El día de ayer el presidente de EU llevó a cabo una conferencia en la Casa Blanca, la cual estuvo repleta de quejas y ataques a la ‘prensa falsa’
El día de ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se presentó en la Casa Blanca en su primera conferencia de prensa en solitario, donde crítico las filtraciones a la prensa, agredió una vez más a los ‘medios falsos’ y aseguró que no tiene vínculos con Rusia.
Por supuesto que si conferencia dio mucho de qué hablar en medios internacionales, y es que en repetidas ocasiones el presidente se mostró grosero y en actitud desafiante hacia algunos reporteros por más de una hora.
Claro, que como ya es tradición, el presidente Trump tomó su cuenta de Twitter esta mañana para agradecer a algunos medios sus buenas declaraciones sobre la conferencia y una vez más mencionó a la ‘prensa falsa’.
Muchas gracias a todos por sus buenas declaraciones de la Conferencia de Prensa de ayer. Rush Limbaugh dijo una de las mejores. Los medios falsos no están felices’, escribió en su cuenta de Twitter.
Rush Limbaugh es un locutor de radio y comentarista política del ala conservadora estadunidense, quien en su programa de radio elogió la conferencia de prensa como ‘una de las más efectivas que ha visto’, y que seguramente ‘la gente odiaría más a Trump después de esto’.
El evento de 77 minutos fue una desenfadada ventilación de quejas, en el que el nuevo mandatario intentó pisar terreno firme tras lo que ha sido el inicio más accidentado de una presidencia en los últimos años. Trump criticó a un “mal tribunal” por bloquear su decreto que restringía el ingreso temporal dr inmigrantes, y rechazó que la Casa Blanca esté paralizada por el caos y pleitos entre sus principales asesores.
“Este gobierno corre como una máquina bien afinada”, alardeó.
Con su característica hipérbole lejana a la realidad, Trump dijo que nunca ha habido un presidente “que en este breve período haya hecho lo que hemos hecho”. Le echó la culpa de cualquier problema al pasado gobierno del presidente Barack Obama —”heredé un desastre en el país y en el extranjero”— y a los medios de comunicación.
Trump pareció deleitarse en forcejear con los reporteros, interrumpiendo repetidas veces sus preguntas y mencionando historias con las que no está de acuerdo, perfectamente consciente de que sus ataques seguramente serán elogiados por sus leales partidarios.
El mandatario aceptó preguntas de 17 reporteros el jueves, muchas más que en la mayoría de las conferencias de prensa de los presidentes. Con frecuencia sus respuestas fueron difíciles de comprender, casi como si fueran el flujo de ideas que se le venían a la cabeza, y algunas de ellas fueron sorprendentemente extrañas.
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