Madrid. “ETA no has ha dado la responsabilidad del desarme de su arsenal, y en la tarde del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada”, anunció un activista vinculado a la izquierda independentista vasca, Etcheverry Txetx, quien también explicó que la verificación de los pasos los realizará el Comité Internacional de Verificación.
El grupo armado vasco Euskadi Ta Askatasuna (ETA, País Vasco y Libertad) decretó el cese definitivo de la violencia el 20 de octubre del 2011 y desde entonces no se ha registrado ninguna acto de violencia, sin embargo el proceso de pacificación se encuentra estancado ante la negativa de los Estados español y francés de sentarse a negociar con la organización independentista.
Tras un largo de periodo de reflexión y de debate interno, finalmente ETA decidió dar el paso para su desarme definitivo e unilateral, una vez que en la decisión no han influido las reiteradas negativas del gobierno español, presidido por el derechista Mariano Rajoy, para participar en la verificación del desarme ni se ha querido sentado a negociar la situación de algunos presos vinculados a ETA, sobre todo en el asunto de la dispersión en cárceles lejanas a sus familias o la situación de los reclusos gravemente enfermos.
El grupo armado, que tras un debate interno decidió renunciar a la violencia a finales del 2011, para lo que dio su visto bueno para la creación de un Comité Internacional de Verificación, presidido por Ram Manikanningam e integrado por diversas personalidades vinculadas a trabajos relacionados con la pacificación de conflictos bélicos o civiles. Esto órgano será el encargado de acompañar a ETA y a sus dirigentes en su desarme total, que consistirá en la destrucción de todos sus arsenales, en los que se cree que hay varias toneladas de explosivos y abundantes armas de grueso calibre.
La decisión de ETA viene motivada en parte por las presiones al interior de la izquierda independentista, que tras un largo proceso de debate y reflexión entre sus militantes y dirigentes decidieron finalmente rechazar de forma categórica el uso de la violencia en sus reivindicaciones políticas.
Su principal dirigente, Arnaldo Otegi, es el principal abanderado de esta idea que el País Vasco necesita de la paz para llegar a la ansiada independencia, al señalar como el camino a seguir el emprendido en los últimos años en Cataluña, que actualmente tienen abierto un proceso unilateral de independencia.
La Jornada