En el 485 aniversario de la ciudad, el Gobierno de José Antonio Hernández Fraguas busca despertar en la ciudadanía el orgullo cívico por cuidar las calles, monumentos históricos y preservar las tradiciones y costumbres.
Oaxaca de Juárez, Oax.- La imagen oficial de Oaxaca de Juárez, cuyo nombre y figura han cambiado desde aquel año de 1532 – fecha en la que fue elevada al rango de Ciudad por la Cédula Real Española- ha contribuido a lo largo del tiempo al legado histórico y cultural de la capital del estado.
El cronista de la ciudad, Jorge Bueno Sánchez explica que los diferentes escudos que se han tenido dan cuenta del paso del tiempo de la antes Villa Antequera, por su camino indígena, español, mestizo y cosmopolita; pasajes de su legado histórico que también se ven reflejados en sus calles y monumentos, mismos que en diciembre de este año, cumplen 30 años de haber sido declarados por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
De ahí que en el marco del 485 aniversario de la ciudad, el Gobierno que encabeza José Antonio Hernández Fraguas busca despertar en la ciudadanía el orgullo cívico por cuidar las calles, monumentos históricos y preservar las tradiciones y costumbres, demostrando el amor que le tenemos a esta ciudad, que es de todos y haciendo valer los ideales de nuestros grandes abuelos, aquellos sabios depositarios de un legado cultural incuantificable.
Pergamino del escudo de Oaxaca del Rey Carlos V
En uno de sus documentos históricos, Antonio Gay relata que en 1856, el Rey Carlos V, de España, ennobleció a Oaxaca con un escudo de armas, cuya forma era elíptica y ofrecía un león de oro portando una corona imperial sobre un campo azul.
De acuerdo con la historia, el escudo entregado en pergamino con adorno de metal, se perdió durante una de las tomas de la Plaza Oaxaca, cuando en un acto de desesperación la soldadesca entró a la antigua Sala del Municipio y hurtó varios documentos, entre ellos el pergamino real.
En el libro “Las Calles de Oaxaca” se narra lo siguiente: “El historiador Antonio Gay nos aseguró que pocos años después, vio en magnos dignas aquel documento legendario, y no le fue posible adquirirlo, para hacer su descripción”.
El escudo o blasón de armas concedido a la Ciudad de Oaxaca por el rey Carlos Primero de España mediante la Cédula Real del 25 de abril de 1532 firmada en Medina del Campo, que establecía el título de “Muy noble y leal Ciudad de Antequera” a nuestra querida Oaxaca de Juárez, consta de una bordadura azul entre dos líneas negras y con 8 aspas de oro o cruces de San Andrés, repartidas en el centro de una franja. El color azul representa el zafiro, símbolo de justicia, lealtad y buena reputación.
Otra de las insignias en este escudo es el campo de gules, que representa al rubí entre las piedras preciosas y la claridad entre las virtudes. Mientras que el león de oro coronado y rampante, significa la fuerza, riqueza y bienestar.
Finalmente la corona imperial es la insignia que da a entender que durante la época de la Colonia, la ciudad estuvo bajo la protección inmediata de la Corona de España.
Escudo de Piedra de la Colonia Española
El Cronista de la Ciudad, Jorge Bueno Sánchez evocó que la ciudad de Oaxaca contó con un escudo de piedra, provisto por la colonia española, y que se encontraba ubicado en la esquina sur del ex convento de la Concepción. Posteriormente, este inmueble alojó a una escuela del padre de Carlos Gracida que después pasó a ser llamado el edificio Álvarez, conocido actualmente por una reconocida panadería.
Un texto de Carlos María Bustamante refiere que tras un fuerte temblor en 1821, el escudo de piedra se calló de la cornisa del edificio, siendo guardado en una bodega familiar, y posteriormente entregado al Templo de Santa María la Mayor, hoy templo de las Nieves o de la Virgen del Pópulo.
La Princesa Donají
La historia de amor entre la princesa zapoteca Donají y el príncipe mixteca Nucano, fue la fuente de inspiración para el escudo del Estado de Oaxaca, y actualmente es el emblema oficial del Honorable Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.
Basado en esta leyenda, en 1828, el gobierno de José Joaquín Guerrero elaboró un escudo para el Estado de Oaxaca dibujado por José María Melo, en el que se aprecia la cabeza yacente de la princesa Donají.
Sin embargo, el gobierno del estado dejó de usarlo y desde 1928 es el escudo oficial del H. Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.
La leyenda de la princesa Donají dice que un pastorcillo que cuidaba a sus animales, en lo que hoy se conoce como San Agustín de las Juntas, cerca del aeropuerto internacional de la ciudad de Oaxaca, encontró un lirio silvestre -flor también conocida como azucena- y en vez de cortarla solamente desde el tallo, decidió arrancarla de raíz. Cuando cavaba pudo ver una oreja humana, después la cabeza completa, la cual se dice que se preservaba intacta y que pertenecía a la princesa Donají. Se reconoció por las ricas decoraciones que presentaba.
La imagen de la ciudad, en el escudo estatal
En el año 1850 Alfredo Canseco diseñó el escudo del Estado, cuyos elementos hacen referencia a la ciudad de Oaxaca.
-La imagen cuenta con un campo rojo que significa el color de la grana cochinilla que se cultivó de 1521 a 1821.
-Hay un águila que representa la federación. Tiene siete estrellas que son las regiones de Oaxaca, esto surge del homenaje racial en 1932 que fue el inicio de lo que hoy es la Guelaguetza.
-La Nariz con flauta representan los huajes que es el nombre de Oaxaca, “nariz de huaje”.
-Cuenta con grecas que son parte de las pirámides de Mitla que nos indican nuestro origen prehispánico.
-Tiene un escudo dominico que significa la evangelización que llegó en 1528.
-Las dos manos rompiendo cadenas, simbolizan cuando Morelos llegó a Oaxaca en 1812, el 25 de noviembre y abolió la esclavitud al establecer el primer ayuntamiento. Se instala en la ciudad del 25 de noviembre hasta el 7 de febrero de 1813.