Desde las primeras horas de este martes, fotógrafos y reporteros en todo el país se han unido al movimiento SOS Prensa para exigir protección al gremio y el esclarecimiento de los casos de periodistas asesinados. Las principales plazas públicas han sido ocupadas por pancartas con leyendas como “Prensa no disparen”, “Ya basta” y “No se mata la verdad matando a los periodistas”.
México se ha convertido en el tercer país más peligroso del mundo para el ejercicio periodístico. Desde lo que se le ha llamado “El marzo negro” de la prensa por el asesinato de tres periodistas y ataques a tiros a otros dos, la violencia continúa. El caso más reciente fue el del periodista Salvador Adame, propietario de un canal de televisión en Michoacán. El Procurador estatal indicó que su muerte fue por cuestiones personales. Sin embargo, familiares del comunicador exigieron que se investigue su trabajo como posible móvil del crimen y rechazaron que haya tenido nexos con grupos criminales.
Ciudad de México.– Fotógrafos y reporteros en todo el país se sumaran este miércoles al movimiento #SOSPrensa para exigir al Gobierno de Enrique Peña Nieto protección al gremio y el esclarecimiento de los casos de periodistas asesinados.
Desde las 8 de la mañana, trabajadores de medios de comunicación se dieron cita frente a Palacio Nacional en la Ciudad de México para escribir en el piso: SOS Prensa.
En la Ciudad de México la concentración comenzó desde las ocho de la mañana frente a Palacio Nacional. Los comunicadores reunidos pintaron sobre la plancha del Zócalo la leyenda: SOS PRENSA en protesta por la muerte de Salvador Adame, el octavo periodista asesinado en lo que va del año.
“Estamos aquí en solidaridad para exigir justicia para Adame en Michoacán y solidaridad con la familia. Se le criminalizar en lugar de investigar, filtran cosas sin que la Fiscalía tenga resultados concretos”, dijo la periodista Quetzali Nicte.
La activista de la Asociación Derecho a Informar, Ana Lucía Altamirano, destacó que no han tenido respuesta de las instituciones por los asesinatos y mencionó que el espionaje al gremio y defensores de derechos humanos que recientemente se difundió es un mensaje caro de que el Gobierno mexicano “no respalda la actividad de los periodistas”
“Son 138 asesinados desde 2000 sin contar otros casos de amenazas, persecuciones y desplazados”, agregó.
En Sinaloa, periodistas se sumaron a la exigencia, en especial se pronunciaron por el caso de Javier Valdez Cárdenas, quien fue ejecutado el 15 de mayo en Culiacán.
Alrededor de las 8:30 horas clausuraron de forma simbólica las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa.
En Michoacán, decenas de periodistas arribaron a la plaza Melchor Ocampo para expresar su protesta por los trabajos de investigación del homicidio del comunicador Salvador Adame.
Con un “SOS Prensa” en el suelo de la plaza, manifestaron su indignación por la ola de violencia en Michoacán y en todo el país.
“No se mata la verdad matando periodistas”, escribieron en una cartulina.
En Guadalajara, Jalisco, y en Hermosillo, Sonora, también realizaron concentraciones.
México se ha convertido en el tercer país más peligroso del mundo para el ejercicio periodístico. Desde lo que se le ha llamado “El marzo negro” de la prensa por el asesinato de tres periodistas y ataques a tiros a otros dos, la violencia continúa.
La protesta de periodistas en Torreón, Coahuila. Foto: Twitter @Verzamex
La concentración en varias entidades del país. Foto: Twitter @Chelawuera
Periodistas de Jalisco protestan por el asesinato de comunicadores. Foto: Twitter @alexmelon
El caso más reciente fue el del periodista Salvador Adame, propietario de un canal de televisión en Michoacán.
El cuerpo carbonizado de Adame fue localizado el 14 de junio en un terreno de la “Barranca del Diablo” en Nueva Italia. Fue secuestrado el 18 de mayo solo tres días después del asesinato del también periodista Javier Valdez en Sinaloa.
El Procurador de Michoacán, José Martín Godoy, indicó que el asesinato de Adame Pardo fue por cuestiones personales.
Sin embargo, familiares del comunicador exigieron que se investigue el trabajo del comunicador como posible móvil del crimen y rechazaron que haya tenido nexos con grupos criminales.
En lo que va de año han sido asesinados ocho periodistas: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez, Filiberto Álvarez, Javier Valdez, Jonathan Rodríguez y Salvador Adame.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales se han pronunciado para que el Gobierno federal otorgue garantías a los periodistas de México para ejercer su labor y condenado, reiteradamente, los homicidios en contra del gremio.
En el país, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) es el organismo encargado de proteger al gremio, pero quienes han estado bajo situaciones de riesgo desconfían de esta instancia por su ineficiencia para actuar y la burocracia en sus procesos.
En su último informe sobre la situación de la prensa en México, de marzo de este año, la organización internacional Artículo 19 documentó que la impunidad de los delitos en México es del 98 por ciento, en el caso de periodistas ronda en 99.75 por ciento.
En seis años documentó 2 mil 20 ataques a periodistas. De 800 investigaciones abiertas, la FEADLE sólo resolvió tres casos. En el 53 por ciento de los casos de agresiones registrados en 2016 los responsables son funcionarios públicos.
Las redes sociales y el espionaje son otras amenazas en contra de los periodistas. Artículo 19 documentó el año pasado 72 agresiones a periodistas a través de Internet.
La semana pasada, el diario estadounidense The New York Times destapó un escándalo que involucra al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto en acciones de espionaje en contra de periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.
Entre los periodistas espiados se encuentran Carmen Aristegui, una de las más críticas en el país, y Daniel Lizárraga quien encabezó al equipo de investigación que destapó el llamado escándalo de
la “Casa Blanca”, que involucra a la Primera Dama en la compra de una mansión de más de 7 millones de dólares a un contratista del gobierno.
La respuesta del Presidente fue más que polémica al señalar que también se había sentido espiado y aseguró que no había pruebas de que su gobierno ejerciera esta práctica. Después tuvo que rectificar su declaración.
En la administración de Peña Nieto se han registrado al menos 42 asesinatos de periodistas.
Sin Embargo