Ciudad de México.- Con la definición de que consolidada con éxito la transformación del país, en 2018 están en juego dos futuros, uno de progreso que ofrece el PRI y otro de franco retroceso, el presidente Enrique Peña Nieto pidió a su partido dar la batalla, proteger y defender lo que hemos construido; la obra debe continuar.
Orador principal en la 22 asamblea del tricolor, Peña Nieto cuestionó a los partidos de oposición al PRI. Expuso que en contraste con éste, en otros institutos políticos le apuestan al caudillismo, la subordinación de los aliados y la división de los mexicanos.
Además criticó a los partidos que por su falta de experiencia y sus conocidos fracasos de gobierno, disimulan su impericia con estridencias e incongruencias, y a los que han optado por abandonar sus ideales y prefieren negociar posiciones antes que convicciones.
Recibido por los priístas con gritos de ¡Peña, Peña, Peña!, el jefe del Ejecutivo federal declaró a su partido listo para lo que viene.
Una vez aprobados los cambios a los estatutos del Revolucionario Institucional y de que éste se prepara ahora a iniciar su proceso interno de selección del candidato presidencial, Peña Nieto dijo a los priístas que la responsabilidad del partido es dar la pelea por el futuro del país, pero que ésta pasa por preservar la unidad interna.
Cambios sin dedicatoria
El mandatario celebró los cambios que abren la posibilidad a un ciudadano simpatizante a contender por la candidatura presidencial del PRI y suprimen la obligación a los priístas de comprobar 10 años de militancia, y dijo: No tienen dedicatoria en particular.
Primero en su discurso ante 15 mil asistentes al Palacio de los Deportes –incluidos los integrantes del gabinete, excepto el canciller Luis Videgaray Caso–, Peña Nieto sostuvo que el partido se abre a la sociedad y acerca a los ciudadanos, además de que se consolida como la mejor plataforma para que militantes y simpatizantes puedan servir a México.
Después, en una breve entrevista al final, declaró que su partido se renovó para ponerse al día, ser más competitivo y generar espacios de participación a militantes y simpatizante.
Veo un partido fortalecido, unido, que reconoce su pluralidad, diversidad interna, pero que sabe que en unidad puede construir victorias. Y hoy está convocado a una cosa: defender lo que hemos logrado entre todos los mexicanos, afirmó.
El Presidente dedicó un espacio a resaltar las nuevas disposiciones para exigir a los candidatos su declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de interés, así como para que el partido pueda citar a funcionarios a rendir cuentas.
Refirió cómo en las cinco mesas de trabajo se abordó la corrupción y la impunidad. Ante casos individuales de militantes que se alejaron de nuestros principios, hay quienes pretenden denostar a nuestro partido. Lo dije en marzo y lo reitero: quienes han traicionado la confianza de la gente y del partido deberán enfrentar las consecuencias de sus actos.
Y así ha ocurrido, abundó. Hemos actuado con firmeza y sin contemplaciones frente a quienes han violado la ley.
El jefe del Ejecutivo describió que el Revolucionario Institucional se presentará a la elección de 2018 después de impulsar la transformación del país.
Hemos asumido costos en el camino, los naturales de habernos atrevido a cambiar y mejorar las cosas. Esto es lo que nos da autoridad moral parar salir nuevamente a reafirmar la confianza ciudadana, expresó.
Peña Nieto sostuvo que los opositores al PRI buscan confundir a la sociedad, pero los mexicanos no se dejan engañar, y exhortó a los priístas a cerrar filas dentro del partido, porque es cerrar filas en favor de México.
Abundó: “Como soldados de la patria, los priístas debemos salvaguardar el proyecto de país. Vamos a dar una batalla decisiva para México, que asegure bienestar y oportunidades, con la seguridad de que cuando gana el PRI, gana México. El tricolor no se intimida ante los retos. Es un partido audaz, valiente y resuelto, y seguirá siendo el gran actor de la historia de México”.
La Jornada