El principal reto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es llegar a 2035, cuando empezará a bajar la presión financiera del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) de sus propios trabajadores.
Cada año las obligaciones del organismo en su carácter de patrón aumentan en 10 mil millones de pesos, y aunque la carga es pesada, se puede solventar y además darle viabilidad al instituto, afirmó su director, Mikel Arriola Peñalosa.
Para ello, el IMSS debe seguir siendo autónomo en la gestión de sus recursos, es decir, responsable –como ha sido desde su creación– de la recaudación de cuotas obrero patronales.
En los pasados cuatro años se ha demostrado que es posible garantizar su existencia. En 2014 se agotaron las reservas financieras y, según los reportes previos, el IMSS tendría que haberse declarado en quiebra.
Eso no ocurrió. La receta, dijo el funcionario, es seguir aumentando el ingreso por la creación de empleos y las mejoras en la administración del dinero.
En entrevista, con motivo del vigésimo aniversario de la reforma a la Ley del Seguro Social (primero de julio de 1997), con la cual se creó el sistema de cuentas individuales para el retiro y se ofreció que se garantizaría la existencia del IMSS, Arriola Peñalosa subrayó que ese cambio legal, junto con el anterior que creó el Sistema de Ahorro para el Retiro y el proceso que en 2007 dio paso a una nueva Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), fueron reformas de gran calado, con las cuales se dio paso a un sistema financieramente viable.
Para el IMSS representó dejar de pagar de sus recursos las pensiones de beneficio definido, a las cuales acceden los trabajadores del sector privado que empezaron a cotizar antes de la entrada en vigor de la nueva ley en 1997.
Sólo en 2017 representan 224 mil millones de pesos que salen de las finanzas federales. Es una cuenta que cada año crece en 45 mil millones de pesos, pero ya no la cubre el Seguro Social. Las personas con empleo formal que empezaron a cotizar al IMSS a partir del primero de julio de 1997 ya se encuentran en el esquema de cuentas individuales, recordó el funcionario.
Lo que sí está bajo la responsabilidad del IMSS es el RJP de sus trabajadores. Este año implicará el pago de 80 mil millones de pesos. Son las pensiones de los empleados que ingresaron al instituto antes de 2005, cuando ese compromiso dejó de crecer, pues por otro cambio a la ley se determinó que las personas de nuevo ingreso tendrán otras condiciones para su retiro.
Arriola comentó que las medidas de eficiencia administrativa aplicadas a partir de 2013 revirtieron la situación de quiebra e incluso se ha generado un superávit. En 2016 éste ascendió a 7 mil 500 millones de pesos, obtenidos por una mayor recaudación de cuotas y esquemas de adquisiciones, como las compras consolidadas de medicinas, la contratación de servicios integrales en diversas áreas administrativas y para la prestación de servicios médicos.
Explicó que había un problema de caja. Mientras los gastos crecían 8.5 por ciento al año, principalmente por el RJP, los ingresos apenas aumentaban 2 por ciento. Por eso la amenaza de quiebra del IMSS. Las acciones mencionadas permitieron recobrar el equilibrio entre los egresos y los ingresos.
Mientras se mantenga dicho equilibrio, el Seguro Social podrá cumplir con sus obligaciones como patrón. El director recordó que de aquí a 2070 se tendrán que erogar 2 mil millones de millones de pesos por el RJP, pero el monto empezará a bajar en 2035. En ese año se pagarán 115 mil millones de pesos a sus trabajadores en retiro.
Arriola insistió en que es posible preservar al IMSS, el cual cuenta con cinco seguros de prestaciones médicas y económicas, actualmente para 74 millones de derechohabientes.
Sobre la seguridad social universal, comentó que es una decisión que corresponde al Poder Legislativo, aunque desde los años 70 del siglo pasado se ha buscado. Por eso la creación del IMSS-Coplamar (ahora Progresa), que cubre a 12 millones de personas, en las que el instituto invierte 12 mil millones de pesos al año.
Por ahora, una vez que se termine de pagar la deuda del RJP, el IMSS dispondrá de esos recursos económicos y será el mejor instituto de seguridad social del mundo, afirmó.
La Jornada