La cadena británica John Lewis elimina las distintas secciones de sus tiendas, crea etiquetas unisex y lanza una línea de ropa “de género no específico”
Madrid (El País).- Una de las cadenas de grandes almacenes más importantes de Europa, la británica John Lewis, ha tomado una revolucionaria, pionera e igualitaria medida en su departamento de ropa de niños. A partir de ahora, sus 48 tiendas no distinguen entre prendas de niños y de niñas. Según informa la prensa británica, la decisión de la compañía, con 153 años de historia, responde a su deseo de “no reforzar los estereotipos de género”.
Para empezar, según cuenta The Independent, la cadena ha eliminado la tradicional y hasta ahora inevitable distinción entre las secciones de ellos y de ellas, de manera que toda la ropa se expone junta y es el consumidor el que decide si compra esa prenda para su hijo o para su hija. Pero los cambios son más profundos que aspectos meramente organizativos y de cartelería: toda la ropa de 0 a 14 años, incluidos vestidos y faldas, está etiquetada de forma neutra, con el texto Boys&Girls o Girls&Boys.
Aunque el estilo de la ropa no ha cambiado, y los vestidos siguen siendo rosas y de flores, la cadena envía el contundente mensaje de que lo que hasta ahora considerábamos de niñas o de niños lo pueden usar ambos sexos indistintamente.
Además, han lanzado una línea de ropa “de género no específico”, con diseños pensados para los dos sexos y que lleva imágenes asociadas típicamente a la ropa de niños, como soldados de juguete, safaris, naves espaciales y dinosaurios. La nueva política del departamento de niños aún no ha llegado a la tienda on-line de la compañía ni al departamento de uniformes escolares, pero lo hará en breve. La cadena no tiene tiendas en España pero a la que sí envía pedidos vía web.
“No queremos reforzar los estereotipos de género en nuestras colecciones. En lugar de eso, queremos ofrecer una mayor variedad a nuestros clientes, para que el padre o el niño puedan elegir lo que les gustaría vestir”, declara en un comunicado Caroline Bettis, directora de ropa infantil de John Lewis.
¿Se sumarán otras grandes cadenas? No hay que desdeñar la influencia de John Lewis: son los terceros grandes almacenes que más venden de Europa por detrás de El Corte Inglés y de Mark & Spencer y sus anuncios de Navidad son para Reino Unido lo que para España los de la Lotería.
Las redes sociales se han llenado de alabanzas a la empresa, entre ellas Lauren Apfel, cofundadora y editora ejecutiva de Motherwell, que aseguró que le encanta “ver esta etiqueta de género neutral”, y ya se reclama que se haga también con la ropa de adultos. Los activistas del grupo Let Clothes Be Clothes ha elogiado el gesto y ha considerado que es la primera compañía del mundo que lo hace.
“Es una noticia fantástica y esperamos que otras tiendas y minoristas se muevan en la misma dirección. Una camiseta debe ser solo una camiseta y no una camiseta solo para niñas o para los niños”, dice Let Clothes Be Clothes, que recuerda que las “firmas independientes de alta gama han sido más proactivas en la creación de colecciones neutras en cuanto al género”. Ahora, esperan que lo unisex llegue al low cost. “Todavía vemos que muchos de los supermercados usan eslóganes estereotipados en su ropa”, denuncian.
Sin embargo, también se han alzado algunas voces críticas, como la del diputado conservador Andrew Bridgen, que asegura que “las etiquetas de niños y niñas son informativas”. “Creo que eliminándolas, podríamos confundir mucho al cliente. Parece que lo políticamente correcto continúa avanzando, pero no veo a muchos clientes comprando un vestido para su niño de seis años”, ha censurado.
El debate es global, ya que cadenas de todo el mundo se enfrentan a continuas críticas por sexismo en sus diseños, mensajes y comercialización de sus prendas. Clarks retiró recientemente una gama de zapatos en la que la versión de las niñas se llamaba Princesitas y la de chicos, Líder. Gap también fue duramente criticada por una campaña en la que se refería a las niñas como “maripositas sociables” y los niños como “pequeños eruditos”. El año pasado fue muy difundido un vídeo en el que una niña británica de ocho años criticaba los mensajes de la ropa de Tesco —”Guapa” y “Me siento fabulosa” frente a “La aventura en el desierto espera” y “Héroe”—.
En España, Zara retiró en 2015 unos bodies que aseguraban que la nena es “Pretty and Perfect – It’s what daddy said” (Guapa y perfecta: eso dice papá) y el nene es “Cool and Clever – It’s what mummy said” (Guay e inteligente: eso dice mamá). Hipercor quitó de sus estanterías un año antes dos prendas para bebés tras recibir acusaciones de sexismo. Decían “inteligente como papá, bonita como mamá”.
Es creciente el número de padres que intentan educar a los menores al margen de los estereotipos y en este contexto ha surgido el fenómeno de vestir a los niños de princesas. Empezó Adele en 2016 al poner a su hijo Angelo, de tres años, un disfraz de la princesa Elsa. Hoy se pueden ver niños Elsa en las fiestas de pueblos españoles de apenas cien habitantes.
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