Ixtacuixtla, Tlax. (La Jornada).- Los recursos aportados por particulares para la reconstrucción de los inmuebles perdidos por los sismos de septiembre serán ‘‘administrados y orientados’’ por aquéllos en coordinación con el gobierno federal, puntualizó el presidente Enrique Peña Nieto. ‘‘Es importante el apoyo del sector privado, pero obviamente el recurso mayor, el más importante en dimensión, será el que provenga del propio gobierno’’, dijo.
Por otra parte, ayer se actualizó en más de 15 mil la cifra de planteles educativos con daños parciales o totales como consecuencia del fenómeno telúrico y ante ello se requerirá una inversión de 20 mil millones de pesos. El financiamiento se obtendrá reasignando fondos del programa Escuelas al Cien, de los seguros contratados, así como de la contribución directa de algunas empresas.
El programa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tenía ya una lista de centros educativos para reparar, pero ‘‘evidentemente se reorientará mucho de este gasto a las escuelas que hoy están necesitando un apoyo emergente, urgente y necesario’’, apuntó.
Asimismo, en Chiapas y Oaxaca se han entregado ya 10 mil monederos electrónicos para damnificados en sus viviendas. En ambos estados existe un censo de alrededor de 119 mil casas con diversos grados de afectación; 60 mil se calculan en pérdida total. A consecuencia de los temblores de los días 7 y 19 de septiembre han muerto 471 personas, informó el presidente Peña Nieto.
En Tlaxcala, la pérdida de viviendas por el temblor del 19 de septiembre fue mínima. Sí en cambio se reflejó en templos católicos. Uno de ellos requerirá reparación total y otros 61 tuvieron daños parciales, como la parroquia de San Felipe en esta población, construida en el siglo XVI por franciscanos.
A la entrada de esa iglesia, y tras dirigir un mensaje a habitantes de Ixtacuixtla en el atrio, el mandatario federal precisó el manejo del financiamiento de la reconstrucción. En una página electrónica del gobierno federal se publican los recursos públicos destinados ‘‘para que se sepa perfectamente a dónde y cuánto se le está dedicando a cada una de las tareas de esa labor’’. Al mismo tiempo –añadió– las tarjetas de débito para los afectados son georreferenciadas y ‘‘en un proceso transparente se sepa exactamente quiénes han recibido el dinero’’. Entregarlas a sus destinatarios es un proceso gradual, ‘‘porque primero hay que limpiar los terrenos y retirar los escombros’’.
A pregunta expresa, expuso el manejo de las aportaciones privadas para esta tarea. Ellos mismos ‘‘están identificando a partir de la coordinación con el gobierno federal, dónde está la necesidad, de cuánto pudiera ser el apoyo que den; han creado fideicomisos y cuentas donde han concentrado el apoyo de distintos sectores de la sociedad y serán ellos mismos quienes lo administren’’.
Esos aportantes ‘‘han hecho un compromiso, se han fijado una meta de recaudación, pero todavía no está definido de cuánto es el monto; una vez que lo sepamos y viendo el tamaño de la necesidad y donde se potencie aún más esa ayuda, es hacia donde se estará dirigiendo’’, planteó el Presidente.
El fin de semana, Peña Nieto se reunirá con su gabinete para medir el avance de la atención a la emergencia por los sismos. E insistió: la prioridad es ‘‘que la población pueda tener nuevamente un hogar a donde regresar a vivir’’.
Reiteró como la gran ‘‘responsabilidad y reto’’ para esta administración ‘‘fondear’’ la reconstrucción y de ahí que la discusión del presupuesto para 2018 ‘‘tendrá que contemplar ciertas asignaturas, ciertos cajones que permitan abonar a esa tarea’’.
De nuevo apuntó: los recursos del Fonden (Fondo de Desastres Naturales) no están considerados para la reconstrucción de vivienda, sino para la infraestructura de servicios, pero se ha encontrado la manera de destinar su presupuesto para las familias afectadas ‘‘de manera muy transparente y asegurar que no haya efectivo en las calles ni se aplique a algo distinto que no sea la reconstrucción de viviendas’’.
El mandatario agregó: ‘‘Creemos que las tarjetas, que es como tener dinero, permite un mejor manejo y administración’’. Quienes las reciben tienen el compromiso, ‘‘y de hecho así lo están firmando’’, de dedicar el dinero sólo en sus viviendas.
Con su costumbre de lanzar porras a los gobernantes, los tlaxcaltecas recibieron también el mensaje presidencial: la fecha 19 de septiembre, al igual que en 1985, será recordada y marcada como la de la unidad y solidaridad entre los mexicanos, ‘‘que está permitiéndonos estar de pie’’.