La reducción de 100 diputaciones plurinominales planteada por el PRI le permitiría reforzar su control legislativo en el Congreso a costa de la pluralidad política; el ahorro de recursos es sólo un “pretexto”, consideran expertos electorales.
Si realmente se quiere ahorrar recursos sería mejor eliminar 100 diputados de mayoría, pues implicaría desaparecer 100 juntas distritales y reducir el gasto del Instituto Nacional Electoral (INE), contrapone el ex presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita.
Los partidos de izquierda, al ser los más pulverizados serían “los grandes perdedores en caso de prosperar la iniciativa” del PRI, valora la experta electoral Marcela Bravo Ahuja, investigadora de la UNAM, “al PRI le iría muy bien, porque es el que más distritos gana”
El politólogo y experto electoral de la UAM, Alejandro Favela Gavia, estima que el objetivo real de una propuesta como la del líder de los diputados del PRI, César Camacho Quiroz, “es político, no económico” pues —recuerda— con más de 30 % de votos obtenidos en la elección federal de 2015, si se reducen plurinominales sin modificar el sistema electoral, el tricolor mantendría el control de la Cámara.
Ingeniería electoral La académica de la UNAM, Marcela Bravo Ahuja, recuerda que toda ingeniería electoral responde a la historia de cada país, y la de México obedece a décadas de dominio de un partido que, en aras de cierta estabilidad, redujo la presión al abrir la posibilidad de que otras fuerzas accedieran al Poder Legislativo.
Así se estableció que de 500 integrantes de la Cámara de Diputados 300 se eligieran por voto directo en distritos (legisladores de mayoría relativa) y 200 vía mayoría relativa o representación proporcional (es decir, por listas, una en cada una de las cinco circunscripciones), a distribuir según la votación de cada partido.
Este esquema permitió al sistema político abrirse a la pluralidad, pero “no hay ingeniería electoral perfecta para integrar Congresos, ni neutra. Siempre responde a intereses, por eso es normal que el PRI diga: hay que reducir plurinominales porque a él le va muy bien ganando distritos, y al PAN también.
“Pero a la izquierda no le iría bien porque gana muchos menos distritos. Representa más de 30 % de la votación, pero está dividida. Es decir, la oposición al PRI es más de izquierda pero no se ve, está pulverizada y con 100 plurinominales menos vería reducidas sus posibilidades de llegar a la Cámara”, plantea la experta.
Por eso ve en las razones de ahorro presupuestal esgrimidas por el PRI “un pretexto”.
Conservar pluralidad El ex consejero presidente del extinto IFE, Valdés Zurita, ahora dedicado a la consultoría internacional en la materia, destaca que en la democracia lo importante es que la pluralidad que existe en una sociedad esté representada en los órganos legislativos, por lo que reducir las plurinominales no es lo mejor.
“Si se trata de ahorrar, hay que ahorrar más, y tener un mejor modelo de representación política”, por lo que plantea otra salida: “en lugar de disminuir plurinominales sería mejor reducir 100 diputados de mayoría relativa, porque además de reducción de costos del Congreso se reduciría el gasto en el INE”.
Eso acercaría a México a un modelo que ha dado mucha estabilidad a Alemania, en donde la mitad de los diputados son electos por mayoría relativa y la otra mitad por representación proporcional
En esta propuesta, con una Cámara de 400 diputados, la mitad de mayoría y la otra de plurinominales, “se beneficiaría la democracia y la representación política”; en la que propone el PRI, “el beneficiario sería él mismo” y cerraría el paso a la Cámara a partidos con menos votación.
Sólo demagogia El politólogo e integrante del Centro de Estudios sobre Democracia y Elecciones (CEDE) de la UAM, Alejandro Favela, plantea que el ahorro resultado del recorte de 100 diputaciones plurinominales sería irrelevante si se mantiene el dispendio y discrecionalidad en la asignación de recursos al Legislativo.
“Es una medida demagógica, la Cámara de Diputados no es cara por el número de diputados, sino por la cantidad de dinero que se reparten sin control. Las dietas altas es lo de menos, lo importante son todas las prebendas que se dan, el dinero para comisiones, asesores”.
Es el significado político lo que importa al PRI, pues busca afianzar su control en el Congreso, pues “bajar 100 plurinominales es bajar la representación a los otros partidos, el PRI no hace nada de buena fe”.
Explica que si el PRI obtuvo en 2015 votación válida de 30.6 %, tendría ese mismo porcentaje de los 100 diputados plurinominales a repartir de prosperar la reducción de 200 a 100 diputaciones de representación proporcional.
Los escenarios En ese mismo ejercicio, si sólo hubiera 100 plurinominales a repartir y no cambiaran las reglas de distribución, el PRI podría llegar a 47.5% de la Cámara de Diputados con 30% de la votación.
Esto, porque ganó 160 diputados de mayoría y tendría 30% de los 100 plurinominales a repartir, en total 190 de 400 curules. En este esquema no rebasaría los 203 que le permite el candado de sobrerepresentación.
Algunos partidos ganarían o perderían curules, pero en términos generales el PRI aumentaría aún más su control junto con sus aliados de Panal, PVEM y PES, pues con ellos sumaría 229 diputados.
Juntos, los cuatro partidos contarían con 57.25% de la Cámara aunque acumulan sólo 45% de votación, según los resultados de la más reciente elección federal.
Los partidos que más perderían curules, de ser el caso, serían PAN, PRD, Morena, Movimiento Ciudadano y PVEM.
El Universal