Ciudad de México.- A causa de un problema mundial con la producción, no hay vacuna contra hepatitis B. La Secretaría de Salud (Ssa) comprará un millón de dosis, que es una tercera parte de lo que se necesita para los niños sin seguridad social, pues se deben aplicar tres (al nacimiento y a los dos y seis meses de edad). El producto estará disponible en diciembre, cuando un laboratorio indio –el único que aceptó el compromiso– pase las pruebas de calidad y seguridad de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Luis Gerardo Durán Arenas, director del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia) de la Ssa, reconoció que ha habido problemas de desabasto con algunos biológicos, pero en zonas alejadas del país, principalmente. Descartó que existan focos rojos o situación de emergencia e informó que la inversión de este año asciende a más de 3 mil 200 millones de pesos para casi 9 millones de dosis de las diferentes vacunas. Se empezaron a distribuir a las entidades el 15 de junio y el proceso concluyó en los primeros días de julio.
No obstante, de acuerdo con información obtenida por La Jornada, todavía está pendiente la compra de 4 millones de dosis del inmunógeno contra difteria, tosferina y tétanos (DPT), que se aplica como refuerzo al cumplir cuatro años de edad.
Durán Arenas explicó que son comunes las dificultades en la producción de vacunas, debido a que son pocos fabricantes en el mundo y cuando algo falla, afecta a todos los países.
Eso ocurrió en 2015 con el biológico pentavalente acelular: no había y apenas este año la Ssa, por medio de Censia, logró distribuirla en los 32 estados de la República. Con la finalidad de evitar un nuevo desabasto, este centro suscribió un contrato con el laboratorio Sanofi Pasteur, por lo que eso no volverá a ocurrir. La vacuna protege contra difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis e infecciones por Hemofilus influenzae B. Debe aplicarse a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad.
Respecto de la vacuna contra hepatitis B, el funcionario comentó que, por medio de la paraestatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), Serum Labs de India entregará un millón de dosis en diciembre, el plazo máximo que Censia puede esperar, dado que pagará con recursos fiscales de 2017 y debe erogarlos antes de que termine el año. Durán Arenas señaló que los tiempos de producción de la vacuna no coinciden con los tiempos fiscales. Además, los recursos provienen de dos fuentes: ramo 12 de la Ssa y el Seguro Popular, y cada una tiene sus reglas para liberarlos, lo que complica aún más el panorama.
También mencionó que las vacunas se elaboran sobre pedido y antes de poder ingresar a territorio nacional deben aprobar las evaluaciones de calidad y seguridad de la Cofepris, por lo que el proceso tarda alrededor de seis meses. Por eso el biológico contra hepatitis B para recién nacidos, incluidos derechohabientes de la seguridad social, estará disponible en diciembre.
Otra dificultad es que Censia no puede programar en este momento un volumen mayor de compra –se tendrían que haber adquirido alrededor de 3 millones de dosis para niños– porque implica comprometer recursos del presupuesto de 2018, lo cual es ilegal.
Otra vacuna que se comprará pronto es la de influenza de invierno, poco más de 16 millones de dosis, que estarán disponibles para la temporada que se inicia a mediados de octubre, según el contrato suscrito con Sanofi Pasteur, que concluye en 2022.
La Jornada