Borge y César Duarte no son los únicos en problemas con el tricolor por acusaciones de corrupción: Yárrington, Granier, Reyna, Villanueva y Javier Duarte ya salieron del partido por actos indebidos.
Ciudad de México.-Los exgobernadores Roberto Borge, de Quintana Roo, y César Duarte, de Chihuahua, no son los únicos priistas que se encuentran en problemas con su partido por polémicas relacionadas con acusaciones por presuntos actos de corrupción.
A estos exmandatarios, investigados por posibles irregularidades durante sus gestiones, se suman otros políticos que han enfrentado desde amagos de expulsión hasta ceses dentro del tricolor por los escándalos en que se han visto envueltos.
La más reciente expulsión es la de Tomás Yárrington, de Tamaulipas, quien fue detenido este fin de semana en Italia. Tras su arresto, el PRI informó en un comunicado que Yárrington ya había sido expulsado el 16 de diciembre pasado, y recordó que sus derechos como militante estaban suspendidos desde 2012, mientras se aclaraba la acusación abierta en Estados Unidos en su contra por presuntos nexos con el crimen organizado.
También el año pasado, en octubre, el PRI expulsó de sus filas a Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, quien actualmente está prófugo de la justicia y es acusado de desvíos millonarios a través de una red de empresas fantasma.
A estos nombres se suma el del exgobernador de Michoacán Jesús Reyna, preso desde 2014 por vínculos con el grupo criminal de Los Caballeros Templarios.
El entonces coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que de, comprobarse estos señalamientos, no habría posibilidad de que Reyna permaneciera en el PRI, y que la expulsión sería “inminente”.
Otro amago de expulsión del PRI fue el del exgobernador de Tabasco Andrés Granier, quien fue acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de defraudación fiscal al haber reportado menos ingresos. El político encara acusaciones de corrupción luego de que fue exhibido ostentando su riqueza en una conversación privada, justo en medio de reclamos del actual gobierno debido a faltantes millonarios en las arcas estatales.
Granier fue detenido desde 2013 y su defensa argumenta que tiene serios padecimientos de salud.
El entonces presidente del PRI, César Camacho, advirtió que Granier tenía los días contados en el partido tricolor, y confió en que el proceso de expulsión se concretaría “en el más corto plazo posible”. Sin embargo, del proceso interno no se ha difundido más información.
Lo mismo señaló la dirigencia del PRI en 1999 acerca de otro exgobernante: Mario Villanueva, quien fue acusado de vínculos con la delincuencia organizada. El entonces dirigente priista, José Antonio González Fernández, advirtió que no encubrirían al exmandatario de Quintana Roo ante las acusaciones de la PGR, reportó en ese tiempo el diario La Jornada.
Villanueva fue extraditado a Estados Unidos en 2010, donde dos años después se declaró culplable de lavado de dinero. En enero de este año regresó a México, donde permanece preso.
Yárrington, Reyna, Granier, Villanueva y Javier Duarte ya no aparecen en el padrón de militantes del PRI disponible en la página web del Instituto Nacional Electoral (INE), de acuerdo con una revisión realizada por Expansión.
En el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, expresidente del PRI en la capital acusado y luego exonerado de encabezar una red de prostitución, el partido suspendió sus derechos como militante, pero luego de que el exlíder capitalino obtuvo un amparo regresó a las actividades de su instituto político. Gutiérrez de la Torre reapareció publicamente en la toma de protesta de Mariana Moguel Robles como dirigente local del tricolor.
Otro militante priista, Manuel Enrique Flores, inició otro proceso de expulsión contra Gutiérrez de la Torre, a quien acusa de haber promovido el voto contra el tricolor en la pasada elección en la ciudad para seleccionar a 60 asambleístas constituyentes, según un reporte de El Universal.
Expansión