Enojo y desolación en Jojutla

Los daños por el sismo en Jojutla, Morelos. Foto: Margarito Pérez / APRO

Jojutla, Mor. (apro).- “Ensucia tu camisa de miles, cerdo”, le gritó una mujer enfurecida al presidente Enrique Peña Nieto, quien realizaba un recorrido por el centro de Jojutla, afectado por el sismo de ayer de 7.1 grados Richter.

El mandatario federal, sin inmutarse, avanzó en compañía del gobernador Graco Ramírez, quien tampoco se fue limpio. Alumnos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) le exigieron que entregue el presupuesto de la máxima casa de estudios. El tabasqueño, en respuesta, se dio el lujo de despotricar contra el rector.

Los gritos no cesaron contra Graco. La gente estaba enardecida por las actitudes del gobernador de Morelos, quien esbozaba una mueca similar a una sonrisa. Molestos, comenzaron a increparlo: “¡Órale, pinche ratero, entrega los recursos del (Hospital) Meana”, el nosocomio más grande de la región, que “está por caerse”, según dijo un hombre molesto con el gobierno. De hecho, el hospital no atiende en su interior a pacientes, porque desde ayer trasladó sus camas al estacionamiento.

La desolación en el jardín de niños Fermina Rivera, de la colonia Emiliano Zapata, se intensifica con los ataúdes de las personas que perdieron la vida. En ese plantel están velando a los muertos porque la mayoría de las casas de esa comunidad se desplomaron. Los cuerpos comienzan a descomponerse por las elevadas temperaturas de la zona. Un reportero local asegura que los cadáveres los están entregando a sus familias ya sin ninguna preparación.

Este municipio también es un hervidero de miles de estudiantes, la mayoría de la UAEM, que se movilizan con palas y cajas de víveres. De hecho, Peña Nieto les agradeció el apoyo y reconoció a su universidad por la labor que realizan. El presidente también destacó la ayuda de las Fuerzas Armadas y prometió a los pobladores de la zona que habría apoyos de parte del municipio y del estado.

Inmediatamente después se escucharon los aplausos para el mandatario federal mezclados entre los gritos de protesta y exigencia de ayuda y apoyos para la reconstrucción de casas. Entre los reclamos, estaban los destinados al gobernador Graco. Algunos habitantes reclaman que el gobierno estatal “está maquillando datos” de la tragedia.

Antes de irse, Peña Nieto ordenó un censo para establecer el plan de contingencia. El registro de daños se realizará casa por casa. Se espera corregir los registros que se tienen hasta ahora, puesto que, a pesar de que el sismo afectó a centenares de viviendas, oficialmente está registrada la muerte de 14 personas en la zona.

El anuncio federal ocurre en un contexto en el que el gobierno de Morelos suspendió la búsqueda de sobrevivientes y declaró que es momento de la reconstrucción.

A su salida, el presidente se siguió de largo de un auditorio de la preparatoria de la UAEM, donde funcionarios federales y estatales lo esperaban para dar un reporte de daños.

El activista Javier Sicilia, quien fue desalojado del auditorio donde se esperaba la visita de Peña, acusó al gobernador Graco de su expulsión del lugar. Sicilia buscaba al presidente para ”condenar el secuestro de la UAEM, de la democracia…

“Queremos que resuelva la situación del estado. Graco está detrás de mi desalojo del auditorio, porque quiere impedir que le expliquemos al Presidente cuál es la realidad de Morelos”, dijo.

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