El combate a la corrupción y la austeridad, ejes del plan de Gobierno de López Obrador

López Obrador. Foto: Archivo Reuters

Morena pretende destinar un 4,1% del Producto Interior Bruto (PIB) a infraestructuras

Ciudad de México (El País).- Combatir la corrupción y garantizar la estabilidad económica son los pilares del proyecto con el que Andrés Manuel López Obrador optará por tercera vez a la presidencia de México. El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que encabeza todas las encuestas, garantizó este lunes que no subirá los impuestos si llega a la presidencia y que revisará las reformas emprendidas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

“Vamos a limpiar el gobierno de corrupción, de arriba abajo, como se hace con las escaleras”, recalcó López Obrador, el único aspirante definido para las próximas elecciones, en un acto en Ciudad de México en el que se presentó el ‘Proyecto de Nación 2018-2024’, las líneas maestras del plan de Morena para los comicios de julio de 2018. Entre las propuestas, la formación izquierdista incluye destinar un 4,1% del Producto Interior Bruto (PIB) a infraestructuras y gasto social.

El documento, coordinado por el empresario Alfonso Romo desde principios de año con un grupo de expertos que no son miembros del partido, es una suerte de versión moderada del libro ‘2018, La Salida’ en el que López Obrador hacía un diagnóstico crítico de la situación de México. En el plan se hace especial énfasis en garantizar una mejor distribución de los recursos. Para ello, la formación asegura que no aumentará los impuestos e impulsará una reforma fiscal en la que se realice una reasignación del gasto corriente.

Más allá del plan -López Obrador recalcó que no es definitivo-, los discursos del candidato y su equipo se centraron en transmitir un mensaje de tranquilidad ante quienes consideran que una victoria del líder de Morena supondría una amenaza para el futuro del país. “Que nos tengan confianza, nunca vamos a traicionar al pueblo de México”, recalcó el dos veces candidato presidencial. Sobre las reformas estructurales emprendidas por Peña Nieto, Morena se compromete a garantizar la certidumbre jurídica de todos los contratos vigentes, aunque deja de la puerta abierta a posibles modificaciones: “Serán sometidas a evaluación para determinar si cumplen o no con los propósitos establecidos en su argumentación”.

“No estamos en contra de los empresarios, estamos en contra de los políticos corruptos”, insistió López Obrador en su intervención, que cerró un tedioso acto, repleto de lugares comunes, que se prolongó durante más de cuatro horas. El líder de Morena, que fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México entre 2000 y 2005, aseguró que reducirá por lo menos a la mitad el sueldo del mandatario y venderá toda la flota de aviones y helicópteros presidenciales para así poder aumentar el suelo de maestros, policías o soldados.

Consciente de que la campaña presidencial va a ser una de las más complicadas y rudas que se avecinan en México, López Obrador insistió, ante los congresistas de Morena, en la necesidad de seguir fortaleciendo la organización, creada hace cuatro años tras abandonar el PRD. “Llevamos 15 puntos de ventaja en las encuestas, pero la mafia del poder está ya tramando cómo intensificar la guerra sucia para traficar con la necesidad de la gente. Tenemos que fortalecernos y organizarnos más”.

El líder de Morena anunció que el 14 de diciembre presentará el que será su gabinete en caso de salir elegido presidente. Este estará compuesto por ocho hombres y ocho mujeres. Además, el líder de Morena confirmó que Ricardo Monreal, delegado de la Cuauhtémoc, una de las grandes colonias [barrio] de la Ciudad de México, seguirá en las filas de la formación tras las críticas que este último lanzó al candidato presidencial tras la elección del aspirante a dirigir al partido en la capital. Un puesto que tiene ya casi garantizado Claudia Sheinbaum, a quien López Obrador volvió a mostrar su apoyo este lunes.