Ciudad de México.-De acuerdo con el sitio especializado Politico.com, el estilo de Trump resulta inquietante para los políticos más tradicionales. “Su teoría del caos para las comunicaciones presidenciales para de cabeza a Washington y deja a legisladores, funcionarios de gobierno y cabilderos horrorizados al sentirse obligados a los caprichos de un solo líder, sin mencionar la incertidumbre sobre sus verdaderos pensamientos y sentimientos”.
Pero al mismo tiempo, “Estados Unidos (y el mundo) pueden esperar más pronunciamientos políticos y noticiosos del Presidente electo en misivas de 140 caracteres antes y después de su toma de posesión”, consignó la cadena de televisión NBC.
De acuerdo con los analistas, su meta es estar siempre en control “Trump comprende una dinámica importante; en un mundo donde hay una gran riqueza de información, siempre hay una pobreza de atención, y tiene la capacidad de generar cuatro o cinco líneas de noticia al día. Ante eso ¿cómo pueden sus oponentes meterse en al menos una? Siempre está en control”, comentó Kevin Maden, un estratega republicano para comunicación política.
De hecho, según, Politico.com, la comparación es con alguien que trata de beber del chorro de agua de una manguera. No hay control.
Trump, sin embargo, enfrenta las cuestiones de seguridad que rodean a la Casa Blanca, y en especial las preocupaciones alrededor de las comunicaciones del presidente en ejercicio.
El presidente Barack Obama se quejó, parte en serio y parte en broma, de que cuando llegó a la Casa Blanca era casi experto en el uso del teléfono celular y sus funciones.
Pero ahora… Y para ilustrar su situación, contó que recientemente sus asistentes le informaron que le proporcionarían un teléfono inteligente, el más moderno. “Pero por razones de seguridad no toma fotografías, no puede enviar mensajes de texto, el aparato no funciona, y no se puede reproducir música”. Es, dijo Obama en un programa de televisión, como el teléfono de juguete de un niño de tres años.
Si Trump va a aceptar una limitante como esa está por verse, aunque gracias a Obama sólo tendrá que lidiar con una agencia de superivisión, El Servicio Digital de Estados Unidos y no los cuatro organismos (Consejo de Seguridad Nacional, Servcio Secreto, Agencia de Comunicaciones de la Casa Blanca y la Oficina Ejecutiva del Presidente) que tenían algo que decir respeto a sus teléfonos.
Por un lado, la utilización de los medios sociales parece en el centro de la estrategia de comunicaciones del nuevo Presidente. Por otro, sus afirmaciones le han permitido poner a la defensiva a una serie de empresas y aún gobiernos, aún antes de asumir los poderes presidenciales.
De acuerdo con al menos la prensa estadunidense, el gobierno chino ha expresado desagrado respecto a esa forma de comunicación y eliminado el acceso de los servicios de internet chinos a los tuits de Trump. Pero eso no quiere decir que no estén atentos, como el resto de mundo, a las afirmaciones del Presidente electo.
Algunos creen que los mensajes enviados por Trump a través de los medios sociales deben ser vistos con reserva y más como reflejo del sentir personal del ahora Presidente electo en ese momento. Otros, que los medios tradicionales deben ignorarlos.
Pero los mensajes del Presidente de los Estados Unidos tienen un impacto, como pueden atestiguar las caídas en la Bolsa de Valores, aunque momentáneas, de empresas como las fabricantes de aviones Boeing o Lockheed.
El hecho es que cuando tuitea tiene resultados”, indicó Sean Spicer, vocero de Tump designado ya como próximo secretario de Prensa de la Casa Blanca.
Pero también es cierto que Trump no consulta con nadie ni comunica sus intenciones a nadie, de acuerdo con el propio Spicer. “Va a ser un trabajo excitante”, afirmó.
Pero el mundo de la política, la economía y la diplomacia no estan tan seguros de que sea correcto.
Apenas la semana pasada, un tuit de Trump fue señalado como responsable de que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes (diputados) revocara su decisión de colocar un panel independiente sobre ética bajo la supervisión del Comité Judicial, controlado por los partidos.
Pero algunos cuestionan que se atribuya el retroceso al tuit de Trump y no a la inmediata y negativa reacción pública causada por el anuncio. “No esperábamos que fuera a ser tan mala”, comentó el diputado republicano Mike Simpson, de Idaho.
De hecho, anotó The New York Times apenas tres semanas después de la elección del ocho de noviembre, “desde el día de la elección el presidente electo Donald Trump ha propuesto un vuelco en las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba, presumido de negociaciones con una empresa manufacturera mayor, vociferó falsedades sobre millones de votos ilegales y sugirió que podría poner de cabeza las leyes sobre libertad de expresión al prohibir la quema de banderas”.
Diez semanas después las cosas no han cambiado mucho. Aunque al ser electo Trump indicó que restringiría su uso de los medios sociales, que tan bien le sirvió durante la campaña, el aún mandatario electo no ha dado conferencias de prensa y reducido considerablemente sus apariciones públicas. Pero mantiene el tuiteo como su principal método de comunicaciones.
Y si durante su campaña electoral fue conocido, y reconocido, por su formidable uso de los medios sociales para difundir su mensaje y comuncarse con sus partidarios, hay quienes auguran que durante su presidencia las cosas no sólo van a ser iguales sino mayores.
De hecho, y gracias a los esfuezos de su predecesor, Barack Obama, encontrará una Casa Blanca tecnológicamente preparada. De hecho, cuando el ahora mandatario saliente llegó a la presidencia, halló una oficina ejecutiva con equipo viejo, caídas del sistema por horas y teléfonos que, según famosa expresión del mandatario, eran como un juguete infantil.
Fue por esa vía que hace dos semanas llamó por un incremento en el armamento nuclear estadunidense, en una consideración que sorprendió a políticos y analistas estadunidenses.
Creo que los medios tradicionales están irritados porque tiene estos 45 millones de seguidores en medios sociales con los que puede tener una conversación directa. No tiene que canalizar a través de los medios”, apuntó Spicer durante un programa de entrevistas políticas.
El hecho es que mientras algunos críticos expresan preocupación por el futuro de la relación entre la Casa Blanca de Trump y los medios informativos, los seguidores del ahora mandatario electo parecen listos para evitar lo que algunos califican como “filtro” de los viejos medios.
Los controversiales tuits y la arrogancia del Presidente electo le han ganado pocos nuevos partidarios. No ha tratado de reunificar un mapa muy dividido en alguna forma significativa”, señaló Larry
Sabato, del Centro sobre Política de la Universidad de Virginia.
Trump parece determinado a mantener los tuit como su principal línea de comunicación alrededor de los medios.
De acuerdo con Spicer, Trump buscará nuevas fórmulas para comunicarse directamente con el pueblo, y consultará con “blogueros” y periódicos no representados en las conferencias diarias de la Casa Blanca, para planificar su estrategia de comunicaciones.
Excelsior