Nueva York.- El presidente Donald Trump ahora desea un muro “transparente” y “solar” para unas 700 a 900 millas de frontera, mientras que legisladores republicanos promueven la aprobación de un primer pago del proyecto de decenas de miles de dólares, junto con la ampliación dramática de lo que criticas califican como una “fuerza de deportación masiva”.
Aunque aún está muy lejos de ser promulgado en ley, un subcomité del Comité de Apropiaciones aprobó la solicitud de Trump de 1.6 mil millones de dólares (una fracción del costo total de una barrera física que costará, según el cálculo del propio gobierno, 21.6 mil millones -casi el doble de lo que se afirmaba inicialmente y tal vez hasta tres veces más según otros cálculos) para el muro, parte de un paquete de medidas antimigrantes que en total alcanzan los 23.5 mil millones.
Un grupo de legisladores ultraconservadores antimigrantes amenaza que si el financiamiento para el muro en este paquete no es aprobado están dispuestos a rechazar todo el proyecto de ley del presupuesto federal y con ello “clausurar” el gobierno, algo que el propio Trump había sugerido hace unas semanas.
Sin embargo, observadores del proceso legislativo sobre este asunto indicaron que aún es muy dudoso que logren obtener el regalo que tanto desea Trump ya que el liderazgo republicano de ambas cámaras no está dispuesto a provocar un cierre de las operaciones del gobierno por este punto.
Mientras tanto, Trump, en comentarios a reporteros en ruta a París en el avión presidencial Air Force One, comentó ayer -en una sesión off the record que este jueves fue divulgada por la Casa Blanca- que “hay una posibilidad de que podamos hacer un muro solar… no hay mejor lugar para lo solar que la frontera con México… y eso lucirá bien”.
Agregó que el muro requiere “transparencia, uno tiene que poder ver a través de él…. Entonces podría ser un muro de acero con aperturas, pero uno tiene que tener aperturas para ver qué hay del otro lado del muro”. Entre las razones para eso, indicó, es para evitar actos potencialmente mortales: “tal horrible como suena, cuando ellos avientan los grandes costales de drogas desde el otro lado, y si uno tiene gente del otro lado del muro, no los ves, y te cae sobre la cabeza 60 libras de cosa. Se acaba. Tan loco como suena, uno necesita transparencia a través de ese muro”.
Trump continuó describiendo el muro, “tenemos diseños increíbles”, indicando que no se está imaginando un muro a lo largo de todas las 2 mil millas de la frontera (como prometió en su campaña). “No se necesita 2 mil millas de muro porque se tiene muchas barreras naturales”, dijo recordando que hay montañas, ríos y zonas muy remotas donde la gente no suele cruzar.
“Pero se necesitará alrededor de 700 a 900 millas”. Agregó que además, ya existe una parte del muro y que se está componiendo, proclamando que con eso “ya hemos iniciado el muro”.
Pero aún no cuenta con los fondos que desea, y esa batalla legislativa está lejos de garantizar ese resultado.
Por ahora, los republicanos en control del Comité de Apropiaciones presentaron su proyecto de ley para financiar el Departamento de Seguridad Interna, incluyendo los fondos para el inicio de la construcción del muro (1.6 mil millones solicitados por Trump) para el próximo año fiscal que inicia el 1 de octubre.
El miércoles, el subcomité encargado de ese departamento aprobó la medida. Se espera ahora que el Comité de Apropiaciones lo apruebe para enviarlo al pleno de la Cámara baja.
Pero analistas advierten que el asunto podría llegar sólo hasta ahí, ya que ven muy difícil que se logren los 60 votos requeridos en el Senado para aprobar esa medida. Senadores demócratas en la cámara alta seguramente se opondrán, como lo hicieron exitosamente anteriormente, a esta medida, y varios de sus colegas republicanos no desean ser culpados de provocar el cierre de operaciones del gobierno federal sólo por este asunto.
De hecho, los líderes de las mayorías republicanas en ambas cámaras han dejado claro que no desean clausurar el gobierno al no aprobar el presupuesto federal.
Sin embargo, Trump ha indicado que podría estar dispuesto a frenar todo el presupuesto si no se incluyen estos fondos, y está tratando de convencer a sus aliados en el Congreso a promover esta posición. Conservadores en el llamado Caucus de Libertad han indicado su disposición a oponerse a todo proyecto de gasto federal si no se incluye lo del muro.
El representante antimigrante Steve King propuso esta semana reducir asistencia alimenticia federal a ciudadanos de bajos ingresos y financiamiento para Planned Parenthood -organización nacional que se dedica a ofrecer servicios médicos y de salud a mujeres de bajos ingresos- para canalizar esos fondos a la construcción del muro.
Si el Congreso no lo hace, Trump, usando su poder del veto, podría provocar la llamada “clausura” del gobierno -o sea, se suspenden todas operaciones del gobierno federal no consideradas “esenciales” si no se aprueba el gasto federal a tiempo.
Más allá del muro
El total de fondos del gasto de operaciones para el control migratorio solicitado en el paquete presupuestal ante la cámara es de 23.5 mil millones, cifra superior a la dedicada a todas las otras agencias federales de seguridad pública combinadas, calculó America’s Voice, organización que aboga por derechos de los inmigrantes.
Esto, además de los fondos para el muro, incluye 4.4 mil millones para 44 mil camas en centro de detención para migrantes y 129 equipos para perseguir “fugitivos”; 185.6 millones para contratar mil oficiales más de la agencia de control de migración (ICE); 100 millones para contratar a otros 500 agentes de la Patrulla Fronteriza, y fondos para aplicar más intensamente sistemas de verificación de identidad.
Esta propuesta, junto con revelaciones recientes como un memorándum de ICE circulado en febrero que detalla la intención de ampliar la detención y deportación de inmigrantes indocumentados más allá de sólo los que tienen antecedentes criminales (http://www.jornada.com.mx/sin-fronteras/2017/07/07/memorándum-confirma-deportaciones-indiscriminadas-en-eu-130.html), nuevas iniciativas para perseguir a padres que pagan a coyotes para transportar a sus hijos menores de edad para entregárselos en Estados Unidos, y los innumerables casos de la persecución de padres de familia por todo el país para su deportación, indican que Trump está procediendo a promover la “agenda de deportación masiva” de inmigrantes indocumentados, alertan organizaciones de defensa de derechos de los inmigrantes.
La Jornada
