Washington.-Hasta 14 millones de estadunidenses perderían su seguro médico el año próximo si entra en vigor un plan republicano para desmantelar el Obamacare, afirmó este lunes la no partidista Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO) en un potencial revés al presidente Donald Trump.
El esperado informe estimó también que 24 millones más estarían sin seguro para 2026 si es adoptado el plan que se debate en la Cámara de Representantes. El Obamacare permitió que unos 20 millones de ciudadanos sin seguro previo obtuvieran cobertura médica.
La CBO calcula que 52 millones de personas carecerán de seguro para 2026 si el proyecto se convierte en ley, comparados con los 28 millones que no gozarían de cobertura si se mantuviera sin cambios la ley impulsada por el ex presidente Barack Obama.
Dos comités de la Cámara de Representantes aprobaron la legislación para desmantelar el Obamacare que fue presentada hace una semana por líderes republicanos, pero se enfrenta a la oposición no sólo de los demócratas, sino también de actores del mundo sanitario como médicos y hospitales, y muchos conservadores. Los hallazgos del reporte de la CBO podrían complicar el paso del plan republicano por el Congreso.
No obstante, la agencia dijo que los déficit federales caerán 337 mil millones de dólares netos en el periodo 2017-2026 si entra en vigor la iniciativa republicana.
Algunos republicanos temen que un fracaso en la aprobación de esta legislación pueda complicar el mandato de Trump y preparar el escenario para derrotas del partido en las elecciones legislativas de 2018.
El presidente de la Cámara de Representantes y principal promotor del plan en el Congreso, Paul Ryan, dijo que las estimaciones de la CBO mostraron que al final se rebajarían las primas, al tiempo que destacó que el Legislativo y el gobierno tienen previsto dar pasos adicionales para mejorar el sistema de salud.
En otro escollo para la administración Trump, una alta consejera de la Casa Blanca admitió este lunes no tener ninguna prueba de que el presidente haya sido objeto de escuchas telefónicas de su antecesor, Barack Obama, como denunció el mandatario en la red Twitter.
Yo no tengo ninguna prueba, pero hay una investigación en el Congreso, dijo la controvertida asesora presidencial Kellyanne Conway a la cadena de televisión ABC.
El domingo, la propia Conway se había visto envuelta en una espectacular polémica al afirmar durante una entrevista al diario USA Today que había muchas formas de vigilar y hasta mencionó la posibilidad de utilizar hornos de microondas para espionaje.
Este lunes, en declaraciones a la red CNN, Conway prefirió un claro paso atrás, alegando que se refería a técnicas generales de espionaje y no a este caso específico, aunque reiteró la admisión sobre la falta de pruebas.
Yo no creo que haya habido personas que utilizaron hornos de microondas para espiar la campaña de Trump. Pero no es mi trabajo recolectar evidencias. Para eso están las investigaciones, dijo.
Irritado sobre la presión de la prensa sobre Conway por sus declaraciones, Trump recurrió a su canal favorito, Twitter, para enviar un claro mensaje.
El presidente pide gentileza
Es increíble lo grosera que puede ser la prensa con mis representantes que trabajan tan duro. Sean más gentiles, escribió el mandatario.
Desde que Trump lanzó el 4 de marzo la explosiva denuncia sobre las escuchas telefónicas en sus oficinas de la Torre Trump en Nueva York durante la campaña electoral, la Casa Blanca se encuentra bajo fuerte presión para que presente evidencias.
Durante el fin de semana, el senador y ex candidato presidencial republicano John McCain dijo en una entrevista que Trump debería presentar pruebas en apoyo de sus denuncias o retractarse públicamente.
El propio portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ya buscó bajar el volumen de la polémica sobre el supuesto espionaje a la campaña de Trump, y el jefe del sistema de inteligencia durante el gobierno de Obama, James Clapper, negó que tal operación haya sido realizada por las agencias bajo su mando.
Al ser consultado sobre si tenía razones para creer en la posibilidad de una intervención telefónica a la campaña de Trump, el influyente presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, respondió: no.
Reuters y Afp