En un mitin en Iowa, el presidente defiende que su gabinete esté formado por ricos
Washington .- Donald Trump volvió al ring anoche. Rodeado de gorras con su lema de campaña, gente aclamando “¡Construya el muro!” y carteles de apoyo, el presidente, en un atril en el centro de un estadio, se divirtió. Además de regocijarse en la cantidad de personas que acudieron a verle en Cedar Rapids (Iowa), Trump sugirió que el muro con México será construido con paneles solares y se defendió ante quienes le critican por tener uno de los gabinetes más ricos de la historia diciendo: “En esas posiciones no quiero a una persona pobre. ¿Tiene sentido? Me gusta más de esa manera”.
“Alguien me dijo ‘¿Por qué pusiste a alguien tan rico al frente de la economía?’ No, de verdad…”, dijo Trump en tono burlesco. “Es el tipo de mentalidad que queremos, están representando al país, tuvieron que dejar de lado mucho para tomar estos trabajos”, dijo, halagando a Wilbur Ross, el secretario de Comercio al que el presidente definió como “el legendario genio de Wall Street”. También se refirió a Gary Cohn, el director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, que llegó al Gobierno desde el banco Goldman Sachs.
“Son gente que tienen grandes mentes empresariales y eso es lo que necesitamos. Es lo que tenemos que tener. No podemos dejar que el mundo se aproveche de nosotros”, defendió el presidente, que es un multimillonario inmobiliario. “Yo amo a todas las personas, ricas y pobres”, alegó, pero matizó que cuando se trata de su gabinete, prefiere a los adinerados.
El presidente volvió, por una tarde, a su ambiente de campaña, ese que tanto adora y donde tanto le quieren. Interrumpiendose a sí mismo, sin completar sus frases, Trump repitió sus muletillas habituales. Durante más de dos minutos dio vueltas en el estrado. Miró, señaló y repitió sin cesar su asombro por la “gran asistencia”. Después, el presidente regresó a Washington donde su popularidad es baja y su mayor vía de comunicación es Twitter.
El País