Fuentes judiciales informaron a Periódico Central –y a distintos medios de Puebla– que los atacantes de la familia son “una banda que opera en Tlalancaleca y Tlahuapan”, mientras que los agredidos son originarios de Quecholac. Todos ubicados en la zona de la llamada “Franja del Huachicol”, que es una serie de municipios en donde el robo de combustibles a Pemex se ha convertido en un negocio que disputan cárteles.
Con esos datos, el Gobierno poblano hizo circular en toda la prensa local la versión de una “vendetta” o “venganza”. La versión criminaliza a las víctimas y es, además, una salida para las autoridades, presionadas por la opinión pública.
Oficialmente no existe ninguna información que confirme la tesis de la “venganza”, que se hizo circular en la prensa de Puebla por medio de “fuentes judiciales”.
Miles de mexicanos expresaron ayer su indignación por el ataque a la familia, y demandaron que se dé con el paradero de los asesinos. Reclamaron tanto al Gobierno de Puebla como al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto por no garantizar la seguridad de los ciudadanos ni aún en las carreteras federales.
Ciudad de México.- La saña con la que se perpetró el asalto en la México-Puebla en el que fueron violadas dos mujeres y asesinado un bebé de dos años la madrugada del 2 de mayo, ha llevado a que las autoridades “investiguen el móvil del asalto como un ajuste de cuentas entre ladrones de hidrocarburo”, según información que hizo circular el Gobierno poblano entre los distintos medios locales.
La versión, sin embargo, criminaliza a las víctimas y es una salida de las autoridades, que no han dado una explicación de los hechos.
El ataque en la carretera México-Puebla provocó una ola de indignación por el aumento de la inseguridad no sólo en la zona centro sino en todo el país. Reclamaron tanto al Gobierno de Puebla como al del Presidente Enrique Peña Nieto por no garantizar la tranquilidad de los ciudadanos ni aún en las carreteras federales.
Fuentes judiciales dijeron a Periódico Central que la banda que atacó a la familia Vázquez se dedica al robo de hidrocarburo a Pemex y que operan desde la junta auxiliar de Tláloc –perteneciente al municipio de San Matías Tlalancaleca– hasta Santa Rita Tlahuapan. Lo mismo dijeron las fuentes a otros medios poblanos.
La línea de investigación que actualmente siguen las autoridades poblanas plantea que “los atacantes estuvieron a la caza de Hilario Vázquez Pérez y su familia, ya que tenían bien ubicada su camioneta Ford Ranger de color blanco en la que viajaban”.
Víctor Carrancá Bourget informó que la Fiscalía General de Justicia revisa las cámaras localizadas en la zona de la autopista México-Puebla para poder encontrar a los ocho responsables del ataque en contra de la familia Vázquez. Oficialmente, sin embargo, no confirmó la información que se hizo circular en la misma dependencia de manera extraoficial.
“Además, de los cinco integrantes de la familia únicamente el padre no fue atacado ni golpeado, por lo que se indaga el abuso sexual a su esposa y su hija de 14 años de edad, así como los golpes a su hijo mayor, como una venganza”, dijo una fuente judicial.
La versión es repetida en otros medios poblanos. Permitiría a las autoridades justificar el ataque como una “vendetta” o “venganza”, y no como un hecho violento que afecta a las decenas de miles de ciudadanos que utilizan esa autopista.
En el caso del homicidio del niño de dos años de edad, quien fue identificado como Elías, las primeras versiones de la Fiscalía señalan que a los agresores se les escapó un disparo al momento de forcejear con la madre.
Pero ninguna fuente oficial lo ha dijo así ante la prensa. Sólo fuentes extraoficiales.
De acuerdo a las fuentes consultadas por Periódico Central, la familia atacada es originaria de Quecholac, municipio en el cual también operan bandas dedicadas al robo de hidrocarburo.
Con el argumento de la vecindad es que se investiga si el padre de familia “tiene que ver con alguna de ellas”.
De acuerdo con la Policía Federal, hasta ahora no se han detectado los tres vehículos en los que viajaban los ocho delincuentes en las cámaras de seguridad.
Además, las autoridades afirman que los autos no pasaron por la caseta de cobro de San Martín Texmelucan, por lo que existe la posibilidad de que los criminales pudieron haber escapado por los caminos irregulares que conectan a la comunidad de Santa María Moyotzingo.
A pesar de la existencia de arcos de seguridad en la zona, incluso los huachicoleros utilizan los caminos clandestinos para trasladar el combustible.
Este 2 de mayo, cerca de las tres de la madrugada, la familia Vázquez solicitó apoyo a elementos de Caminos y Puentes Federales (Capufe) en la caseta de la autopista México-Puebla luego que los sujetos que viajaban en dos vehículos abusaron sexualmente de dos mujeres y mataron a un niño de dos años de edad para después robarse la camioneta Ford Ranger que conducía el padre de familia, identificado como Hilario Vázquez Pérez.
El hombre relató que circulaban en dirección a Puebla en una camioneta Ford Ranger color blanco cuando se orilló para poder orinar al lado del camino.
En ese momento ocho sujetos que viajaban en dos camionetas –una Pick Up color roja y una Nissan color blanco– se bajaron para asaltarlos y agredieron sexualmente a su esposa y su hija de 14 años de edad además de que dispararon en contra de su hijo Elías.
Periodico Central de Puebla