Terminan los primeros 90 minutos de la Final del Apertura 2016 con un empate 1-1, tras desaprovechar las Águilas su condición de local y remontar con gol de Bruno Valdéz, frente a unos “felinos” que fallaron en su intento por manejar la ventaja parcial conseguida por André-Pierre Gignac.
Ciudad de México.- Ni cansancio, ni falta de ritmo. América desaprovechó este jueves su condición de local y empató 1-1 con Tigres en el Estadio Azteca, primeros 90 minutos de la Final del Apertura 2016 en los que ambos conjuntos encontraron el gol cuando mejor jugaba el rival y donde Oribe Peralta erró un penal que pesó en el ánimo azulcrema.
Una vez que los jugadores, formados en el círculo central, guardaron un minuto de silencio por la tragedia de Tultepec, inició la serie por el título, luego de 19 días de espera por la participación del América en el Mundial de Clubes Japón 2016, y las acciones en un principio su sucedieron a un buen ritmo y con arribos peligrosos en sendos marcos.
Ismael Sosa recibió un servicio entre líneas y filtrado para encarar a Moisés Muñoz, pero la oportuna barrida de Miguel Samudio desvió el balón a tiro de esquina; América respondió casi de inmediato, gracias a un riflazo del ecuatoriano Renato Ibarra que obligó el desvío de Nahuel Guzmán con los puños.
La batalla por hacerse del balón en mitad del terreno, derivó en un juego trabado y cortado por la aparición de faltas tácticas, pero el silbante Paul Delgadillo retomó el control al condicionar a Hugo Ayala y José Daniel Guerrero.
Poco a poco, América inclinó la balanza a su favor, aunque no sin sufrir algunos sustos, como el segundo remate de cabeza desviado de Guido Pizarro frente al marco de Muñoz.
América tuvo la inmejorable oportunidad de abrir el marcador al minuto 25, cuando Oribe Peralta recibió el esférico en el área, recortó al defensa y sacó un disparo a la humanidad de Guzmán, cuyo rebote salió en dirección del atacante azulcrema que en una segunda jugada fue derribado en el área por la precipitación de Jesús Dueñas.
Delgadillo decretó la pena máxima y permitió la atención médica al arquero argentino, quien lució su largo y retorcido colmillo, primero al fingir una dolencia en la mano y después entablar comunicación con el “Cepillo”, cuyo disparo reventó el travesaño.
Sin duda, la falla de Peralta pesó entre los americanistas que buscaron con menos convicción los caminos hacia el marco rival; mientras que los pupilos de Ricardo Ferretti capitalizaron el momento y marcharon al descanso con ventaja en el marcador, gracias al francés André-Pierre Gignac.
Tras recibir el esférico pegado a la banda, el galo hizo gala de su vivacidad y gran velocidad para llevarse en las espuelas primero a Bruno Valdéz, luego a Paolo Goltz, y definir por entre las piernas a la salida de Muñoz, gol con olor a cloroformo, tanto por el festejo de Gignac a lo boxeador, como por el fuerte golpe anímico que encajó el local.
Lejos de volcarse al frente en busca del empate, los dirigidos por Ricardo La Volpe permitieron que los norteños controlaran el ritmo de las acciones en el inicio de la parte complementaria, incluso Ferretti reforzó el medio campo con el ingreso de Jorge Iván Estrada por Lucas Zelarayán.
Pero cuando mejor jugaba Tigres, llegó el empate de América. Al 67′, un tiro de esquina por izquierda permitió a Pablo Aguilar desviar con la cabeza el esférico y dejarlo a la deriva en el área chica, donde apareció Bruno Valdéz para empujarlo a las redes y de paso reivindicarse.
La mala noticia para Tigres fue el cambio obligado de Gignac por Andy Delort, luego de quedar sacudido el goleador francés en un choque dentro del área que pudo ser marcado como penal, quizá el único pecado en el trabajo de Delgadillo.
En la recta final, América buscó el tanto de la diferencia con mayor convicción, aunque sin claridad de ideas para superar a la ordenada defensa rival, reforzada todavía más con el ingreso de José Rivas por Ismael Sosa en los últimos minutos.
Será en el Estadio Universitario de Nuevo León este domingo, cuando se conozca al nuevo campeón del futbol mexicano, luego de un empate en el juego de ida que deja la moneda en el aire, tomando en cuenta que los goles como visitante ya no cuentan en la serie por el título.
Aristegui Noticias
