Ciudad de México.-Ojalá los poetas escribiéramos sólo por la belleza, dijo Irma Pineda en la presentación del poemario Xtámbaá: piel de tierra, de Hubert Malina. Así él no tendría que hablar en su poesía “de la ausencia, del dolor, del desplazamiento de las tradiciones, del secuestro, de la trata de personas, de la migración por pobreza, de la militarización, de los asesinatos.
“Quien pueda terminar de leer estos poemas –prosiguió Pineda– sin sentir rabia, dolor, indignación, y el hervor de la sangre debajo de la piel, mejor que deje de fingir que le importan los pueblos indígenas, mejor que haga a un lado su buen trato y sus palabras políticamente correctas, que esto es lo último que van a encontrar entre los pliegues de Xtámbaa.”