Washington. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, advirtió a Irán en una entrevista difundida el domingo que “no ponga a prueba la determinación” de la administración de Donald Trump, días después de que Washington infligiera nuevas sanciones a Teherán tras el lanzamiento de un misil balístico de prueba.
Las relaciones entre las dos partes se han deteriorado marcadamente desde que Trump asumió la presidencia del país norteamericano, prometiendo responder de manera dura a la actitud beligerante que percibe en la República Islámica en relación a Estados Unidos.
“Irán haría bien en mirar el calendario y darse cuenta de que hay un nuevo presidente en la Oficina Oval. E Irán haría bien en no poner a prueba la determinación de este nuevo presidente”, dijo Pence a ABC News en una entrevista grabada el sábado.
La declaración del vicepresidente se produjo después que el jefe del Pentágono, James Mattis, declarara la semana pasada que Irán era “el Estado que más apoya el terrorismo en el mundo”.
El enfrentamiento bilateral plantea interrogantes sobre el futuro del acuerdo firmado en 2015 entre Irán y varias potencias occidentales, y aprobado por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que obligó a Teherán a reducir su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. “Los iraníes llegaron a un acuerdo con la comunidad internacional que, una vez más, el presidente, yo y nuestra administración calificamos como algo terrible”, dijo Pence.
“Creo que el presidente tomará una decisión en los próximos días. Va a escuchar a todos sus asesores, pero no se equivoquen respecto a él. La determinación de este presidente es tal, que Irán haría bien en pensar dos veces sus continuas acciones hostiles y beligerantes”. Funcionarios de Estados Unidos dijeron que las nuevas sanciones impuestas el viernes fueron en respuesta a la reciente prueba de misiles balísticos de Irán y su apoyo a los rebeldes hutíes en Yemen.
La Casa Blanca señaló que “nada está excluido de la mesa”, incluso acciones militares contra Irán.
La Jornada