José Alonso Ybañez desarrolló una tecnología que crea “botones virtuales”, con los que se puede manipular aparatos como la televisión, el equipo de sonido o las luces de casa; obtuvo financiamiento con una organización francesa.
Ciudad de México.-En los últimos siete años, José Alonso Ybañez ha trabajado en un proyecto que parecía de ciencia ficción: hacer funcionar cualquier aparato en tu casa sin necesidad de tocarlo. Este año lo hizo realidad, y la tecnología que inventó podrá ser utilizada en cualquier parte del mundo.
Ybañez es egresado de la Facultad de ingeniería de la UNAM, estudió la maestría en Francia y se ha dedicado a crear diferentes prototipos utilizando cámaras 3D y realidad aumentada.
Desarrollar esta tecnología va de la mano con la aparición de otras de la realidad aumentada, que permiten la interacción de objetos reales con lo virtual, y las cámaras 3D. Una cámara convencional sólo reconoce el nivel de gris o color entre cada pixel, pero las cámaras 3D identifican la distancia de cada pixel con un punto en el espacio.
“Empezamos a trabajar con esta tecnología para experiencias interactivas o interfaces de la ciencia ficción. Nos dimos cuenta que se necesitaba una interfaz fácil, y ahí es donde integramos la realidad aumentada para llegar al usuario final. Así es como llegamos a una aplicación, a algo que es tan fácil de usar”, explica Ybañez.
Se trata de un aditamento en forma de cilindro llamado Hayo. Se conecta a internet, y el usuario puede programar “botones virtuales” para manipular aparatos como la televisión, el equipo de sonido o las luces de la casa.
Así, si el usuario decide colocar el botón a cierta altura, puede encender la televisión o subir el volumen del reproductor de música con un movimiento de manos o pies. Una vez establecidos los mandos virtuales, no hay necesidad de tocar los objetos.
Incluso, también se pueden crear “barreras” virtuales, por ejemplo, establecer una línea donde los niños puedan acercarse en la cocina, y que en caso de sobrepasarla, se encienda una alarma.
Hayo funciona con el software y algoritmos que reconocen el espacio, e interactúa con el usuario, por eso es que el botón virtual no se podría accionar sólo porque alguien pase o haga un movimiento en el lugar donde está programado.
Del prototipo a la comercialización
Llegar a este producto les llevó siete años de prueba y error, generando otros aditamentos para la industria en Francia, donde Ybañez se estableció desde hace 14 años.
El aditamento fue presentado en el CES, la feria de electrónica de consumo más importante realizada en Las Vegas este año; sin embargo, la compañía necesitaba más recursos para poder comercializarlo, por eso lanzaron una campaña de fondeo a través de la plataforma Indiegogo, y consiguieron la meta de recaudación.
A partir de agosto próximo, Hayo comenzará a llegar a las casas después de los pedidos que ya comenzaron, sobre todo de usuarios de Alemania, Suiza, Francia, Estados Unidos y México. Ybañez espera que en esta primera etapa se puedan vender mil unidades.
Para hacer de esta tecnología una realidad, Ybañez ha conseguido diferentes fuentes de financiamiento, y asesoría de expertos en el desarrollo tecnológico, como Cap Digital, una organización francesa que agrupa a más de 1000 miembros, y que incluye a más de 850 start-ups y 50 pequeñas empresas, entre otros.
Su objetivo es conectar a los creadores con la gente correcta, ya sea fondeadores, incubadoras o más organismos para hacer crecer sus proyectos tecnológicos. Fue creada en 2006, y trabaja de cerca con el gobierno francés para ser una referencia europea del sector digital.
Entre las iniciativas más importantes está la organización del festival Futuro en Sena, donde se exhiben proyectos y acuden diversos creadores de tecnología e interesados en apoyarlas, y el público en general.
Aunque Ybañez llegó sin ayuda del gobierno mexicano a Cap Digital, este año la organización trabajará con México a través del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) en un proyecto binacional de intercambio.
El INADEM deberá elegir a dos startups mexicanas que tengan oportunidad de crecer en el mercado francés. “No se trata de hacer turismo, sino de emprender”, sostiene Antoine Allard, jefe de comunicaciones de Cap Digital.
Las elegidas recibirán una beca de manutención, un lugar para trabajar, asesoría para adaptarse al mercado francés y serán parte de los expositores en el festival Futuro en Sena, lo que les daría “mayor visibilidad”, dice Allard.
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