Países como Croacia, Filipinas, Latvia, Kazajistán, Lituania o Eslovenia se ubican por arriba de México en el ranking. Ésta es la posición más baja desde 2008, y representa la caída de 16 lugares en lo que va del sexenio, desde el puesto 32 que tenía en el ranking de 2013. El informe del Centro Mundial de la Competitividad destaca que la competitividad se encuentra estancada en Latinoamérica, donde los países que pueden ser más atractivos para los negocios siguen sin aprovechar sus potencialidades y hay casos clamorosos de retroceso, como los de Venezuela y Brasil.
Ciudad de México.- México cayó tres posiciones en el ranking de Competitividad Mundial 2017 elaborado por el Centro de Competitividad del instituto de negocios suizo IMD, al ubicarse en el puesto 48 de 63 países, siendo este su lugar más bajo de los últimos años.
El único criterio de 261 que mide el índice en el que México avanzó fue en el de eficiencia de negocios, pasando del lugar 42 al 36. No obstante, en desempeño económico cayó del 23 al 30; en eficiencia de gobierno cayó del 46 al 51 y en infraestructura del 53 al 55.
Esta es la posición más baja desde 2008, y representa la caída de 16 lugares en lo que va del sexenio, desde el puesto 32 que tenía en el ranking de 2013.
Para cada país se evaluaron 340 criterios agrupados en los cuatro pilares de la competitividad: Desempeño Económico, Eficiencia del Gobierno, Eficiencia de los Negocios y Eficiencia de la infraestructura.
El informe destaca que la competitividad se encuentra estancada en Latinoamérica, donde los países que pueden ser más atractivos para los negocios siguen sin aprovechar sus potencialidades y hay casos clamorosos de retroceso, como los de Venezuela y Brasil.
“Se habla de la ‘fracasomanía’ de América Latina porque es difícil que exista el liderazgo político que transforme esta región. Esto es cierto de Argentina hasta México, incluyendo Venezuela y por supuesto a Brasil”, dijo hoy a la agencia Efe el director del CMC, Arturo Bris.
Países como Croacia, Filipinas, Latvia, Kazajistán, Lituania o Eslovenia se ubican por arriba de México en el ránking, liderado por Singapur, Suecia, Estados Unidos, Finlandia, Dinamarca y Holanda.
Los indicadores en los que obtuvo las peores calificaciones fueron matriculación a nivel secundaria (63); porcentaje de alumnos por maestro (60); concentración de exportaciones por socio (62); exportaciones de servicios (61); transparencia (60); homicidio (59); corrupción (59); justicia (58); flujos de inversión extranjera directa (59); problemas de contaminación (59); seguridad cibernética (59); movilidad estudiantil (58) y desigualdad (57).
México tuvo fortaleza en Desempeño Económico, como la tasa de desempleo entre los jóvenes, en el costo de vida y desempleo en general entre la población. En estos rubros se ubicó en los sitios 7, 8 y 10, respectivamente, del total de 63 países.
Bris elogió “la eficiencia del sector privado en México”, lo que atribuyó “a buenas reformas de gobierno corporativo, a una mejor percepción hacia la clase empresarial mexicana y sobre el futuro de la economía”.
“México está en buen camino, pero el vecino del norte le supone un problema, así como la inestabilidad política (interna). También está la duda sobre en qué medida el país puede tolerar reformas de largo plazo, si no está atendiendo los problemas de corto plazo”, explicó.
Ayer, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó su informe Panorama Social de América Latina 2016, en el que destaca que México es uno de los países en los que la riqueza está muy mal distribuida, pues de todos los activos financieros el 80 por ciento es propiedad de sólo el 10 por ciento de las familias del país, de las cuales un 1 por ciento acaparan más de un tercero.
“México puede ser que en desigualdad de ingreso presente un Gini superior al 0.45 pero cuando nos vamos a la riqueza estamos en 0.79 y eso nos parece muy relevante” destacó la Secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
El informe de la Cepal señala que la riqueza en México se duplicó entre 2004 y 2014 pero que “hay una fuerte concentración en la propiedad de los activos físicos con que cuentan las unidades de producción registradas en los censos económicos, lo que evidencia el alto grado de heterogeneidad estructural de la economía mexicana”.
SinEmbargo