Un informe de la Cofepris revela que tras revisar 122 instalaciones médicas en el país en todas encontró anomalías en materia de salubridad
Ciudad de México.-El hijo de Francisco Cortez Mora murió a los tres días de nacido en el Hospital Regional de Zona Número uno del IMSS en Culiacán (Sinaloa, noroeste de México) por choque séptico. Un doctor le avisó aquel septiembre de 2015 que había nacido “infectado” y que no pudo sobrevivir a cuatro infartos. El hombre de 38 años está seguro de que su hijo nació sano y que la infección fue a causa de una bacteria que adquirió en el hospital. En el área de neonatos, donde estaba su bebé, siempre olía a orines y había polvo, asegura Cortez Mora. “Había cucarachas, moho en el techo, manchas y hongos en el piso, y las batas que usaban las mamás tenían sangre”. Además los enfermeros y residentes entraban con comida y no se lavaban las manos, cuenta el padre de familia.
Para demostrar que las condiciones de higiene del hospital eran deficientes, Francisco recurrió a la ley de transparencia y pidió a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la encargada de vigilar los establecimientos de salud en México, el diagnóstico que había hecho del hospital. En la documentación que obtuvo constató la existencia de diversos factores de riesgo, como falta de limpieza en la ropa de cama de los pacientes y el personal de salud, suciedad en diversas áreas y carencia de buenas prácticas de higiene —incluyendo lavado de manos—, así como deficiencia en la preparación de alimentos y soluciones de uso médico.
El Hospital Regional Número uno de Sinaloa no es la única instalación médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) —el principal sistema de salud en México— que ha revisado la Cofepris y que opera con diversas fallas de higiene. En un programa de revisión hospitalaria que emprendió el organismo desde 2013 para identificar posibles riesgos sanitarios y elaborar planes de corrección, ha encontrado anomalías en 124 establecimientos (la misma cantidad que ha revisado), consta en los oficios entregados por la Cofepris en respuesta a una solicitud de información hecha por este medio.
Al diagnóstico en materia de salubridad, se le suman las inconformidades por malos servicios médicos e ineficiencia en los trámites. El IMSS, la institución de sanidad más grande en América Latina, es uno de los organismos de los que más se quejan los mexicanos. Al mes 3.581 personas (119 al día) acuden ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión de Arbitraje Médico o ante el mismo instituto para denunciar alguna anomalía.
Las principales fallas
En la revisión hecha por la Cofepris se encontró que en algunos hospitales el personal que prepara los medicamentos no realiza lavado de manos previo y no utiliza cubrebocas. En el Centro Médico Nacional de Occidente en Guadalajara, por ejemplo, el personal es insuficiente y no cuentan con un turno nocturno por falta de empleados. Además no todo el personal cuenta con su título y cédula profesional.
En un hospital de Yucatán se encontraron medicamentos con fecha de caducidad vencida y se constató que no se realiza limpieza y desinfección de todas las camas, cunas de calor radiante, incubadoras y bacinetes cada vez que se desocupan por transferencia o egreso de paciente. El servicio de urgencias no dispone de laboratorio clínico y rayos x en el tiempo que se requiere. En la sala de recuperación obstétrica los espacios están rebasados por la cantidad de pacientes atendidos y sólo se cuenta con una ambulancia, la cual no es suficiente para cubrir la demanda.
En el Hospital de Especialidades Antonio Fraga Mouret, en la Ciudad de México, se encontró que tras la muerte de un bebé no se emitió el dictamen de muerte materna. Tampoco se señaló si la causa de la defunción de la paciente fue directa o indirecta a la muerte materna y no se elaboró su acta de defunción por carecer de documentación. En el área de urgencias, terapia intensiva y hospitalización del Hospital de Oncología del Centro Médico nacional se observó polvo y falta de limpieza.
Durante la visita de verificación al Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI se observó que las salas quirúrgicas no cuentan con superficies limpias, el cuarto séptico es usado también como cuarto de aseo y los residuos peligrosos biológico-infecciosos se mezclan de manera indistinta en los mismos recipientes de almacenamiento de la basura municipal. Además se encontró que las bolsas de reanimación respiratoria, sensores de oxígeno o inspirómetros que se usan con algunos pacientes no son lavados, esterilizados o desinfectados antes de volver a ser usados con otro enfermo, mientras que los dispositivos desechables, como circuitos de ventilación, también son reutilizados.
La mayoría de las fallas que se encontraron en las instalaciones médicas del IMSS se refieren a la suciedad en las instalaciones, expedientes mal integrados, estudios de laboratorio sin diagnóstico, hojas de consentimiento para autorizar algún servicio sin firmas de los testigos, notas e indicaciones médicas ilegibles, historiales clínicos sin nombre y firma del personal médico, falta de insumos, consultorios médicos sin áreas de exploración, y contenedores con residuos infecciosos sin tapa.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha emitido 77 recomendaciones al instituto entre el 2005 y el 2016. Un total de 38 expedientes fueron por la deficiente atención médica que denunciaron los derechohabientes, 27 por una inadecuada atención en materia obstétrica,y el resto por daño a la integridad del paciente e inadecuadas instalaciones, de acuerdo a la información entregada por la CNDH en respuesta a una solicitud de información.
El País