Acapetlahuaya, Gro.- Siete periodistas de medios locales, nacionales e internacionales fueron interceptados ayer por la tarde en un retén instalado en la carretera Iguala-Ciudad Altamirano, a la altura de este municipio, en la zona norte de Guerrero, por unos 100 civiles armados y encapuchados, que los despojaron de sus equipos de trabajo y pertenencias.
Sergio Ocampo, corresponsal de La Jornada en Guerrero; Jair Cabrera, reportero gráfico y colaborador de esta casa editorial; Hans Máximo Musielik, de Vice News; Pablo Pérez García, de Hispano Post; Jorge Martínez, de la agencia Quadratín; Angel Galeana, de Imagen TV, y Alejandro Ortiz, del diario Bajo Palabra, fueron retenidos por espacio de 15 minutos por sujetos visiblemente drogados.
Los pistoleros, presuntamente pertenecientes a la organización delictiva La familia michoacana, despojaron a los reporteros de sus pertenencias, equipos de cómputo, cámaras fotográficas y de video, teléfonos celulares, dinero en efectivo, así como una camioneta Patriot (propiedad de Sergio Ocampo), todo valuado en cerca de un millón de pesos.
A Hans Máximo, uno de los civiles armados lo amagó con una pistola en la cabeza, y le advirtió: “si vemos que se detienen en el retén y dicen lo que les pasó, los vamos a comer vivos. Ahí tenemos halcones vigilando”.
Aproximadamente a un kilómetro de distancia, elementos del Ejército Mexicano mantienen un retén antes de ingresar a la región de la Tierra Caliente de Guerrero.
El grupo de periodistas se había trasladado ayer por la mañana a esa zona para cubrir los acontecimientos que se suscitaron desde el viernes en el municipio de San Miguel Totolapan, donde fuerzas militares y estatales tomaron el control de la seguridad.
Cuando iban ingresando a la localidad, cientos de personas, encabezadas por integrantes del Movimiento por la Paz, les intentaron impedir el paso colocando algunas barricadas. A raíz del arribo de soldados y agentes estatales en al menos siete de los nueve municipios que conforman la región de la Tierra Caliente, hubo reportes de al menos 14 bloqueos carreteros, varios realizados por transportistas, y 20 vehículos incendiados.
En esa zona que comprende los municipios de Arcelia, San Miguel Totolapan, Tlapehuala, y Ajuchitlán del Progreso, los grupos delictivos de Los tequileros y La familia michoacana se disputan el control del trasiego de drogas. Los constantes enfrentamientos entre esas organizaciones criminales mantienen asolada la región.
Alrededor de las 7:30 horas, los periodistas arribaron en dos vehículos al municipio de San Miguel Tololapan; posteriormente, al llegar al punto conocido como Palos Altos, municipio de Arcelia, dejaron los dos vehículos en el estacionamiento de un restaurante.
A partir de ese lugar se trasladaron a pie a diversos puntos ubicados en la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano, en un tramo de unos 15 kilómetros.
Debido a que la policía estatal antimotines venía desactivando los bloqueos instalados por transportistas, principalmente, los comunicadores acordaron que dos de sus compañeros se trasladaran a Palos Altos, previendo que podría haber hechos violentos ante los operativos de la autoridad.
Cerca de las 16 horas los siete reporteros pasaron a comer a uno de los restaurantes ubicados en la presa Vicente Guerrero, del municipio de Arcelia, y una hora después partieron rumbo a Iguala.
En el trayecto pasaron por un retén militar y luego se dirigieron con rumbo al crucero que va al municipio de Acapetlahuaya, pero alrededor de las 18 horas se toparon con un bloqueo hechocon piedras y palos, resguardado por unos 100 civiles armados, que con palabras altisonantes los obligaron a bajar de las dos camionetas, una Jeep Liberty y una Patriot.
De inmediato un grupo de jóvenes, incluido un menor de unos 13 años, empezó a despojarlos de sus pertenencias, y otro sujeto, al parecer el jefe del retén, les pidió las llaves de los vehículos.
Los comunicadores fueron llevados a un callejón, donde había unas viviendas, mientras un grupo de pistoleros sacaba de las camionetas las computadoras, cámaras y demás equipo, y otros pedían las carteras de los periodistas.
Después de unos 15 minutos, finalmente otro de los líderes de los civiles armados advirtió que uno de los vehículos se quedaría. Ante los reclamos de los periodistas, indicó: si no se van, les vamos a quitar las dos camionetas y se los va a llevar la chingada. Los comunicadores optaron por retirarse en el vehículo que les dejaron.
La mañana del viernes, aproximadamente 500 elementos del Ejército Mexicano, las policías Estatal Antimotines y la Ministerial llegaron al municipio de San Miguel Totolapan con el propósito de realizar un operativo que lleve a la captura de los líderes de los grupos delincuenciales señalados, cuyos enfrentamientos mantienen asolada la región.
Alrededor de mil personas, encabezadas por miembros del grupo de autodefensa aglutinado en el denominado Movimiento por la Paz, creado en diciembre pasado para enfrentar a las bandas criminales que se disputan el trasiego de drogas, intentaron impedirles el paso a los uniformados, pero éstos los replegaron y finalmente pudieron llegar al zócalo de la localidad.
En lo que va del año, en Guerrero se han cometido más de 700 asesinatos presuntamente relacionados con la delincuencia organizada, una gran parte de ellos en poblaciones de la Tierra Caliente, donde existen vastas extensiones de sembradíos de amapola y mariguana.
PGR investiga agresión contra periodistas en Guerrero
Ciudad de México. La Procuraduría General de la República (PGR), a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión (Feadle), inició una investigación relacionada con la agresión que sufrieron periodistas de medios locales, nacionales e internacionales ayer por la tarde, en un retén instalado en la carretera Iguala-Ciudad Altamirano, y que estaba en manos de civiles armados.
La Feadle informó que inició una carpeta de investigación desde ayer por la noche y que la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad, “contactó directamente a los comunicadores afectados al tiempo en que coordinó acciones con las autoridades estatales para iniciar la investigación de los hechos y determinar las responsabilidades que correspondan”.
Según las autoridades federales, de manera conjunta con la Coordinación Ejecutiva Nacional del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas se dará seguimiento a la situación de los periodistas agredidos.
La PGR condenó la agresión en contra de “personas dedicadas al periodismo y en agravio al ejercicio del derecho a la libertad de expresión, al tiempo en que reitera su compromiso de llevar a cabo una investigación inmediata y oportuna”.
La Jornada