Incertidumbre electoral pone en riesgo reformas: Moody’s

“La corrupción es un desafío de larga data en América Latina, pero jugará un papel crítico en las próximas campañas electorales, especialmente después del escándalo de Odebrecht”, señaló la calificadora. Foto Ap / Archivo

Ciudad de Méxic (La Jornada).- México es uno de los tres países de América Latina que “enfrentan el mayor riesgo” de reversión de las reformas económicas impuestas en los años recientes, en la medida en que el proceso para renovar la Presidencia “aumenta la incertidumbre política” sobre la permanencia de esos cambios, sostuvo Moody’s Investor Service.

Un apretado calendario electoral en América Latina aumenta el riesgo de reversión en las políticas y obstaculiza la implementación de las reformas, afirmó la agencia de calificación, en un reporte sobre la región publicado este martes. Este año hay elecciones presidenciales en Costa Rica, Paraguay, Colombia, México y Brasil.

“La creciente popularidad de los candidatos que promueven cambios en las políticas pondrá en riesgo de ralentización, e incluso de reversión, de la implementación de reformas estructurales”, apuntó Moody’s. La agencia menciona específicamente a México, aunque no cita por su nombre a ninguno de los precandidatos a la Presidencia.

Las elecciones, añadió, aumentan los riesgos para los esfuerzos de proseguir con las reformas económicas, que, en el caso de México, significaron la apertura del sector energético al capital privado; una mayor competencia en el sector de telecomunicaciones; medidas para aumentar la oferta y disminuir el costo del crédito y en el terreno de la educación pública.

“Algunos de los candidatos que competirán en las próximas elecciones han estado haciendo campaña para revertir las políticas destinadas a la reforma económica o fiscal; o al menos para disminuir el ritmo de implementación de reformas ya aprobadas, como en el caso del sector energético en México”, afirmó.

Colombia, México y Brasil “enfrentan el mayor riesgo” de una reversión de las políticas de apertura, lo que podrían socavar las medidas para reducir el déficit fiscal y la deuda pública, “dada la popularidad de los candidatos que se oponen a las políticas actuales”.

La posibilidad de un mandato débil por parte de candidatos más favorables al mercado también podría socavar las perspectivas de reforma y ajuste fiscal, agregó. En tales casos, la composición del Congreso influirá en la capacidad de los nuevos presidentes para impulsar su agenda política. Las elecciones polémicas o polarizantes también aumentan los riesgos para la confianza de los negocios y los consumidores, consideró Moody’s.

El efecto corrupción y menor riesgo por TLCAN

El tema de la corrupción en varios países de la región, que se ha puesto en primer plano en algunos de los países a raíz de los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht a funcionarios de varios gobiernos (en México no hay todavía acusados), jugará un papel en las elecciones de este año, añadió la firma calificadora.

“La corrupción es un desafío de larga data en América Latina, pero jugará un papel crítico en las próximas campañas electorales, especialmente después del escándalo de Odebrecht y otros casos de corrupción específicos de cada país. Las demandas de una mayor rendición de cuentas y las reformas para hacer frente a la corrupción podrían aumentar el atractivo de los candidatos y partidos no tradicionales”, apuntó.

En la parte más económica de su reporte, Moody’s dijo que al inicio de 2018 hay menos riesgos para la región derivados de las políticas de Estados Unidos, aunque la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se mantiene como un factor de incertidumbre para el caso de México.

A comienzos de 2017, abundó, preocupaba la gran incertidumbre relacionada con las políticas de Estados Unidos sobre los acuerdos comerciales, los impuestos fronterizos y la migración, y su posible impacto en la inversión, el comercio y los flujos de remesas.

Si bien el riesgo de un cambio en las políticas de Estados Unidos sigue siendo una posibilidad, los riesgos para América Latina en general han disminuido desde entonces y se centran principalmente en el resultado de las negociaciones del TLCAN, un acuerdo en el que participan Estados Unidos, Canadá y México.

“El resultado de las negociaciones del TLCAN sigue siendo incierto. Esta ambigüedad pesa sobre el perfil crediticio de México, dada la creciente probabilidad de que Estados Unidos se retire por completo del acuerdo. En tal escenario, podríamos esperar que la participación de México en las exportaciones de bienes a Estados Unidos disminuya gradualmente desde el nivel actual de 24 por ciento del producto interno bruto. Sin embargo, el impacto más inmediato de la retirada probablemente se sentiría a través de una menor inversión y demanda interna, y probablemente llevaría a un peso mexicano más débil. Dicho esto, nuestro escenario de referencia sigue siendo que se alcanzará un acuerdo con solo cambios moderados en el marco comercial existente”.