Eulalia Rocha
Legislador 43
Oaxaca de Juárez, Oax.- Hubo acarreados, aplausos, abucheos, oportunistas políticos y vendedores de souvenirs, pero algo le faltó este sábado al evento de Andrés Manuel López Obrador en Oaxaca; tal vez así se percibió por el descontento de los morenistas, de los que no creen en las buenas intenciones de los actores que ahora respaldan el proyecto político del tabasqueño, pero que en su momento han traicionado los principios base, por lo menos en discurso, de dicho movimiento, “no robar, no mentir, no traicionar al pueblo “.
Así, personas traídas de diversos municipios gobernados por Morena o afines a alguno de los firmantes del “Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo de Oaxaca y el Renacimiento de México”, se dieron cita en la Alameda de León, donde se ofrecían playeras de 70 pesos, tazas de 45 y sombrillas de 100, todas con las siglas de Morena o con el rostro del aspirante presidencial.
No hubo lleno total, algunas sillas incluso se quedaron vacías, en el templete iban apareciendo los personajes que firmarían el acuerdo, otros llegaron poco después de las 11:00 con López Obrador, que como es costumbre, saludó a quienes se acercaron y autografió los libros recién comprados que también se ofrecieron en el evento.
Salomón Jara abrió el acto en Zapoteco; luego, comenzaron las rechiflas cuando dijo que el pacto podría ser firmado por hombres y mujeres, que sin importar su filiación partidista quisieran la transformación del país.
La primera en firmar fue Graciela Zavaleta Sánchez, representante de la Organización de Derechos Humanos “Mahatma Gandhi”. De ahí, fue pasando cada firmante con su respectiva rechifla, abucheo o calificativo, solo dos o tres se salvaron de la grilla morenista inconforme, que incluso le tocó a personajes que no firmaron pero que estaban en el templete, como a los hermanos Félix y Rosendo Serrano.
Firmaron el acuerdo de unidad: Ericel Gómez Nucamendi, empresario dueño de un periódico local, ex senador por el PRI y exdiputado por movimiento ciudadano; le siguieron el experredista Jesús Romero López, diputado por el PT; el exrector de la UABJO, Eduardo Martínez Hermes, a quien no bajaron de porro y de corrupto.
Tampoco le fue bien al ex dirigente estatal del PRD y actual integrante de la comisión política nacional de ese partido, Rey Morales Sánchez, quien firmaba al coro de ¡fuera, fuera, fuera…! Total que hasta al mismo AMLO le causaba risa las consignas contra a su ahora aliados.
En esa dinámica de rechazo e incredulidad, también firmaron el exdirigente magisterial, Héctor Pineda; el diputado del PRD, Alejandro Aparicio; Karina Barón, diputada federal del “Sol Azteca”, el dirigente del MULT, Rufino Merino Zaragoza, y el ex secretario de Asuntos Indígenas, Adolfo Regino Montes.
Otros firmantes: Miguel Tejero Villacaña, asesor de la Coordinadora Estatal de Productores de Café del Oaxaca (CEPCO); Víctor Cruz Vasquez, presidente Municipal de San Pedro Pochutla por el Partido del Trabajo (PT); Elisa Cepeda y Austreberta Ramírez López, presidentas municipales de Eloxochitlán y de Zacatepec, Mixe. Así como de la Sección 22, Albino Pérez Juárez y Gustavo Manzano Sosa; exdiputado por el PAN, Antonino Morales; excandidatos del PAN, Luis Alfonso Silva, Luis Enrique Ortega; Silvia Martell, promotora Cultural y Baltazar Gonzalo López, presidente de Silvicultores Comunitarios.
Ya en su discurso, López Obrador justificaba la necesidad de unidad, pero ni eso evitó el descontento de sus seguidores. El líder de Morena habló sobre su proyecto presidencial, lo que hará cuando su movimiento triunfe en el 2018; políticas pro migrantes, pero también de estabilidad económica para que la gente no tenga necesidad de abandonar sus lugares de origen; prometió aumentar al doble la pensión para los adultos mayores, construcción de refinerías y bajar el precio de las gasolinas.
Reiteró que será Morena quien encabece la cuarta transformación histórica de México, y por supuesto, criticó a la “mafia del poder y a la corrupción que hay que combatir desde arriba”, lo que volvió a activar los gritos contra varios de los que en el templete no cuentan con la calidad moral para criticar la corrupción y la viciada política oaxaqueña.
Uno de los momentos cumbre del discurso, fue cuando AMLO se refirió a Donald Trump como un ser autoritario, grosero y prepotente, “que está acosando a nuestros paisanos migrantes, es tan alevoso” dijo.
Criticó la construcción del muro fronterizo y el acoso a los migrantes. “…Lo primero es construir aqui en la tierra un mundo sin fronteras, el reino de la justicia y de la fraternidad universal. La justicia y el amor al prójimo es lo primero” aseveró.
Al finalizar con la tradicional foto, los abucheos no acababan, López Obrador se retiró luego sin dar entrevistas pero accedió a algunas selfies. En el templete quedaron varios personajes atendiendo a la prensa , y abajo, la mayoría de los asistentes se dispersaban con un amargo sabor, porque aunque reiteradamente se haya dicho que es un acuerdo de unidad, se queda la gran duda de si estos personajes le suman o restan al proyecto obradorista.
El próxima entrega, algo del historial de los nuevos aliados de AMLO…
