París.-Un atentado con explosivos contra el autobús de los jugadores del Borussia Dortmund, aficionados del Leicester condenados tras disturbios en Madrid e incidentes violentos en el estadio del Lyon: el futbol vivió una semana para olvidar en la ida de los cuartos de final de las competiciones europeas (Liga de Campeones y Europa League).
En condiciones normales, las imágenes de la semana hubieran sido los regates eléctricos o los goles, como los dos conseguidos por el argentino Paulo Dybala para que la Juventus derrotara 3-0 al Barcelona. Pero la semana del futbol europeo se resume con la fotografía de un autobús con cristales rotos, que conmocionó y heló la sangre de todos el pasado martes.
El atentado tenía como objetivo el autobús del Borussia Dortmund, con explosivos que habían sido colocados en su trayecto al estadio. Hubo dos heridos en el ataque, uno de ellos futbolista, el español Marc Bartra, que fue operado en una muñeca.
“Fueron los 15 minutos más largos y duros de mi vida”, afirmó Bartra este viernes en un mensaje en Instagram.
La autoría del ataque suscita interrogantes. Ningún elemento de la investigación en Alemania permitió acusar hasta ahora al que era el principal sospechoso y hay varios puntos por esclarecer, empezando por cómo de sólida es la pista islamista.
Las explosivos, en cualquier caso, sacaron al fútbol de su burbuja y le confrontaron a momentos de terror.
El entrenador del Mánchester City, el español Josep Guardiola, dio una extraña respuesta al ser preguntado por el Borussia Dortmund: “Da un poco de miedo lo que pasa en el mundo, está un poco loco. Lo que pasa en Siria… Esperemos que el presidente de Estados Unidos, los presidentes de Rusia y de China puedan intervenir y encontrar una solución, ya que si no no sabemos cómo va a terminar”.
Ayuda psicológica
Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool que dirigió en el pasado al Borussia Dortmund, también se refirió al atentado.
“Conozco perfectamente esa carretera y muchos amigos míos estaban en ese autobús. He visto las caras de mis antiguos jugadores después del partido (aplazado un día y perdido 3-2 por el Dortmund ante el Mónaco) y vi el shock en sus ojos. Llevará obligatoriamente tiempo superar esto”, estimó.
Los futbolistas están acostumbrados a visitar las consultas de preparadores físicos, pero el Borussia Dortmund ha puesto a su disposición un servicio de ayuda psicológica.
“Cada uno debe afrontar esto a su manera. Nadie lo vivió exactamente de la misma manera. Algunos jugadores vieron la explosión (…) hay muchas impresiones diferentes y por lo tanto muchas maneras diferentes de trabajar ante el trauma”, afirmó el jueves el entrenador del Dortmund, Thomas Tuchel, que el miércoles había mostrado su enfado con la UEFA por hacerles jugar un día después del atentado.
En Lyon, fue el miedo lo que dominó en el partido de ida de cuartos de la Europa League ante el Besiktas, que los franceses ganaron 2-1.
El partido estaba considerado de alto riesgo por los entre 15 mil y 20 mil hinchas turcos presentes, la mayoría procedentes de Francia y los países vecinos.
Ya antes del choque hubo disturbios fuera del estadio entre hinchas y con las fuerzas del orden. Antes del partido hubo una invasión de campo por parte de decenas de aficionados que escapaban de un lanzamiento de petardos y el caos motivó que el partido retrasara 45 minutos su hora de inicio.
Ahora la duda es cómo se jugará el partido de vuelta, previsto en Estambul.
¿Sanciones de la UEFA?
“No sé qué hay que hacer, si jugar a puerta cerrada o en otro lugar, pero sería muy peligroso para nosotros enfrentarnos a este adversario con los mismos aficionados (turcos)”, estimó el presidente del equipo lionés, Jean-Michel Aulas.
El Lyon había decidido desde el resultado del sorteo de los cuartos que no organizaría desplazamiento de sus hinchas a la ciudad del Bósforo.
A la espera de la decisión sobre ese partido de vuelta, la UEFA, la organización que tutela la competición, podría decidir sancionar a ambos equipos.
Fue así como procedió el jueves al abrir procedimientos disciplinarios contra el Atlético de Madrid y el Leicester, después de pequeños incidentes en el estadio Vicente Calderón coincidiendo con su partido del miércoles en la ida de cuartos de la Champions (victoria española 1-0).
Los disturbios en Madrid se dieron sobre todo en el centro de la ciudad y ante ellos fue la justicia española la que actuó.
Ocho aficionados de los ‘Foxes’ del Leicester fueron condenados el jueves a cuatro meses de prisión (sin entrada en la cárcel, ya que en España las penas inferiores a dos años usualmente no se ejecutan).
AFP