Madrid (Europa Press).- El aumento de la actividad de la hormona kisspeptina incrementa la atracción sexual y disminuye la ansiedad en ratones machos, según una nueva investigación presentada este martes en la conferencia anual de la Sociedad de Endocrinología en Harrogate, Reino Unido.
El estudio revela que esa hormona tiene un papel importante en la regulación del comportamiento sexual y social y puede ser un nuevo objetivo para abordar la disfunción sexual masculina y los trastornos relacionados con la ansiedad.
La kisspeptina es una hormona típicamente vinculada con el desarrollo durante la pubertad y el embarazo; sin embargo, también se han descubierto neuronas receptivas a ella en una parte del cerebro llamada amígdala, región central para regular comportamientos emocionales y sexuales, como la ansiedad o la interacción social.
El área medial posterodorsal de la amígdala (MePD), donde se hallaron las neuronas receptivas a la kisspeptina, está particularmente asociada con las reacciones relacionadas con las feromonas, lo que sugiere que esa hormona puede afectar las conductas sexuales.
Para investigar el papel de estas neuronas receptivas de kisspetina en el MePD en comportamientos sexuales, Adekunbi y sus colegas de Colegio Real de Londres emplearon un enfoque muy elaborado y preciso para activarlas en ratones machos y evaluaron los efectos en sus redes sociales y sexuales, así como en conductas relacionadas con la ansiedad.
Comportamiento interactivo
Cuando se activaron las neuronas receptivas a kisspeptina, los ratones machos prestaron más atención a las hembras y se involucraron en un comportamiento más socialmente interactivo. También mostraron menos signos de ansiedad en una prueba estándar. Tomados en conjunto, los hallazgos indican que las neuronas sensibles a la kisspeptina del MePD coordinan la motivación sexual y los comportamientos de ansiedad de una manera que fomenta el sexo y, por tanto, aumenta las posibilidades de una reproducción exitosa.
Adekunbi señaló: En los hombres, los trastornos relacionados con la ansiedad ocurren en conjunto con la disfunción sexual. Los hallazgos de nuestro estudio sugieren que la activación de las neuronas kisspeptina en MePD coordina las preferencias sexuales y el comportamiento de ansiedad hacia la cópula, indicando que la amígdala promueve funcionalmente el éxito reproductivo máximo en el hombre.
Aunque no está claro si la kisspeptina tiene un efecto similar en ratones hembras, este estudio destaca un nuevo papel importante para esa hormona en la biología reproductiva.