Colima, Col.-Integrantes del Frente por la Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida irrumpieron ayer en la sesión ordinaria del Congreso del estado y obligaron a 24 diputados de un total de 25 a firmar un documento en el que renuncian a 10 mil pesos en vales de gasolina que reciben cada mes.
Cerca del mediodía, cuando los legisladores iniciaban la reunión, una mujer se levantó de su asiento y comenzó a gritar: ¡Alerta! ¡Alerta! En seguida, alrededor de 50 manifestantes eludieron la seguridad e ingresaron al pleno portando mantas con leyenda “No al gasolinazo” y lanzando consignas contra el presidente Enrique Peña Nieto.
La presidenta de la mesa directiva, la priísta Graciela Larios, continuaba con la lectura del orden del día y decretó un receso.
Monserrat Cárdenas, una de las inconformes, leyó un documento con sus exigencias: que los diputados aprueben un exhorto dirigido al Congreso de la Unión y a Peña Nieto para pedir la derogación de la reforma energética que entró en vigor en 2014 y permite a la iniciativa privada participar en la comercialización y distribución de combustibles.
También demandaron que se derogue la reforma fiscal, que encareció los combustibles al aumentar el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), y por tanto, se modifique la Ley de Ingresos de 2017.
Los manifestantes pidieron que los diputados presenten una propuesta para derogar el gasolinazo, que se bajen el sueldo, renuncien a sus seguros de gastos médicos, se atiendan en el Seguro Popular y realmente representen a los sectores más desprotegidos de la población.
De acuerdo con el portal de Internet del Congreso del Colima, cada legislador gana 77 mil pesos al mes, más 15 mil pesos de fondo de ahorro, 10 mil en vales de gasolina, 4 mil 193 para teléfono celular, 15 mil por presidir una comisión y 10 mil 202 por pertenecer a un grupo parlamentario.
Johnatan Núñez, otro de los quejosos, indicó que esta irrupción en el Congreso fue su tercer intento por llamar la atención de los legisladores, quienes, dijo, ignoraron dos manifestaciones anteriores por el alza a las gasolinas y el diésel.
El domingo pasado marcharon desde el Jardín Libertad y el 6 de enero protestaron en el Congreso; en esa ocasión la comisión de gobierno interno del Legislativo canceló la sesión por seguridad.
Sólo la legisladora panista Martha Leticia Sosa Govea no firmó la renuncia a los vales por no haber acudido. Los manifestantes advirtieron que acudirán a la próxima sesión ordinaria para que los diputados les den respuesta.
En Colima se han realizado cinco marchas contra el gasolinazo, tanto en la capital como en Tecomán y Manzanillo, en las que han participado más de 2 mil 500 personas. Los inconformes han bloqueado en tres ocasiones el puerto de Manzanillo y han permitido a los automovilistas el libre paso en la caseta de la autopista Colima-Manzanillo.
La Jornada