Mexicali, BC. El retiro voluntario de los manifestantes de la planta Pemex de Mexicali demostró “que la lucha contra el incremento en el precio de la gasolina en Baja California no es irracional ni intransigente, mucho menos violenta”, aseguró el diputado Luis Moreno.
Además de un derecho, dijo, las protestas públicas son una forma de participación ciudadana en toda democracia, por lo que reconoció la voluntad de diálogo y negociación de estos ciudadanos ya que, con la legitimidad de su lucha y su actitud, demostraron al Estado lo que se puede ser transigente y flexible sin que abandonar el reclamo de miles de ciudadanos inconformes con el ‘gasolinazo’.
A Baja California llegaron más elementos de la Policía Federal para vengar el atropellamiento de sus agentes en Rosarito, aunque todo parece indicar que se trata de un hecho aislado, pues no se ha esclarecido.
Al condenar el uso de la fuerza pública contra ciudadanos en la protesta de Playas de Rosarito, el sábado 7 de enero, Moreno Hernández exigió que el gobernador Francisco Vega y el presidente Enrique Peña Nieto asuman su responsabilidad en las brutales golpizas que recibieron ciudadanos, incluidos mujeres, adolescentes y adultos mayores, así como las agresiones e intimidaciones a periodistas.
“La pregunta que hago a Enrique Peña Nieto es si dejó a Baja California fuera de la disminución del costo de gasolina, como lo lograron otros estados fronterizos, como un acto de revancha por las manifestaciones libres y legítimas de nuestros ciudadanos que además lo han hecho sin otra clase de conflictos como robos y saqueos que sí ocurren en otras entidades, expresó.
El diputado del PES convocó a los tres órdenes de gobierno a dialogar con los ciudadanos inconformes y dar marcha atrás a este aumento de los precios de la gasolina, ya que es una medida que ahorca aún más la economía de las familias mexicanas.
“La ciudadanía se encuentra asfixiada, pero tanto el gobierno federal como el estatal parecen no tener la capacidad de reconocer y recoger ese sentir. Al contrario, en lugar de apoyar a las clases trabajadores, medidas como este abrupto aumento en el precio del combustible empobrecen las condiciones económicas para la ciudadanía”, comentó.
La Jornada