Donald Trump es el verdadero Dr. Strangelove versión 2017 que nos enseñará a amar la bomba. No hay que olvidar estos días santos. Dentro de un tiempo, cuando estemos tratando de recordar cómo fue que comenzó todo, tendremos que regresar a los días del ataque a Siria y del bombardeo en Afganistán ordenado por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en poco tiempo le ha tomado cariño a lanzar sus huestes al ataque. El magnate está cumpliendo las expectativas más peligrosas sobre su mandato. Ojalá el botón rojo tenga un manual de procedimientos complicado para que a Trump le cueste trabajo descifrarlo porque de otra manera la única rama empresarial que tendrá auge será la de los refugios nucleares.
El mundo este Viernes Santo es mucho más peligroso. Habrá crucifixión pero no Domingo de Resurrección. Ni los demonios del ISIS ni de otras organizaciones guerrilleras del mundo se quedarán con los brazos cruzados. Picarán por todos lados.
A los mandos del Pentágono se les ocurrió que una buena opción para atacar a los terroristas era arrojar sobre una localidad de Afganistán la que se conoce como “la madre de todas las bombas”. La más destructiva no nuclear. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que Trump se anime por la nuclear? La bomba tiene el nombre de pila de GBU-43, Explosivo Aéro de Ordenanza Masiva, y tiene el poder de penetrar la Tierra para destruir una supuesta red de túneles que ISIS tiene en un lugar llamado Achin. La bomba pesa 10 toneladas y es de color naranja. Hasta este momento no se sabe qué mató la bomba. Soldados, americanos, afganos, población civil y quizá combatientes de ISIS. Dicen quienes la arrojaron que es la munición adecuada. Ojalá no se equivoquen.
No hay que olvidar que Trump montó en furia por el supuesto ataque con armas químicas del régimen Sirio hace unos días, ¿cuántos civiles inocentes hizo polvo la bomba? Los mandos militares de los Estados Unidos se pueden volver locos disparando a discreción y entonces al mundo le quedarán pocas oportunidades para prevalecer después de la administración Trump. Apenas van cien días y ya tiene al mundo cerca del abismo.
¿Alguien en el Pentágono tiene un plan que incluya la respuesta de los terroristas? Para estas horas los gobiernos de Europa y de otras partes del mundo ya están en alerta máxima esperando el contra ataque en cualquier momento. Puede ser un grupo organizado o un lobo solitario.
Espero que los encargados de seguridad de México suspendan sus vacaciones y regresen a sus puestos. México es vecino de Estados Unidos de manera que no estamos exentos de peligro. Una sicosis de seguridad se fragua en territorio norteamericano. Puede usted apostar que se multiplicará la construcción de refugios debajo de las casas de los gringos del Medio Oeste que todo el tiempo están diciendo que el final se acerca. Sus deseos se pueden convertir en realidad. Trump boicotea los días santos. En lugar de estar reflexionando sobre un hombre que dio la vida en la cruz por salvar la nuestra, la prensa internacional está esta mañana con la foto de una gran bomba naranja en la portada. Lo malo de este Viernes Santo es que no está seguido de un Sábado de Gloria y mucho menos de un Domingo de Resurrección.
Juan Manuel Asai / CRÓNICA.com.mx
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