Cuernavaca, Mor.-El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro y Castro, denunció a través de sus redes sociales que la casa cural de la Parroquia de San Nicolás de Bari, ubicada en la Unidad Morelos de Jojutla, fue atacada a balazos la noche de este martes.
A las 13:05 de este miércoles, en su cuenta de Twitter @MonsRamonCastro escribió: “Anoche a las 22.45 balacearon la casa cural en Unidad Morelos de la parroq. S Nicolas de Bari. Cómo podemos tomarlo? Advertencia? Aviso?”.
El mensaje incluyó cuatro fotografías, tres de ellas de un portón metálico que lucía huellas de supuestos disparos de arma de fuego.
Mediante la misma vía, el obispo informó que del ataque no se registraron lesionados y que los afectados estaban presentando una denuncia de hechos ante las autoridades locales al medio día de este miércoles.
La Parroquia de San Nicolás de Bari se encuentra en el poblado de Galeana, en Zacatepec. El inmueble tiene dos capillas ubicadas en la Unidad Morelos. El ataque fue en la casa cural de la capilla de Gualupita, según confirmó apro con fuentes de esa zona.
La Unidad Habitacional José María Morelos y Pavón, ubicada en la desviación de Galeana a Tequesquitengo, en tierras de Jojutla, es un conjunto habitacional construido en 1978 para los obreros del Ingenio Emiliano Zapata de Zacatepec.
Es parte de una franja de poblaciones que han sido blanco de hechos de delincuencia y violencia. Hace unos meses, el cuerpo desmembrado de un hombre fue hallado a unos metros de la entrada de la unidad.
No es la primera vez que el obispo Ramón Castro realiza denuncias a través de las redes sociales. El pasado 20 de marzo usó esa vía para advertir que el hermano del párroco de Tetela del Volcán, Luis Manuel Manzanares Mendoza, fue secuestrado y asesinado.
Desde 2015, el obispo Castro y Castro ha sido objeto de críticas y ataques directos del gobierno de Graco Ramírez, sobre todo por la organización de marchas convocadas por la Diócesis para denunciar la violencia que padecen las comunidades de la entidad.
El conflicto con Graco
El conflicto con Graco Ramírez escaló hace poco, luego de que el obispo se reunió con distintos actores políticos, senadores, diputados federales y locales, el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, y el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
La reunión fue interpretada por el gobierno morelense como acción “político-partidista” del prelado, por ello, informó que acudiría a la Secretaría de Gobernación (Segob) a denunciar la “violación a la ley” por parte del obispo.
Como respuesta, la provincia católica a la que pertenece la Diócesis de Cuernavaca, incluido el arzobispo Norberto Rivera Carrera, hizo público el apoyo condicional a Castro y Castro.
Además, en entrevista con la prensa el 24 de marzo, el prelado aseguró que detrás de los ataques en su contra está “el miedo a la verdad”. Dijo: “les incomoda que diga la verdad”, pero también advirtió que no está atemorizado. “No he violado la ley”, aseguró.
No conforme, además retó indirectamente al gobierno de Graco Ramírez, al hablar de una “cuadrilla de bandidos bien organizada”.
–¿Siente temor el obispo?, se le preguntó.
–No, para nada. Yo sabía que habría muchas consecuencias, y soy congruente. Yo se que quien dice la verdad tiene muchas consecuencias, persecución y otras. Lo único que veo es que están encaminando todo el arsenal hacia mí.
Y detalló: “Fuimos muchos los que nos reunimos y normalmente es a todos, pero de una manera muy especial, en este caso, se van sólo contra el obispo. Y yo creo que eso debería hacerlos pensar, porque el apoyo del pueblo es muy fuerte. No les vaya a salir el tiro por la culata”.
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