“Mi hijo es inocente” y “víctima de una cacería de brujas”: Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en imagen de este miercoles. Foto: Ap

Nueva York.- Los costos del nepotismo se elevaron para la familia Trump, el presidente se vio obligado hoy a declarar que “mi hijo es inocente” y acusando que es una “víctima” de una “cacería de brujas”.

Desde que el New York Times empezó a reportar el sábado pasado sobre la reunión entre Donald Trump, Jr, el hijo mayor del presidente, el yerno y ahora asesor especial del mandatario Jared Kushner, y su entonces jefe de campaña Paul Manafort con alguien identificada como “abogada del gobierno ruso” que pensaban entregaría información dañina contra Hillary Clinton como parte del esfuerzo del Kremlin para apoyar la candidatura de su padre, y después de que Trump junior divulgó el martes el intercambio de sus correos electrónicos con un intermediario para fijar esa reunión (algo que hizo sólo porque el Times estaba por publicarlos), el presidente había mantenido un inusual silencio sobre el asunto.

Ayer, su única comunicación fue a través de una declaración anunciada por su vocera afirmando sólo que su hijo era una “persona de alta calidad” y que aplaudía su “transparencia”.

Pero para esta mañana Trump ya no aguantó más, y disparó una serie de tuits defendiendo a su hijo. En referencia a la presentación de su hijo en uno de los programas más leales al presidente en Fox News, afirmó que su hijo “fue abierto, transparente e inocente. Esta es la Cacería de Brujas más grande en la historia política. Triste”. Retuiteó comentarios de Fox News afirmando que tal vez su hijo “es la víctima aquí”.

Atacó de nuevo a los medios por usar fuentes anónimas al reportar sobre la reunión de su hijo con la rusa, aunque aparentemente se le olvidó que esos reportajes fueron finalmente comprobados por su propio hijo al divulgar los correos.

Trump aseguró más tarde, en una entrevista con Reuters, que no sabía de la reunión de su hijo con la abogada rusa, y que sólo se entero hace un par de días. Comentó que no pensaba que su hijo había errado, ya que “pienso que mucha gente hubiera mantenido esa reunión”.

Mientras tanto, Christopher Wray, el hombre que Trump nominó para director del FBI después de que despidió a James Comey por, en parte, la investigación sobre la mano rusa en las elecciones estadunidenses, declaró ante el Comité Judicial del Senado, como parte de sus audiencias de ratificación, que “lo sabio” para cualquier individuo al que le fuera ofrecida información sobre las elecciones por un gobierno extranjero es reportarlo al FBI.

Agrego que el FBI debería ser informado de “cualquier amenaza o esfuerzos para interferir con nuestra elección por cualquier estado-nacion”. A la vez, Wray, en otro momento, rechazó que la investigación del Departamento de Justicia encabezada por el fiscal especial Robert Mueller pudiera ser caracterizada como una “cacería de brujas”.

Una y otra vez durante las ultimas 24 horas, era evidente la dificultad de aliados del presidente para justiciar o defender lo ocurrido, sobre todo cuando uno de los correos afirma que información para incriminar a Hillary Clinton que querían entregarle era “parte del apoyo de Rusia y su gobierno para el señor Trump”, a lo cual el Trump junior respondió casi de inmediato: “Si es lo que dices, me encantaría”.

Líderes republicanos evadieron responder sobre lo ocurrido, insistiendo en que se tendrá que esperara para ver las conclusiones de las investigaciones, y algunos tratando de minimizar lo ocurrido, incluyendo afirmar que Trump junior “es un buen joven”, insinuando que fue un error de un novato con buenas intenciones.

El propio junior comentó en su entrevista el martes por la noche en Fox News que “en retrospectiva, probablemente hubiera hecho las cosas un poco diferente”. Insisto en que la reunión fue insignificante, ya que duró sólo 20 minutos, y que no se trataba de lo que pensaban sería el tema. Dijo que no le mencionó la reunión a su padre, ya que “no había nada que decir”, porque había sido una pérdida de tiempo. Reiteró que divulgó los correos para que “se conocierta la verdad” (no mencionó que lo hizo sólo porque el Times estaba por publicarlos) y que estaba dispuesto a cooperar con los investigadores.

Circularon noticias de que Trump estaba cada vez más frustrado y furioso porque no puede dejar atrás el asunto de Rusia. Tal vez aún peor, que las filtraciones sobre este asunto (el Times ha citado por lo menos a cinco funcionarios del gobierno en sus reportajes) han nutrido el clima de desconfianza y sospecha dentro de la Casa Blanca, la cual ha ido creciendo en las últimas semanas ante las investigaciones del Departamento de Justicia y los comités del Congreso. Las nuevas revelaciones, dijo un aliado externo de Trump, azotaron a la Casa Blanca como “un huracán de categoría 5”, reportó el Washington Post.

Mientras tanto, expertos legales continuar evaluando si Trump junior se colocó en jaque legal por varios flancos, desde posibles violaciones a las leyes federales sobre financiamiento de campañas que prohíbe aceptar o solicitar cosas “de valor” de extranjeros a presentación de declaraciones falsas.

En su editorial, el New York Times resumió el asunto: “los correos electrónicos confirman lo que el presidente, su hijo y otros han negado repetidamente por más de un año: que integrantes de alto rango de la campaña de Trump se reunieron con representantes del gobierno ruso con la expectativa de ayuda a dañar a Hillary Clinton y lograr la elección de Donald Trump”.

Los conductores de los programas nocturnos de charla y entrevistas -que se han vuelto parte del ciclo de noticias cotidianas en este país- fueron tal vez los que mejor sintetizaron las últimas noticias. Stephen Colbert, del Tonight Show, comentó que “solo para recordarles, estos correos electrónicos fueron filtrados por el propio Donald Trump Jr. Él es su propia Garganta Profunda” (en referencia a la famosa fuente anónima de Watergate).

Noah Trevor, del Daily Show, preguntó: “¿Qué obtienes cuando cruzas un ruso, un correo electrónico y un idiota? Oh, maldita ironía. Los correos electrónicos te dan la presidencia y los correos electrónicos te la quitan”. Agregó que este episodio “es el mejor programa de comedia jamás” y que “Don junior es la primera cosa que Trump se arrepiente de haberle puesto su nombre”.

La Jornada