Van Toledo y Murat por rescate de la hidroeléctrica de San Agustín

Francisco Toledo en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. Foto: Octavio Gómez / Archivo APRO

Oaxaca de Juárez, Oax.- El artista plástico Francisco Toledo ahora va por el rescate de la antigua hidroeléctrica de San Agustín para convertirlo “en un proyecto comunitario que no favorezca a industriales o a algún inversionista, sino que la idea es que todo el pueblo participe y se beneficie”.

El proyecto ya fue planteado al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, quien aceptó participar en “el rescate de la antigua hidroeléctrica que está en ruinas, pero que estamos a tiempo para intervenir y que no se caiga”, reforzó el reconocido pintor y filántropo.

Fue en 1884 cuando la familia Zorrilla construyó la planta hidroeléctrica La Soledad, misma que surtiría de luz a la ciudad de Oaxaca y que, según cuenta el propio Toledo, en 1953 todavía se alumbró de esa energía.

“Cuando yo llegué a Oaxaca, en el 53, yo estudié con esa luz y como no alumbraba muy bien, pues no estudié, (pero) ahora con la nueva tecnología estoy seguro que va alumbrar mejor”, dijo.

Durante la visita que realizó el gobernador al Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), el premio nacional de las artes le planteó a Murat Hinojosa varios proyectos para la comunidad y uno de los más importantes es la restauración de una antigua hidroeléctrica que está en ruinas y por caerse en las faldas del cerro de esa comunidad ubicada en el valle de Etla.

Toledo manifestó que “con la nueva tecnología se puede echar andar la hidroeléctrica para que le dé electricidad al CaSa y al pueblo de San Agustín, a sus barrios y a los pueblos cercanos, aunque no sé que tanto se puede producir”.

Al preguntarle cuánto se necesita para el proyecto, dijo desconocer aunque hace algunos años cuando se propusieron rescatar la hidroeléctrica solicitaron ayuda técnica a la universidad y a la empresa Volkswagen, sin embargo resultaba muy costoso porque hay una parte para bajar que no tiene carretera y quedó inconcluso.

En esa época la restauración era de alrededor de 10 millones de pesos, que incluía un vivero o un jardín Etnobotánico.

Consideró que el proyecto iniciaría cuando se hagan los caminos, se restaure el edifico y un tanque donde se almacenaba el agua, así como las turbinas con las nuevas tecnologías, siempre y cuando “no destruya y no contamine”.

Resaltó que junto con el jardín Etnobotánico sería un atractivo turístico, “pero no estaría yo recibiendo a los turistas vestido de chinanteco o de danzante de la pluma”, lo que generó risas.

Explicó que “sí nos interesa el lado de turismo, pero este centro está hecho para enseñanza y arte y muchas veces es difícil convivir entre turistas y gente que está tomando clases y tenemos que delimitar los espacios”.

Al referirle que su sola presencia es un atractivo turístico, ironizó: “¿De qué me visto? Yo tengo mi trabajo, todavía no me contratan como atractivo turístico”.

APRO