Ciudad de México.- El sacerdote Pedro Gutiérrez Farías, director de los albergues La Ciudad de los Niños (con sedes en Guanajuato y Michoacán), es conocido entre sus víctimas como El Castigador.
Testimonios recabados por la organización NIMA Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en Guanajuato, dan cuenta del nivel de castigos corporales y vejaciones a las que el cura y sus cómplices han sometido durante años a decenas de menores.
El reporte, que se presenta este miércoles en la Ciudad de México muestra las omisiones de dependencias del gobierno de Guanajuato, como el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Procuraduría de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, así como el apoyo que daban al sacerdote políticos de alto nivel en el estado.
Algunos testimonios dan cuenta que en los albergues se realizaban reuniones en las que el clérigo ofrecía a las adolescentes para explotación sexual. “El padre Pedro lleva a sus amistades para que lo acompañen a tomar (… y luego dice:) ‘A ver, traigan a las muchachas’, y ahí llegan todas; haz de cuenta que son prostitutas, fue lo que les dije a las del DIF (Salamanca)”.
Además del sacerdote, se presume que en las violaciones a los derechos de los menores participaban las religiosas Hortensia Jiménez Cruz, María García Guzmán, Xóchitl Chávez Sánchez y Esmeralda de Jesús Suárez Bertury, así como sus colaboradores Leandro Martín Bermúdez Armenta, Mauricio Rafael Ruiz Martínez y Ramiro Cortez Muñoz.
El informe detalla que es posible que se hayan aprobado adopciones irregulares para favorecer a personas de Estados Unidos y Canadá, que pagan importantes sumas por el favor del religioso.
“Cambian a las niñas de un lado a otro para cuando van ustedes a investigar o el DIF (…) ya que tienen varias casas en Moroleón, Morelia. Ahí el que las trata más mal es Martín. Se embarazan, y cuando se aliviaban, viene gente del otro lado y les dan a los niños en adopción, claro, dándoles una buena tajada de dinero.”
La organización civil exige que se revise la legalidad de las adopciones realizadas por La Ciudad de los Niños y que se investigue al sacerdote y a los funcionarios que permitieron que al menos 134 menores fueran registrados a nombre del primero, gracias a una especie de convenio en el que se cede voluntariamente, de forma irregular, la patria potestad.
“Siempre tuvo demandas (el cura), nada más que siempre tuvo gente muy metida ahí (egresados de los albergues), que son licenciados; los ha sabido acomodar en el gobierno y entonces le daban pitazos (…) Tiene gente muy metida en el gobierno, que siempre lo ha ayudado”.
Otro testigo afirma: “Él siempre se agarró del gobierno; (Juan Carlos) Romero Hicks es su compadre, él iba y le hacía el bautizo a sus hijos (…) Se colgó de (Vicente) Fox, le dio para que hiciera la Ciudad Juvenil (que el propio ex presidente inauguró hace unos meses). Yo lo conozco pero no podemos dar la cara, nos da miedo por el peso político. Romero Hicks y Fox lo trajeron varias veces al DF, es un señor con una trayectoria muy colgado de la política”.
La Jornada