Australia ganó 3-2 Arabia Saudita y cogió aire para mantener intactas sus opciones de alcanzar el Mundial de Rusia 2018 de forma directa, sin la necesidad de pasar por una cuarta fase en la zona asiática de clasificación.
Sin embargo, la victoria de la selección de Australia estuvo opacada por la actitud de los jugadores de Arabia Saudita, quienes durante el minuto de silencio que se guardó en el estadio por las víctimas del reciente atentado terrorista en Londres, no dejaron de hacer su calentamiento para estar listos en el pitazo inicial. De la misma manera, el técnico del conjunto saudita Bert van Marwijk tampoco se levantó de su lugar y pareció darle poca importancia a la situación.
Los aficionados que se dieron cita en el Adelaide Oval guardaron respetuosamente el minuto de silencio junto a los jugadores de Australia que se reunieron en el centro del terreno de juego. Los elementos se unieron en un abrazo para mostrar su solidaridad, mientras que el personal del cuerpo técnico también hizo lo mismo. Cabe destacar que dos de las personas que fallecieron en los ataques eran de origen australiano.
COMUNICADO
La Federación Australiana de Fútbol (FFA) dijo después del partido que los sauditas sabían y acordaron el plan de mantener un minuto de silencio, pero se negaron a participar de la manera tradicional en los partidos de fútbol. “Tanto la AFC (Asociación Asiática de Fútbol) como el equipo saudita estuvieron de acuerdo en que el minuto de silencio podría ser celebrado”, dijo la federación australiana en un comunicado, según el Sydney Morning Herald.
“La FFA fue avisada por los oficiales del equipo saudita de que esta tradición no estaba en armonía con la cultura saudita y que se moverían a su lado del campo en señal de respeto a nuestra costumbre, mientras que tomaban su posición en el campo”.
Ni la AFC ni la federación saudí dieron a conocer una declaración en respuesta.
Normalmente, representantes de la FIFA se reúnen con funcionarios de ambos equipos y el árbitro un día antes de un partido de clasificación de la Copa Mundial para discutir todos los problemas del protocolo del juego, incluyendo planes para un minuto de silencio.
EL PARTIDO
La selección australiana necesitaba una victoria para no perder de vista a su rival, que hasta este jueves marchaba segundo en la clasificación del grupo B sólo por detrás de Japón.
Para llegar al Mundial, los dos primeros de los dos únicos que quedan en liza sellarán su billete de forma directa. Los terceros, disputarán entre ellos una incómoda eliminatoria a ida y vuelta para convertirse en la quinta selección de la zona asiática que consigue una plaza para Rusia.
Australia se encontraba contra las cuerdas antes del choque ante Arabia Saudita. Estaba tres puntos por debajo de sus rivales y en el choque de ida empataron 2-2. Tenían que ganar para alcanzar la segunda y deseada plaza y, ya de paso, para llevarse la diferencia de goles particular.
Al final, lo consiguió, pero sufrió mucho para conseguirlo. Tuvo que remontar el tanto de Salem Al Dawsari en el séptimo minuto del choque y fue Tomi Juric quien se encargó de marcar dos tantos antes del final del descanso.
Cuando parecía que los jugadores se iban a marchar al vestuario con un 1-2 en el marcador, apareció el máximo goleador de toda la fase de clasificación para amargar la fiesta a Australia. Mohammad Al Sahlaiw, en el descuento, se encargó de subir el empate y de engordar sus estadísticas: ya suma 16 tantos desde que inició el camino hacia el Mundial.
En la segunda parte, Australia, con la soga al cuello, intentó llevarse tres puntos importantísimos y lo consiguió gracias al centrocampista del Celtic Glasgow escocés, Tom Rogic, que marcó para colocar a su selección en una situación privilegiada.
A falta de dos jornadas, Australia depende de sí misma. Se jugará su clasificación en una visita clave a Japón el 31 de agosto y culminará su participación en la fase de clasificación frente a Tailandia el 5 de septiembre.
ESPN