Se multiplica por 23 la desigualdad entre ricos y pobres

Hay una brecha de 154 mil pesos trimestrales entre el ingreso de 10% de los mexicanos más pobres y el mismo porcentaje de los más ricos, tendencia que no cambió entre 2014 y 2016. Foto: Archivo La Jornada

Ciudad de México (La Jornada).- Hay una brecha de 154 mil pesos trimestrales entre el ingreso de 10 por ciento de los mexicanos más pobres y el mismo porcentaje de los más ricos, tendencia que no cambió entre 2014 y 2016, cuando las percepciones de la población que vive en miseria crecieron 10 pesos al día, contra los 100 pesos de la gente de más ingresos, señaló Oxfam en el informe Análisis de la desigualdad, con los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (Enigh) 2016.

Las percepciones de los 12 millones de mexicanos más ricos son equivalentes a las de los 84 millones de personas que viven en pobreza, explicó Diego Vázquez, gerente de investigación de Oxfam en la presentación del reporte. La desigualdad es 23 veces más alta entre el decil más bajo y el más alto de la población, precisó.

Aseveró que la desigualdad de ingresos se refleja en el hecho de que los 12 millones de mexicanos más pobres concentran apenas 1.8 por ciento del ingreso total de los hogares, contra los 12 millones de más ricos, que concentran 36.6 por ciento del ingreso total. En tanto, alrededor de 64 millones de personas poseen apenas 20.1 por ciento.

Ejemplificó que tan sólo los 35 mil 421 millones de pesos que habría desviado Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, equivalen al ingreso de los 12 millones de personas más pobres en nuestro país.

Se refirió a que de la Enigh de este año se desprende que la desigualdad bajó, pero no cambió el panorama, ya que mientras los 12 millones más pobres de México obtienen cada tres meses 6 mil 820 pesos, el décil más rico percibe 160 mil 820. Incluso hay una diferencia de más del doble entre este decil y el anterior, que tiene ingresos de 67 mil 34 pesos.

Señaló que se requerirán 120 años para que la tendencia de la desigualdad cambie, es decir, en 2136 comenzará a modificarse. El aumento de ingresos entre 2014 y 2016 tiene impactos distintos entre los deciles, ya que al más bajo con 10 pesos no le alcanza para comprar un kilogramo de tortillas, pero el más alto puede comprar dos boletos del cine con los casi 100 pesos que se elevó su percepción económica en un día.

De acuerdo con la Enigh, los ingresos de la población de más bajos recursos se destinan a satisfacer necesidades básicas, agregó.

La historia es distinta para los hogares más ricos, pues pueden invertir en educación, en cultura, en el ocio, lo que genera poder y libertad. Aunque el porcentaje de mejora (15.30 por ciento) en los hogares pobres sea mayor que el de los ricos (5.92), esto no implica cambios significativos ni en las capacidades ni en la libertad de los primeros, indicó.

Vázquez señaló que el hecho de que haya grandes brechas y un pequeño sector acumule la riqueza puede crear grupos de interés para proteger sus privilegios. En el país, cuando se analiza cómo los multimillonarios acumulan su riqueza, observamos que las fuentes de estos recursos provienen de privilegios y colusión entre la élite política y económica.

Añadió que los multimillonarios han hecho sus fortunas a partir de sectores privados, concesionados o regulados por el ámbito público, estas élites han capturado al Estado mexicano, ya sea por falta de regulación o por un exceso de privilegios fiscales. Los esfuerzos para reducir la pobreza y la desigualdad aún son insuficientes, sería un absoluto despropósito tomar estos resultados como una victoria.

Enlace de la publicación original: http://www.jornada.unam.mx/2017/09/12/politica/015n1pol