamada a las 17:56 horas en la que le informan de la orden de arresto contra su sobrino. El interlocutor es un tal Eugenio que es quien informa de que él lleva la orden es Erik de la Rosa. “El papel lo trae Erik de la Rosa, de los desaparecidos, porque supuestamente lo señalan en un levantón (secuestro) de un treinta allí en Matamoros”, afirma. A las 18.28 recibe otra llamada de una persona de acento mexicano que le ofrece más detalles: “Traemos una orden de presentación de ahí… Me dicen, no estoy seguro de tu sobrino. Lo mencionan en una declaración donde él supuestamente se llevó a una persona allá de Matamoros…. de apellido Burciaga… Lo identifican, o lo sacan a flote, porque cuando se lo llevan este muchacho se sube a la camioneta donde lo atrapan y se quita la capucha… Por eso que lo requiere aquí el Ministerio Público…. hay gente ahí que lo vieron todo”.
Los fiscales y agentes de la UDEF que investigan el caso de Juan Manuel Muñoz ignoran cual ha sido la suerte de la funcionaria del Ministerio Público, organismo dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR). “No entendemos como ante un asunto tan grave ninguna autoridad de México nos ha requerido información. Nadie nos ha llamado, ni se ha presentado preguntándonos sobre este asunto”, asegura un responsable de la investigación. “Se esperaba que la Fiscalia, la Policía o el Juzgado de la Audiencia Nacional que investiga el caso recibiera alguna comunicación de México, pero no tenemos ninguna noticia”, afirma otra fuente consultada. La Fiscalía General del Estado ha respondido con un “sin comentarios” a las preguntas de este periódico. La embajada de México en Madrid no ha contestado.
Muñoz fue detenido el pasado 18 de marzo en su lujosa casa de Madrid donde vivía desde hacía años y desde donde coordinaba presuntamente la entrada de la cocaína que Los Zetas colocan en Europa. Tras su detención la Policía incautó en su domicilio de La Moraleja, una lujosa urbanización a las afueras de la capital, varias hojas de Excel donde anotó la entrega en céntricos hoteles de México de 63 millones de euros en 59 movimientos diferentes. Las autoridades de EE. UU. han solicitado a España su extradición. La Policía asegura que Muñoz colabora de forma independiente con otros carteles de la droga como el de Sinaloa, del Golfo y Beltrán-Leyva.
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El País