La FIFA se lanza contra el grito de“puto”y todos los actos discriminatorios en la Copa Confederaciones

La afición mexicana durante un partido en el estadio Azteca Foto: REUTERS

El máximo organismo del fútbol ha autorizado a los árbitros centrales para suspender los juegos si se presenta algún comportamiento homofóbico o racista del público

Ciudad de México.- La FIFA está a la caza de cualquier comportamiento discriminatorio en la Copa Confederaciones. El máximo organismo ha anunciado que los árbitros tendrán la autoridad para detener un partido si los aficionados presentan un comportamiento homofóbico o racista. El mensaje ha calado en México. Los aficionados del tri no han cesado de gritar “puto” cada vez que juega su selección y desafían cualquier limitación.

Será la primera vez que en un torneo oficial de fútbol se emplee un procedimiento para detectar actitudes despectivas en el que contarán con observadores antidiscriminación en todos los juegos de la Confederaciones. Estos vigilantes empezaron con esta labor desde mayo de 2015 cuando la FIFA los utilizó para los juegos clasificatorios a la Copa del Mundo.

En caso de que el árbitro se percate de una actitud discriminatoria podrá detener el juego y pedir al público que dejen de hacerlo. En caso de no hacerlo, se suspenderá de forma parcial para dar otra advertencia y, si persiste, el árbitro podrá abandonar el partido.

La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha recibido siete multas por el grito homofóbico, el cual tomó fuerza durante el Mundial de Brasil 2014. Los dirigentes mexicanos han tenido que pagar cerca de dos millones por esos castigos. La FIFA les ha advertido: si continúa el cántico se vetará el estadio Azteca o, como castigo ejemplar, la reducción de puntos en las eliminatorias mundialistas. Las amenazas no han traído, todavía, alguna consecuencia.

La FMF ha mandado mensajes a sus hinchas en los que han pedido erradicar el grito. En marzo del año pasado lanzaron una campaña, Abrazados por el fútbol, en el que los jugadores pedían cambiar la conducta. “Gritar ‘puto’ no te hace más mexicano, ayúdanos a evitar una sanción” y “el problema no es que grites, sino la palabra que utilizas”, se leían en el estadio Azteca en los últimos partidos. Incluso al querido sustituir la palabra por el grito de “¡México!” y utilizar la canción de ‘Cielito Lindo’, sin éxito.

A la par, la propia Federación y los aficionados han defendido el cántico al considerarlo parte del folclor y del vernáculo mexicano. Lo consideran parte de la alegría propia del fútbol. El término deriva en una forma peyorativa para referirse a un homosexual. El grito ha prevalecido en la liga local, en la que los propios clubes no han atendido el problema. El único jugador que pidió por iniciativa propia parar con esto fue Ulises Briceño, un futbolista de la segunda división, quien tomó el micrófono y pidió “juntos hagamos un compromiso: paremos en este estadio el ‘eh puto’ y respetemos a nuestros porteros rivales”. Su anuncio no tuvo eco.

El País