La versión remozada del teléfono que arrasó en 2000 será presentada en Barcelona
Madrid.-El Nokia 3310, popularmente bautizado como “el indestructible” por su resistencia, vuelve. La compañía finlandesa HMD, que adquirió a Nokia Technologies sus patentes, derechos de marca y de imagen, ha anunciado la resurrección del ya clásico aparato, casi vintage, en una versión remozada que será presentada en el Congreso Mundial de Telefonía (Mobile Word Congress) que se celebra en Barcelona, entre el 27 de febrero y el 2 de marzo. El indestructible vuelve después de que el nuevo Nokia 6 haya arrasado en China.
La compañía de telefonía finlandesa Nokia vendió en todo el mundo más de 120 millones de terminales de su modelo 3310, pero la llegada de los aparatos inteligentes fue arrinconando poco a poco este modelo, pese a su fama, prestaciones y el hipnótico juego Snake 2. El retiro oficial le llegó en 2005. Ahora, en febrero de 2017, cuando ya parecía que el terminal que hizo furor a primeros del milenio había sido enterrado definitivamente por los smartphones, la nueva Nokia lo relanza para un mercado específico.
Las informaciones sobre el resurgir, recogidas por The Guardian, apuntan a que el teléfono solo estará disponible inicialmente en Europa y Norteamérica, y que costará unos 70 euros. El original salió al mercado en 2000 a un precio de unos 150 euros.
Hace relativamente pocos años todos teníamos un Nokia en nuestros bolsillos. La marca finlandesa vendía dos de cada tres móviles en todo el mundo. Su imperio se derrumbó casi de la noche a la mañana con la irrupción de los teléfonos de pantalla táctil con el iPhone a la cabeza, y la aparición del sistema operativo Android de Google.
The Light Phone reivindica también la tranquilidad de móvil insultantemente básico y que ha sido diseñado “para ser utilizado lo menos posible”
La demanda de ‘móviles tontos’
La demanda de este tipo de móviles tontos se resiste a desaparecer y se estima que cerca un 20% de los europeos sigue aferrado a los llamados dumbphones.
Los móviles -o siendo más precisos, los smartphones- se han convertido en unos monstruos que han comenzado a devorarse a sí mismos en lo que respecta a su utilidad básica: ahorrarnos trabajo. No hace tanto nos maravillaba el simple hecho de poder responder a un email desde el taxi o más recientemente, poder hacer una videollamada a nuestra familia mientras estábamos de viaje. Pero como sucede en otros terrenos de la vida, los excesos nunca son buenos, y de un par de pitidos a la mañana hemos pasado a un constante bip de Twitter, WhatsApp, Snapchat y demás.
Hace un par de días, Kevin Rose presentó a sus más de cien mil seguidores en Instagram otro proyecto que revive el mismo espíritu: The Light Phone. Este móvil puede ya reservarse y reivindica también la tranquilidad que proporciona un móvil insultantemente básico y que ha sido diseñado “para ser utilizado lo menos posible”. Toda una antítesis del alocado mundo de iPhones y Galaxys en el que la importancia de uno se mide por el número de notificaciones por minuto.
Vuelve el Nokia, y vuelven otros proyectos relacionados con un mercado, el de los móviles tontos, que se resiste a desaparecer. No tendrá un volumen masivo y será más de nicho, pero lo cierto es que cada vez será más frecuente que este tipo de equipos se adquieran como segundo móvil para fines de semana y vacaciones. Lo básico: estar localizado en caso de emergencia y poder hacer llamadas si es necesario. Más batería, precio irrisorio y resistentes a prácticamente todo: definitivamente, siempre habrá mercado para los dumbphones.
El País