Ciudad de México. Para 2018, la única alternativa de vencer al régimen priísta es crear un frente amplio opositor, aseguró Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua. Se equivocan de cabo a rabo, expresó, quienes conciben esta vía para evitar el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, dirigente de Morena, porque el ánimo ciudadano es otro.
Al hacer una evaluación de la derrota del PAN en el estado de México en los comicios del 4 de junio, donde su partido quedó en cuarto lugar en la votación, destacó que Josefina Vázquez Mota, ex candidata a la gubernatura, y su equipo erraron la estrategia al enfocar sus críticas a López Obrador y la candidata morenista Delfina Gómez, y no contra el PRI.
También consideró que no fortalece ni prestigia a Margarita Zavala, aspirante a la candidatura presidencial, haber salido a criticar al dirigente del blanquiazul, Ricardo Anaya, cuando ni siquiera había concluido la etapa de conteo de resultados preliminares. Esta actitud se ha visto como una incursión oportunista, expuso, al señalar que antes de hablar de candidatos, el PAN debe decidir si va a una coalición electoral. La decisión debe darse a más tardar en septiembre, cuando se dará el banderazo a la contienda presidencial.
Ex senador y ex diputado federal, Javier Corral incursionó en el periodismo desde la adolescencia y al comenzar la decada de los 80 se afilió al PAN, donde ha dado diversas batallas contra los monopolios televisivos. A continuación un resumen de la entrevista con La Jornada en la representación del gobierno estatal en la colonia Roma.
–¿Cuál es su balance de las elecciones del domingo 4 de junio. ¿Qué le pasó al PAN en el estado de México?– se le preguntó a Corral, quien llegó a la gubernatura por una alianza ciudadana y de liderazgos políticos-sociales.
–La del estado de México fue una jornada altamente aleccionadora para todos los actores políticos, pero particularmente para la oposición. La primera gran lección para el PAN es que no solamente se requieren de popularidades, sino también contenidos e identificar muy bien la estrategia. Nuestra táctica fue equívoca al trazar una campaña más en contra de López Obrador o Delfina Gómez que al régimen priísta corrupto y en decadencia.
El mandatario de Chihuahua, quien se descartó como aspirante presidencial para 2018, resaltó que cada que el PAN se centra en López Obrador lo crece. Hay que dejar que se equivoque solo, pero a veces la fobia hacia él es más fuerte y esa falta de identificación lleva a cometer muchos errores. La gente no está molesta con el dirigente de Morena, sino hasta el gorro del PRI y de su régimen”.
Explicó que lo único que salva al sistema priísta es lo que vimos el domingo: una elección de Estado y la obstaculización de la coalición PAN-PRD. Eso último lo logró en territorio mexiquense mediante las corrientes afines al PRI en ambos partidos de oposición. Si realmente se quiere luchar por el cambio de régimen, es ineludible la conformación del más amplio bloque opositor, el cual sería sin Morena por las propias posiciones del tabasqueño.
–¿Si el dirigente de Morena cambia de postura se le incluiría en este frente?
–Si él quisiera entrarle a un verdadero esquema de transición del país yo no lo descartaría como un actor de ese acuerdo.
–¿Acción Nacional estaría dispuesto a aliarse con López Obrador, cuando hay militantes que no quieren nada con él?
–El PAN y el PRD necesitan un claro deslinde del PRI y del régimen. Eso es fundamental. En 2018 no puede haber medias tintas, y si ha sido tan claro el deslinde con Morena y López Obrador, así de definitivo tendría que ser con el PRI y con el régimen. Un primer paso en torno a esa perspectiva es que deberíamos ir juntos todos a pedir la nulidad de las elecciones en el estado de México y Coahuila. Todos con un mensaje de que no nos puede pasar de nuevo el fraude electoral. Si no se ataja lo que sucedió ahí, entonces ya ni le busquemos tres pies al gato.
–¿Tiene confianza en el actual tribunal electoral?
–La pregunta es si hay un tribunal capaz de anular la elección en el estado del presidente de la República y si se logra presentar una impugnación sólida, porque también hay que dejarnos de las denuncias mediáticas.
– ¿Cómo ir a una alianza entre PAN y PRD si son como el agua y el aceite?– se le inquirió.
–Sí tenemos diferencias ideológicas, pero históricamente las alianzas se han dado para establecer las bases de un programa de transición, que tendríamos que reconocer que no se conjugó en los dos sexenios que gobernó el PAN.
Oportunismo deplorable
–¿Qué le parecen las críticas de Zavala al dirigente del partido, cuando ni siquiera habían terminado los Programas de Resultados Electorales Preliminares en los estados donde hubo elecciones el domingo?
–Me parece que está muy mal asesorada; lamentablemente se ha venido desdibujando mucho y ha tenido incursiones erróneas. Esa salida tan inmediata, que parece previamente preparada, no la fortalece ni la prestigia. Frente a la muerte, la derrota o el accidente, los oportunismos son deplorables. Sinceramente creo que está forzando mucho las cosas. El PAN lo primero que tiene que discutir es si vamos a ir o no a una alianza electoral y bajo qué programa.
Corral Jurado dijo que su partido debe ser muy responsable en ese tema, al subrayar que tanto Anaya como Margarita, que son los aspirantes presidenciales que veo con más posibilidades, tendrían que tener altura de miras y generosidad para que poner sobre la mesa sus candidaturas en beneficio de un candidato incluso externo que nos abarque a todos.
–¿Quién sería el externo?
–Se tiene que construir el mecanismo para decir quién y ahí se pueden inscribir todos los que quieren: Zavala, Anaya, Mancera…
–¿En el PAN se están dando duro?– se le refiere en alusión a los encontronazos entre los aspirantes presidenciales.
–Antes del frente amplio opositor, el PAN tendrá que construir en su interior un gran acuerdo de alta política, en el cual nadie coloque como condición de vida su candidatura y eso lo tienen que entender Anaya y Margarita, y en el caso de ella esa comprensión debe ampliarse al propio expresidente Felipe Calderón.
–¿Cómo se debe definir al candidato presidencial de Acción Nacional?
–El método debe ser el más eficaz para seleccionar al más competitivo. Ahí no hay otra receta, sino ponderar muchos elementos como una encuesta interna y otra externa. Pero si no hay un acuerdo que le dé a estos elementos un valor, vayamos a lo que el estatuto señala. Este modelo funcionó el año pasado en varias entidades federativas, ¿por qué no podría funcionar para la candidatura presidencial?
–Dado que los organos colegiados del partido están cargado hacia uno de los aspirantes, en el PAN se ha propuesto que sean los gobernadores los que medien y resuelvan sobre el método.
–El órgano adecuado para que esto sea procesado es la Comisión Permanente. Lo único que no debemos hacer nunca es asemejarnos a nuestros adversarios, y ¡ahora resulta que los gobernadores vamos a ser los factores de decisión en el partido! Eso es arremedar al PRI en una de sus peores formas, en donde cada uno tiene control de su estado. No, no, no. Eso sería lo peor que le pudiera pasar al partido.
La Jornada