Ciudad del Carmen, Camp. A 79 años de la expropiación petrolera y tras años de una crisis que podría “secar” las zonas de explotación de hidrocarburos, la reforma energética abre a Petróleos Mexicanos la oportunidad de reinventarse, para enfrentar la competencia incluso en otras latitudes del mundo, sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto.
En el parque industrial isla del Carmen, ante cientos de trabajadores petroleros, Peña Nieto, acompañado del gobernador, Alejandro Moreno Cárdenas, se dio tiempo para anunciar que antes del mes de noviembre del año próximo se cumplirá con la añeja demanda de los habitantes del estado para construirse con las más altas especificaciones el nuevo puente de la Unidad, que comunica a la Isla del Carmen con el macizo continental.
Así, entre vítores incontables, porras de los bien organizados contingentes de trabajadores petroleros, transportados a este enclave de producción de hidrocarburos con la fuerza de Carlos Romero Deschamps, el mandatario reconoció al dirigente como su amigo, representante de un gran sindicato.
Peña Nieto recordó que en 1938 Lázaro Cárdenas tomó la decisión valiente y visionaria de expropiar.
Y de inmediato pasó a recordar que al inicio de su administración, tras décadas de bonanza petrolera, tuvo que tomarse una decisión definitiva para enfrentar una situación critica: la reforma energética.
Fustigó a los críticos de esa determinación porque actúan de forma irresponsable, en busca de los reflectores o por desconocimiento, pues, ninguna petrolera en el mundo hace frente a los riesgos que implica la exploración y explotación en aguas profundas.
Tan solo, adujo, el costo de explotación de un pozo en aguas profundas se calcula en 5 mil millones de dólares, cifra equivalente al presupuesto trianual del estado de Campeche.
Así, “México necesitaba enfrentar con decisión y visión los desafíos petroleros”.
Ahora, refirió, con un ánimo distinto al de hace año y medio, cuando se auguraba un futuro nada halagüeño para la industria petrolera, Peña Nieto fue más que optimista.
Ponderó las asociaciones estratégicas de Pemex, la participación de la inversión privada en la industria, que con la reforma energética augura para este año una suma de 70 mil millones de dólares en inversión.
De nuevo, el presidente se sintió como en casa. El gobernador Alejandro Moreno así le lo hizo sentir, los cientos de trabajadores que lo vitorearon con porras incesantes (a quienes estrechaba la mano y se tomaba selfies), el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, el dirigente sindical Carlos Romero Deschamps, le hicieron ver el músculo que ese sector aún tiene: “petroleros Peña Nieto; las cosas buenas si se cuentan; petroleros unidos venceremos”.
Así, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, entregó también el título de concesión para construir el puente de la Unidad al gobernador Alejandro Moreno. Hecho que fue muy aplaudido por los asistentes al acto porque había sido promesa que nunca se había cumplido.
También el director de la empresa productiva del estado, José Antonio González, manifestó optimismo y fue tajante cuando se refirió al estado actual de la empresa:
“Pemex va por buen camino y la reforma energética se fortalece. Pemex tiene que alcanzar la viabilidad financiera, no olvidamos el pasado para que el futuro de la empresa emblemática de México”.
La Jornada