El concierto “Canto a Oaxaca 500 años” fue atestiguado por el Presidente Municipal, José Antonio Hernández Fraguas y la Presidenta Honoraria del DIF Municipal, Lorena Córdova Brena.
Oaxaca de Juárez, Oax.- Con un eco de romanticismo y lo mejor de su canto, esta noche en el Auditorio Guelaguetza, el cantautor cubano, Francisco Céspedes rindió un homenaje musical para celebrar el 485 aniversario de la elevación de Oaxaca al rango de ciudad, acto que también marcó el punto de partida para los primeros 500 años de su fundación.
Las letras de sus temas musicales no sólo estremecieron a los miles de asistentes que se dieron cita en la antigua rotonda de las azucenas, sino también contagiaron de romanticismo, evocando sentimientos de unidad y respeto.
Atestiguado por el Presidente Municipal, José Antonio Hernández Fraguas y la Presidenta Honoraria del DIF Municipal, Lorena Córdova Brena, el concierto “Canto a Oaxaca 500 años”, consistió en un recorrido por las melodías más conocidas del compositor.
En todo momento, el músico cubano complació a la audiencia con éxitos como “La vida loca”, “Remolino” y “Señora”, melodías que arrebataron los aplausos de las y los asistentes, quienes no dejaron de corear cada una de las interpretaciones.
Minutos antes, en conferencia de prensa el músico y compositor habló sobre el cariño que le tiene a Oaxaca, de ahí su fascinación por las creaciones musicales de Álvaro Carrillo, de quién eligió el tema “Sabor a mí”, como la primera melodía que interpretó de manera profesional.
“Mi cariño hacia Oaxaca es enorme y me emociona saber que está celebrando sus 485 años como ciudad, porque ahí empieza su historia. Oaxaca es más grande que los problemas que pueda llegar a tener, es fuerza, es María Sabina y sus hongos, es su música y su gente”, subrayó minutos antes de entrar al escenario.
Derroche de bohemia y música
Hombres y mujeres cantaron por igual – junto con el autor- al amor y al desamor, disfrutando así de una verdadera noche bohemia con arreglos musicales de piano, violín y guitarra.
En cada una de las interpretaciones, Francisco Céspedes logró despertar cualquier cantidad de sentimientos en sus admiradores, pues interpretó en compañía de Mario Carrillo Incháustegui -hijo del compositor oaxaqueño Álvaro Carrillo- su máxima interpretación: “sabor a mí”, acto que refrendó la pasión con la que el artista se desenvolvió en el escenario.
“Todavía”, “Pensar en ti”, “No queda nada” y “Por un beso tuyo”, enmarcaron este espectáculo en el cual – como lo indicó el cubano- entregó su corazón a los oaxaqueños, quienes a través de aplausos dieron muestra de la hospitalidad de esta tierra poseedora de una belleza arquitectónica incomparable, cuyos monumentos históricos le valieron en 1987 ser nombrada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Francisco Céspedes se despidió de los capitalinos, en medio de diversas manifestaciones de cariño de los asistentes, quienes de pie ovacionaron al cantautor.
“La morena” pone a bailar a los oaxaqueños
Como antesala de la gala musical, Alejandra Robles “La morena” puso a bailar a los miles de asistentes al Auditorio Guelaguetza, en una rápida pero nutrida intervención, la originaria de la costa oaxaqueña, dio una muestra de derroche de talento y amor por Oaxaca.
Acompañada de los integrantes de la Compañía de Danza Metamorphosis, a cargo de Noel Suastegui y el balarín Christian Cernas, “La morena” puso el ritmo, sabor y cadencia en el escenario. Entre sus interpretaciones destacaron “La llorona”, “El negro de la costa” y “Serpientes y escaleras”.
Además se contó con la participación del tenor Gilberto Regalado, el dueto “Bajo mis manos” y Erika Taes, estos últimos son beneficiarios de los apoyos al impulso artístico otorgado por la Coordinación de las Culturas, Turismo y Economía del Gobierno Municipal.
El concierto también fue presenciado por los integrantes del Cabildo capitalino y el funcionariado municipal.