El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, respalda la operación de Washington.
El lanzamiento de misiles estadounidenses contra posiciones del Ejército sirio de Bachar el Asad ha sido recibido este viernes por Rusia —aliado de Damasco— como una “agresión a un Estado soberano” y ha hecho que el Kremlin amenace con terminar la cooperación militar que mantiene con EE UU para derrocar al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). La Casa Blanca ha intervenido por sorpresa esta madrugada en represalia por el ataque químico que el pasado martes acabó con la vida de 86 personas en la ciudad siria Jan Sheijun.Las reacciones de la comunidad internacional han sido dispares; desde el apoyo de Alemania, Francia, Reino Unido y Australia, a la prudencia de China, que pide a Washington que evite un “nuevo deterioro de la situación”.
RUSIA. El presidente de Rusia, Vladimír Putin, ha acusado a la Casa Blanca de fabricar un “pretexto” para el ataque y de tener ya planeada la intervención militar en Siria, antes de que se produjera el ataque químico. Considera que la intervención estadounidense supone una violación de la legislación internacional y ha decidido suspender el pacto con EE UU que evitaba incidentes aéreos en Siria.
OTAN. La Alianza Atlántica ha respaldado el ataque ordenado por EE UU y ha culpado al régimen de Bachar el Asad de que ocurriera. “El régimen sirio es el responsable absoluto de esta novedad. La OTAN ha condenado el uso continuado de armas químicas por parte de Siria como una clara violación de las normas internacionales. Cualquier uso es inaceptable y no puede quedar sin respuesta”, ha justificado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en un comunicado.
FRANCIA Y ALEMANIA. Francia y Alemania consideran a El Asad el “único responsable” del bombardeo estadounidense en Siria. En un comunicado conjunto, el presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, han afirmado que “el uso continuado de armas químicas y de crímenes masivos” que perpetra el régimen de Damasco “no puede quedar impune” y han instado a la comunidad internacional a “unirse a favor de una transición política en Siria” de acuerdo con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y del comunicado de Ginebra. De acuerdo con el Elíseo, Washington advirtió tanto a París como a Berlín del ataque antes de que este comenzara.
ARABIA SAUDÍ. El principal aliado de EE UU en Oriente Próximo ha encabezado el apoyo al ataque, y las redes sociales se han convertido en una cámara de aplausos bajo la etiqueta en árabe #América_golpea_régime_Bachar. Para Riad, se trata de la “respuesta al uso de armas químicas por parte del régimen sirio contra civiles inocentes” y la responsabilidad última está en “el dictador Bachar el Asad”, según ha expresado un responsable de Exteriores citado por la agencia estatal SPA. Las monarquías de la península arábiga llevaban varios años pidiendo la intervención de Washington y fue uno de los motivos de su distanciamiento de la Administración Obama.
TURQUÍA. Turquía ha dado la bienvenida al ataque estadounidense a la base aérea de Sharyat como respuesta al reciente ataque químico en la localidad de Jan Sheijún. Además, la oficina del presidente de la República, Recep Tayyip Erdogan, así como el Gobierno, han pedido que las medidas contra el régimen de Bachar el Asad vayan más allá. “Es necesario establecer una zona de exclusión aérea y crear zonas seguras en Siria (para acoger a la población desplazada)”, afirmó el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, quien consideró la destrucción de la base de Sharyan “un importante paso para asegurar que ataques químicos y convencionales contra la población civil no queden sin castigo”.
IRÁN. “[Con el ataque] solo se fortalece a los terroristas”. Junto con Rusia el principal sostén del régimen de El Asad ha expresado una “firme condena a este tipo de ataques unilaterales”, según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores citado por la agencia ISNA. ”Estas medidas solo sirven para fortalecer a los terroristas [los insurgentes] y para complicar la situación en Siria y en la región”. Irán secunda la versión del régimen sirio de que todos los grupos armados que lo combaten son “terroristas”, sin hacer distinción entre “rebeldes” y “yihadistas”. Desde el inicio de la revuelta contra Bachar el Asad, la República Islámica ha prestado apoyo militar y financiero al que siempre ha sido principal aliado árabe. No sólo ha enviado a oficiales de la Guardia Revolucionaria como asesores sino que incluso ha coordinado la formación de milicias de voluntarios chiíes, procedentes de Afganistán, Irak y Líbano, para luchar codo con codo con las fuerzas sirias.
UNIÓN EUROPEA. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha mostrado un sorprendente apoyo de toda la Unión Europea a la estrategia de Donald Trump. “Los ataques de Estados Unidos muestran una determinación necesaria contra los bárbaros ataques químicos. La UE trabajará con EE UU para acabar la brutalidad en Siria”, ha asegurado en Twitter.
La afirmación contradice la postura que ha mantenido el club comunitario desde el principio de la guerra siria: la UE no será un actor militar en esta contienda porque la solución debe ser política (aunque algunos de sus países sí colaboran activamente en la coalición internacional contra el ISIS). La alta representante para la política exterior europea, Federica Mogherini, ha respondido a la acción de Trump con un comunicado menos entusiasta que el de Tusk. Enmarca el ataque estadounidense en la “comprensible intención de evitar que se extienda el uso de las mortíferas armas químicas”, pero añade: “La UE cree firmemente que no puede haber solución militar al conflicto”. Más cercano a la línea del presidente del Consejo, el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha declarado: “El uso de armas químicas debe tener respuesta”. Juncker insta a “redoblar esfuerzos para frenar la espiral de violencia en Siria”, ha afirmado en un comunicado.
CHINA. Pekín ha reaccionado con moderación al bombardeo, ocurrido mientras Trump recibía al presidente Xi Jinping en su club privado de Mar-a-Lago, en Florida. Funcionarios estadounidenses han asegurado que Trump informó a su homólogo chino sobre la acción, aunque no precisaron el momento exacto ni en qué términos se lo comunicó. Aunque es habitual que China se oponga o se abstenga en las resoluciones de condena al régimen de Bachar al Asad por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, en su rueda de prensa diaria, el Ministerio de Exteriores chino se limitó a lanzar un mensaje de cautela. La portavoz Hua Chunying pidió “evitar un nuevo deterioro de la situación” y condenó “el uso de armas químicas por parte de cualquier país, organización o individuo, con independencia de las circunstancias y el objetivo”.
En sus conversaciones, este jueves y viernes, Trump y Xi tenían previsto abordar, como uno de sus asuntos principales, el programa de armamento de Corea del Norte. El presidente estadounidense quiere que China aumente la presión sobre el régimen de Kim Jong-un para que lo abandone, y amenaza con actuar, de lo contrario, de manera unilateral contra Pyongyang. El momento en que se ha producido el ataque contra Siria hace pensar que se trata también de un mensaje contra Corea del Norte.
ISRAEL. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha expresado esta madrugada su completo apoyo al “fuerte y claro mensaje” enviado por el ataque estadounidense en Siria.
SUECIA. A pesar de que el país, miembro no permanente del Consejo de Seguridad, condene el ataque químico en Siria, su Gobierno ahora despierta “dudas” sobre si el ataque de EE UU tiene la suficiente base jurídica. “Es importante que los actos tengan una base jurídica. El bombardeo genera dudas sobre si es compatible con el derecho internacional. La cuestión debe por eso regresar al Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene que tomar la responsabilidad para una solución política duradera”, señaló la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Margot Wallström, en declaraciones a la agencia TT.
El País