Ciudad de México.- El excandidato del PRD a la gubernatura del Estado de México, Juan Zepeda, aseguró que no buscará la dirigencia de su partido.
“Que estén tranquilos, no vengo a pisar callos para nadie, a mí me interesa ser factor de unidad dentro del PRD y ahí donde yo sea factor de desunión, ahí no cuenten conmigo”, dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva.
Indicó que hoy el sol azteca requiere que todo se discuta de manera exhaustiva, sin lesionar el interés de nadie; además de que se entra en una etapa muy complicada como la elección del 2018, donde se requiere de mucha madurez de todos los actores para entender sus alcances.
“Yo soy un actor más local, creo que para un perfil de esa naturaleza se requiere a alguien más consolidado”
Mencionó que quiere mucho al PRD y no quiere empezar con actitudes de dirigirse; pues quienes lo conocen saben jamás ha pedido una candidatura, todas se han generado a partir del consenso.
Subrayó que no quiere ser factor de división, quiere ser un militante más, un perredista más que vaya a opinar, que se escuche su voz pero formado en la fila, por ahora él ya jugó su papel en el Estado de México; en unas semanas retomará su trabajo en el grupo parlamentario en el territorio mexiquense.
Otro factor para no ir por la dirigencia nacional del PRD, es que en el Estado de México no ha terminado el tema.
Zepeda destacó que van a impugnar la elección, “porque tenemos que darle certeza a los mexiquenses de que la elección se revisó de manera exhaustiva y de que no queden dudas de quién ganó, sea quien sea el que gane porque eso ahorita está el conteo en el IEEM”.
El perredista también precisó que luego de la elección ha estado visitando a sus compañeros en los municipios para agradecerles el apoyo que le dieron en la campaña electoral, porque, consideró, sin ellos no hubiera hecho una campaña tan exitosa, asimismo, subrayó que le tiene mucha lealtad a su partido, por ello se da el tiempo para visitarlos.
Dentro de su reflexión tras los resultados del pasado 4 de junio, Zepeda puntualizó la incapacidad de las izquierdas de ir unidos, “y que nos vemos como enemigos, y que no pasa un solo día, un solo momento donde no nos veamos como enemigos, donde nos estemos atacando y que tal pareciera que estamos no viéndonos con el mismo objetivo, que es cambiar un país, desde una perspectiva de izquierda, sino que asentamos a cada momento más el odio entre lo que debiera ser un polo unificado, para combatir al mismo adversario”.
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