Deuda y presiones al gasto las herencias para los gobernadores electos

Los nuevos gobernadores enfrentarán un gasto público presionado por mayor inflación y alzas en la tasa de interés. Foto: Cuartoscuro

Los nuevos gobernadores de Coahuila, Estado de México y Nayarit tendrán que lidiar con un endeudamiento presupuestario reducido e inversión pública limitada.

Ciudad de México.- Los ganadores en las elecciones estatales de Coahuila, Estado de México y Nayarit enfrentarán deudas equivalentes a entre más de la mitad y casi el triple de los recursos que reciben del gobierno federal en un año, por concepto de participaciones.

Pero no significa que todos los recursos por participaciones se destinen al pago de las deudas, pues estos compromisos se emiten a largo plazo. Sin embargo, a mayor monto de deuda, se paga más dinero por intereses y amortizaciones, explicó a Expansión, Kristobal Meléndez, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

“A más gasto por servicio de la deuda, se destinan menos recursos para programas sociales y seguridad”, dijo Meléndez.

En general, los nuevos gobernadores enfrentarán un gasto público presionado por mayor inflación y alzas en la tasa de interés; un endeudamiento presupuestario reducido, e inversión pública limitada a causa de presiones presupuestarias, refirió a Expansión, Gerardo Carrillo, analista líder de Fitch Ratings.

Cada gobernador electo enfrentará distintos retos en materia de deuda y gasto, considerando las particularidades económicas de cada estado.

COAHUILA, LA MÁS ENDEUDADA
Rubén Moreira, el gobernador saliente de Coahuila recibió la administración con una deuda de largo plazo de 36,018 millones de pesos, al cierre del tercer trimestre de 2011.

En tanto, la deuda con la banca privada y de desarrollo sumó 36,441 millones de pesos en el primer trimestre de 2017. El monto de su deuda es equivalente a casi tres años de participaciones; es decir 272%, refieren cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

“Éste es un monto elevado, considerando que a finales de junio sale el semáforo que mide el nivel de deuda de los estados. Coahuila no tendrá acceso a mayores niveles de deuda, todos los gastos que consideren y plasmen en sus presupuestos deben estar respaldados con ingresos, ahí está el reto”, dijo el investigador del CIEP.

“La entidad del norte del país, sólo podrá pedir crédito para reestructurar su deuda, si lo hace será en peores condiciones, debido a las alzas en la tasa de referencia del Banco de México. Si cambia el plazo de su deuda, será con intereses más altos”, explicó Meléndez.

NAYARIT ESTÁ A MEDIA TABLA

Nayarit tiene un nivel medio de endeudamiento. Con respecto a sus participaciones debe casi un año de éstas, es decir 98,4%.

El estado debe 5,319 millones de pesos, al cierre del primer trimestre de 2017. La cifra es 1,059 millones de pesos mayor que cuando entró Roberto Sandoval Castañeda, actual gobernador de Nayarit.

“Los niveles de deuda de la entidad se mantuvieron al margen de cuando entró el actual gobernador, lo que no tuvo repercusión en menores índices para programas sociales o seguridad. El nuevo gobernador podría tener acceso a más recursos por deuda, pero ya limitados”, comentó Meléndez.

Cabe recordar, que por la nueva Ley de Disciplina Financiera para los estados, la emisión de deuda se limita a invertir en proyectos de inversión y a la aprobación del congreso local. En caso de que su nivel de deuda sea alto, necesitará del aval del gobierno federal.

ESTADO DE MÉXICO CON PRESIONES POR INFLACIÓN
De los tres estados que eligieron gobernador el domingo, la entidad mexiquense tiene la proporción de deuda más baja con respecto a sus participaciones: 55%. Cuantitativamente tiene el nivel más alto, refirió Gerardo Carrillo de Fitch.

Su deuda suma 36,441 milllones de pesos, no es un alto nivel considerando sus ingresos y el tamaño de su economia, “vemos controlado el riesgo de su deuda”, comentó Carrillo.

Entre las situaciones que deberá sortear el próximo gobernador está una mayor presión presupuestal por el alza en el costo de los combustibles y el incremento en el costo de algunos insumos.

Además, el gobierno a su cargo tendrá que decidir si renueva o no las coberturas para la tasa de interés. Éstas fueron contratadas por la entidad en 2008, y vencen en abril del próximo año. Sirven para protegerse de las alzas en la tasa de interés.

“Es una decision estratégica porque de 30% a 40% de la deuda en el Estado de México tiene cobertura de tasa. Eso ayudó a moderar sus pagos por el servicio de la deuda”, refirió el socio de Fitch.

Expansión