Pyongyang.-Corea del Norte amenazó este lunes con una guerra total si Estados Unidos interviene militarmente en la región. Horas antes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había aconsejado al dirigente norcoreano Kim Jong-un portarse bien, mientras el vicepresidente Mike Pence advirtió que Washington y sus aliados darán una respuesta aplastante y efectiva a cualquier ataque con armas convencionales o nucleares.
China y Rusia, por separado, llamaron a la moderación y a no adoptar medidas unilaterales.
Kim In Ryong, embajador adjunto de Corea del Norte ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), acusó a Estados Unidos de instigar el conflicto mediante ejercicios militares en la región. En cualquier momento podría estallar una guerra nuclear”, sostuvo en Nueva York.
Dada la lógica criminal y el peligroso ruido de sables de Washington, Pyongyang está preparada para responder a cualquier forma de guerra estadunidense, agregó.
Si Estados Unidos se atreve a recurrir a una opción militar, la República Popular Democrática de Corea está lista para reaccionar a cualquier tipo de guerra que desee, añadió, y sentenció: Tendremos la más dura reacción contra los provocadores.
Insistió en que Pyongyang adoptó medidas de autodefensa, en respuesta a las amenazas militares de Estados Unidos, que reflejan su determinación para “replicar con misiles nucleares y misiles balísticos intercontinentales.
Han Song Ryol, viceministro norcoreano de Relaciones Exteriores, reiteró a la cadena británica BBC: vamos a llevar a cabo más pruebas con misiles, y serán semanales, mensuales y anuales.
Según afirma Corea del Sur, el país comunista posee de 10 a más de 20 bombas atómicas, indicó Dpa.
¿Tiene usted un mensaje para Kim Jong-Un?, preguntó un periodista al presidente republicano durante la tradicional búsqueda de huevos de Pascua en los jardines de la Casa Blanca.
A lo que Trump respondió: Portarse bien.
El comentario tuvo lugar un día después del fracasado intento de Corea del Norte de lanzar un nuevo misil, mientras se teme que Pyonyang prepare un sexto ensayo nuclear.
Desde Seúl, junto al primer ministro y presidente sudcoreano en funciones Hwang Kyo-ahn, Mike Pence aseveró: Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba la determinación o la potencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región, y reiteró: todas las opciones están sobre la mesa.
Tras una visita a la zona desmilitarizada en la frontera de las dos Coreas, Pence dijo que esperaba que China pudiera persuadir a Corea del Norte para renunciar a las armas nucleares, pero advirtió: la era de la política de la paciencia como estrategia, terminó.
China, aliado de Corea del Norte, pidió moderación ante la muy delicada y peligrosa situación. El vocero de la cancillería, Lu Kang, apremió a reducir las tensiones en la península para lograr un final pacífico a la crisis y abogó por la reanudación de las negociaciones multilaterales suspendidas desde 2009.
Espero que no haya acciones unilaterales como las que hemos visto recientemente en Siria, expresó el canciller ruso, Serguei Lavrov, en conferencia de prensa, y advirtió que aunque la violación de Pyongyang de las resoluciones de la ONU es censurable, ello no quiere decir que sea posible violar el derecho internacional usando la fuerza contra Corea del Norte.
Espero que no haya acciones unilaterales como las que hemos visto recientemente en Siria, expresó el canciller ruso, Sergei Lavrov, en conferencia de prensa, y advirtió que aunque la violación por parte de Pyongyang de las resoluciones de la ONU sea censurable, ello no quiere decir que sea posible violar el derecho internacional usando la fuerza contra Corea del Norte.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, llamó a todas las partes a mostrar prudencia, y evitar cualquier acción que pueda ser interpretada como una provocación.
Stephane Dujarric, vocero de la ONU, expresó su preocupación por el incremento de la tensión en la península coreana y dijo que la prueba de misil del domingo fue perturbadora. Llamó a Pyongyang a tomar las medidas necesarias para desescalar la situación y volver al diálogo sobre desnuclearización.
Lo que se vive es una crisis de misiles como la de Cuba, pero en cámara lenta, afirmó Robert Litwak, experto del Woodrow Wilson Center for Scholars que estudia la interacción potencialmente mortífera entre Estados Unidos y Corea del Norte, informó The New York Times.
El rotativo precisó que mientras la crisis coreana data de hace más de 25 años, la ocurrida en Cuba entre Fidel Castro y los gobiernos soviético y estadunidense, en 1962, duró 13 días.
Dpa, Afp, Ap y The Independent