Tokio.-El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence reiteró este martes en Tokio el compromiso de Estados Unidos de garantizar la seguridad de Japón frente a Corea del Norte, que amenaza con efectuar un ensayo nuclear “por semana”.
La “alianza entre Estados Unidos y Japón es la piedra angular de la paz y la seguridad en el noreste de Asia”, declaró Mike Pence al entrevistarse con el primer ministro nipón Shinzo Abe.
Por su parte, Abe exhortó a buscar una solución pacífica en la crisis con Corea del Norte.
“Es muy importante para nosotros desarrollar esfuerzos diplomáticos y buscar una solución pacífica”, declaró el jefe del gobierno japonés.
“Al mismo tiempo el diálogo por el diálogo mismo carece de valor y es necesario presionar”, agregó.
Pence llegó a Tokio en la tarde del martes procedente de Corea del Sur para hablar de la tensión con Corea del Norte tras los ensayos de misiles en marzo y abril, decididos por el líder norcoreano Kim Jong-Un.
Desafiando las presiones internacionales y las resoluciones de la ONU, Corea del Norte intentó el domingo sin éxito lanzar un nuevo misil y se teme que el país se esté preparando para llevar a cabo un sexto ensayo nuclear.
En ese contexto, el viceministro norcoreano de Relaciones Exteriores, Han Song-Ryol, dio a entender que Corea del Norte contaba acelerar el ritmo de sus disparos balísticos.
“Vamos a llevar a cabo ensayos de misiles semanal, mensual y anualmente”, dijo Han en una entrevista a la BBC, al tiempo que amenazaba con una “guerra total”.
Corea del Norte podría anticiparse a la posibilidad de un ataque estadounidense golpeando a Corea del Sur o a Japón, por lo que Tokio y Seúl miran con preocupación la subida de tono del discurso de la administración Trump, cada vez más belicoso. Durante su visita a la zona desmilitarizada (DMZ), fronteriza entre las dos Coreas, Pence aludió a los ataques llevados a cabo por Estados Unidos contra una base siria y yihadistas en Afganistán. “Estas dos últimas semanas, el mundo ha sido testigo de la fuerza y determinación de nuestro nuevo presidente con las operaciones llevadas a cabo en Siria y Afganistán”, declaró Pence. “Todas las opciones están sobre la mesa”, para presionar a Pyongyang, indicó Pence, agregando que “la política de paciencia estratégica se ha acabado”. Washington teme que Corea del Norte esté cerca de construir un misil con carga nuclear que pueda llegar hasta territorio estadounidense. Al igual que Corea del Sur, Japón enfrenta amenazas directas de lanzamientos norcoreanos. “Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba su determinación, o la potencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región”, dijo Pence en Seúl.
Japón llama a solución “pacífica”
Japón teme que una acción por parte de Estados Unidos pueda desencadenar una crisis regional más amplia.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, exhortó a una solución “pacífica” de la crisis de Corea del Norte al inicio de una entrevista en Tokio con el vicepresidente estadunidense Mike Pence.
“Es muy importante para nosotros desarrollar esfuerzos diplomáticos y buscar una solución pacífica”, declaró Shinzo Abe. “Al mismo tiempo el diálogo por el diálogo mismo carece de valor y es necesario presionar”, agregó Abe.
A Tokio le conviene que la Casa Blanca se centre en presionar a China, el único aliado que le queda a Pyongyang, que además es su mayor socio comercial, y que Pekín interceda para que el régimen norcoreano acceda a volver a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear, abandonadas en 2009. “Con una coordinación estrecha, yo espero que podamos pedirle con firmeza a Corea del Norte que se abstenga de estas acciones provocadoras y que se apegue a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo el portavoz del gobierno japonés Yoshihide Suga.
El viaje también tiene un importante cariz económico. La decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), fue un golpe duro para Abe, que usó gran parte de su capital político para impulsar la iniciativa en Japón. En Tokio todavía quedan esperanzas de que el núcleo del acuerdo negociado entre Estados Unidos y Japón para intentar contrarrestar la presencia regional de China, pueda ser rescatado. Pero fuentes estadounidenses afirman que las expectativas de un acuerdo comercial bilateral ambicioso son prematuras.
AFP