“A la buena o a la mala recuperaremos nuestras tierras” advierten comuneros despojados por construcción de resort en Bajos de Chila

Complejo hotelero se construye y opera en tierras comunales. Foto: Ignacio Martínez Platas

Ignacio Martínez Platas
Legislador 43
San Pedro Mixtepec, Oax.- Desde las desiertas y solitarias playas de “El Palmarito”, de la Agencia Municipal Bajos de Chila, de San Pedro Mixtepec, surge la advertencia de los comuneros, “a sangre y fuego vamos a retomar lo que por Ley nos corresponde, a la buena o por la mala y caiga quien caiga”.

Inconformes porque la justicia los ha ignorado desde hace 14 años, los comuneros de Bajos de Chila, emplazaron a los gobierno estatal y federal a “intervenir inmediatamente de manera seria y responsable”, en la defensa de su territorio, hoy invadido por la empresa Vivo Resorts, que a pesar de una clausura y multa por parte de la (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) PROFEPA, continúa ahí la construcción de un complejo hotelero.
“…si no hay justicia, vamos a tomar otras estrategias, porque ya estamos cansados de sus mentiras”, precisaron.

Y es que aseguran, que lo que inició como un conflicto agrario, por la desidia de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), de la Procuraduría Agraria, del Tribunal Unitario Agrario y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, actualmente, está a punto de estallar en un conflicto social con graves repercusiones.

Ante ello, los comuneros exigen justicia cuanto antes para que puedan recuperar sus tierras, reconocen que la aplicación de la Ley está llegando muy lenta y a “cuenta gotas”, no se les ha dado una respuesta definitiva a pesar de que han recurrido a todas las instancias y han demostrado ser los auténticos y legítimos poseedores de estas tierras.

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Comuneros advierten que “a sangre y fuego” recuperarán sus tierras. Foto: Ignacio Martínez Platas

A nombre de los campesinos comuneros, Antelmo Ramírez, Heriberto Burón Barrera y Abel Vásquez Cortes admiten que la empresa Vivo Resorts construye un complejo hotelero con playas privadas en una superficie de 32 hectáreas, tierras que Eleuterio Ríos vendió a Marco Antonio Bruciaga, sin embargo, dichos terrenos son comunales y jamás fueron cedidos a un comprador.

Además, la obra ya fue clausurada y multada con 40 millones de pesos por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).

A pesar de la clausura, en la que también intervino la Procuraduría General de la República (PGR), en un recorrido realizado en “El Palmarito”, se confirmó que en el conjunto hotelero, la empresa constructora continúa trabajando, violando los sellos y las disposiciones legales.

Advierten también, que la comunidad se está organizando para tomar cartas en el asunto y para ello, acordaron dar un término considerable a los gobiernos estatal y federal para que centren toda su atención en este asunto, de lo contrario auguran, a principios del próximo año, el conflicto se convertirá en una revolución social contra la empresa hotelera de capital canadiense.

Los denunciantes, mostraron su indignación contra los extranjeros que llegaron “a talar árboles, arbustos, y una gran variedad de palmeras, algunas de ellas endémicas”, asimismo, “ahuyentaron a las tortugas que llegaban a desovar en la playa “El Palmarito”, ahuyentaron a las aves y a toda la fauna silvestre”.

De esta manera, los comuneros levantaron la voz para exigir al gobierno estatal y federal, un ¡¡Ya Basta!! Y “piden que se les atienda porque el pueblo lo reclama y está cansado de todo lo que aquí sucede”.

La empresa Vivo Resorts construye un complejo hotelero en una superficie de 32 hectáreas, tierras que no fueron cedidas por los comuneros.
La empresa Vivo Resorts construye un complejo hotelero en una superficie de 32 hectáreas, tierras que no fueron cedidas por los comuneros. foto: Ignacio Martínez Platas

Al señalar que ante el desarrollo que se vislumbra en la zona hotelera, algunos políticos y autoridades ya tienen puestos los ojos en los “moches”, y por ganarse una “lanita” le permiten espacios exclusivos a los extranjeros a través de prestanombres, para despojar de sus tierras a los comuneros.

Los inconformes aclararon que de ninguna manera están en contra del desarrollo de la región, pero que las formas sean en el marco de la Ley: sin despojar al campesino, como lo requiere la comunidad, como lo apremian las necesidades y que toda la fortuna de la zona turística no se quede en una sola mano.

Precisan, que su principal exigencia es que la empresa pague lo justo por sus tierras, “que nos busque, que nos sentamos y pague lo que corresponda” asentaron.

Del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, dijeron que tienen esperanzas en su gobierno, que ha mostrado su interés en la zona y “esperamos hacer un buen equipo y si ellos nos lo permiten, que cada quien haga su trabajo, pero si no hay una respuesta a todo esto, no habrá otra alternativa que involucrar a toda la comunidad, amagaron.